Interesada en la candidatura presidencial por el PAN, Margarita Zavala Gómez del Campo asegura que su esposo, el ex presidente Felipe Calderón, no es un lastre sino una de sus fortalezas, y considera que el ofrecimiento de piso parejo para la contienda interna de 2018 que hizo Ricardo Anaya, aspirante a la dirigencia de su partido, debe traducirse en una revisión de diversos temas, como el padrón de militantes.

En un balance de la gestión de Gustavo Madero, próximo a dejar la presidencia del PAN, ella resalta que durante su administración el partido dejó de actuar como una oposición valiente, lo que influyó en los resultados electorales del pasado 7 de este mes, al igual que las distracciones en temas de cotos de poder.

Con una amplia trayectoria política dentro del PAN, donde ha sido una activa militante que lo mismo pintó bardas con el logotipo de su partido que participó en marchas y ayunos al lado de personajes como Manuel J. Clouthier, Zavala Gómez del Campo rechaza que en su definición de contender por la candidatura presidencial panista haya influido el hecho de que varios calderonistas no respaldaron su aspiración inicial de buscar la presidencia del blanquiazul. En política no deben ser esas las razones para tomar decisiones importantes, subraya en entrevista.

–¿Qué responde a quienes dicen que su destape fue adelantado? –se le pregunta ahora que sigue los pasos del ex presidente Vicente Fox Quesada al anticipar con tres años su intención de lograr la Presidencia de la República.

–Ese vocabulario pertenece a una parte autoritaria y de poca democracia en el país. Lo adelantado sería que rechazaran la propuesta, y no lo hicieron. Si esperaba reacciones, de pronto fueron grandes, o sea que algo moví.

–¿Qué opina de los cuestionamientos de senador Javier Lozano sobre su falta de trayectoria en la administración pública?

–¡Si no estoy pidiendo ser la directora de la Coca-Cola! –exclama en el salón de un restaurante de San Ángel, en la ciudad de México.

Para los cargos no se requiere una especialidad en administración, sino entender al país y ponerlo en el centro. Hay muchos casos de presidentes y jefes de Estado exitosos, que pasaron por carreras legislativas y en la oposición.

–¿Cómo se debe traducir el ofrecimiento de Ricardo Anaya de que habrá piso parejo?

–Hay muchas cosas que discutir en el PAN. Es importante resolver temas como el del padrón y la inclusión en la toma de decisiones; todo eso se tiene que revisar y hacerlo en libertad y al margen de grupos.

–¿Ha hablado con Anaya?

–No, pero la relación es buena.

–¿Anaya puede ser el candidato de consenso que propuso?

–Lo que plantee es que el PAN tiene gente para hacer una dirigencia de consensos, como Alberto Cárdenas, Carlos Medina, Josefina Vázquez Mota, Fernando Canales, entre otros, que han sido excluidos del partido.

El caso de la guardería ABC es un pendiente de la justicia, admite Margarita ZavalaFoto Yazmín Ortega

–¿Realmente ve posibilidades de que crezca su precandidatura? El asunto no es fácil y falta mucho tiempo.

–Es un trabajo de largo aliento. El tiempo me da ventaja de platicar con más ciudadanos. Las campañas más exitosas son las que se trabajaron desde antes.

–¿Felipe Calderón será un activo o un lastre en su campaña?

–Cada quien es dueño y responsable de sus propias decisiones. Pero en general me parece más bien una fortaleza tener cerca a alguien que estuvo en la Presidencia en los años más difíciles del país en la época moderna.

–¿Aunque esté cuestionado por el tema de la violencia y los desaparecidos?

–No hay gobierno que no lo esté. Y en ese sentido soy yo la que voy decidiendo qué hacer y qué no, y asumo mis propias responsabilidades.

–¿Qué le pareció la estrategia de seguridad que siguió el ex presidente, le daría continuidad?

–Hay muchas cosas que cambiaron y se fortalecieron con los gobiernos del PAN. Por ejemplo, se llegó a 30 y tantos mil policías federales luego de que sólo eran 4 o 5 mil. Esto obliga a iniciar otro tipo de políticas públicas. Pero lo que no puede ser es que no haya estrategia o decir que aquí no pasa nada.

–¿Falló el Estado en proteger a la población de la ola de violencia que se vivió en el país?

–Me parece que tenemos que aceptar que hay una parte del Estado que está más débil y tiene que ver con lo local, porque se ha hecho mucho esfuerzo en la parte federal. Con eso no quiero estar echando culpas, sino decir que ahí tenemos que trabajar mucho más.

–¿Qué le parece que el caso de la guardería ABC, en el que estuvo involucrada una de sus familiares, haya quedado impune?

–Es una tragedia enorme. Las leyes locales y federales no estaban preparadas para un caso como ese. Con la ley que impulsaron los padres de familia, el Estado está más fortalecido. Pero este es un caso pendiente de la justicia, y sobre esta familiar, ni siquiera nos conocíamos.

Con relación al aborto, Zavala Martín de Campo se declara en favor de la vida, pero al mismo tiempo se manifiesta en contra de criminalizar a las mujeres que han recurrido a esta práctica.

Al referirse a la gestión de Gustavo Madero, dice que se enfocó en favorecer a su pequeño grupo y no permitió que hubiera más apoyos para los candidatos. El partido se alejó de los ciudadanos por distraerse en temas de cotos de poder, y eso influyó en los magros resultados electorales. También tuvo que ver el tipo de oposición que fue.

–¿Dócil, complaciente?

–La oposición debe ser valiente y constructiva, pero el PAN no actuó de esa manera.