Sociedad y Justicia
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La UNAM desarrolla anticonceptivo masculino: René Drucker

Estudian origen de males repentinos mediante canales iónicos celulares
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de junio de 2015, p. 42

Enfermedades que aparecen de forma repentina, sin explicación en estudios clínicos o de imagen, pueden tener origen en anomalías de la estructura celular (canales iónicos), por donde se da el intercambio de sustancias que permiten el funcionamiento del organismo.

Algunos padecimientos ya se explican mediante canalopatías: parálisis periódicas, rigidez de articulaciones, arritmias cardiacas y casos de muerte súbita sin cardiopatía asociada; incluso afectaciones siquiátricas cuyos síntomas no encajan con trastornos mentales conocidos.

Aunque la existencia de los canales iónicos se conoce hace mucho tiempo, su relación con enfermedades es más reciente, explicó René Drucker Colín, titular de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno del Distrito Federal. De ahí el interés por conocer más de ese intercambio de sustancias (sodio, calcio, potasio, bicarbonato y cloruro, entre las más comunes) entre el interior y el exterior de las células. Cualquier alteración puede conducir a situaciones distintas, no necesariamente a enfermedades, apuntó.

En entrevista, el funcionario habló sobre la creación del Laboratorio Nacional de Canalopatías en el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, con financiamiento de la secretaría capitalina, en el cual se trabaja en el desarrollo de un anticonceptivo masculino, con base en el uso de canales celulares.

La capacidad de movimiento y fecundación del espermatozoide se origina en su calcio. Un investigador logró clonar el canal por donde ingresa esta sustancia a la célula, y lo que buscan en el instituto es la toxina que bloquee el canal para impedir la entrada del calcio. De esa manera, el flagelo no se puede mover y por lo tanto no podrá fecundar.

Actualmente, dijo Drucker, los investigadores prueban 750 sustancias distintas para identificar la que puede funcionar como llave perfecta para que el canal de calcio se cierre y nada pueda entrar. De lograrse sería un anticonceptivo reversible, es decir, el espermatozoide recuperaría sus funciones cuando la persona deje de tomar el producto.

Este fue el proyecto original, pero luego se vio que el equipo adquirido por la secretaría tiene potencial mayor. Puede profundizar en las investigaciones de canalopatías (enfermedades), desarrollar medicamentos que pudieran regularizar el flujo de sustancias en los canales celulares y hacerlos funcionales otra vez.

Así se decidió la creación del Laboratorio Nacional de Canalopatías, donde, además de investigación, se puede ofrecer servicio a hospitales de estudios funcionales de las variantes normales y mutaciones de canales iónicos en líneas celulares o en células nativas, ensayos de alto rendimiento de agentes farmacológicos, entre otros útiles para trabajos de investigación básica y clínica.

El nuevo laboratorio también dará asesoría y servicios contratados, mantendrá colaboraciones académicas e impartirá cursos a grupos de investigación básica y aplicada, así como a instituciones del sector salud y de la industria farmacéutica.

Drucker insistió en que por medio de las canalopatías se puede encontrar la explicación de varias enfermedades, sobre todo las llamadas emergentes, que son extrañas y pueden estar relacionadas con el intercambio inadecuado de sustancias a través de la membrana celular.

Recordó que un grupo de investigadores recibió el premio Nobel por sus hallazgos en la comprensión del impulso nervioso. Encontraron el mecanismo de comunicación de una célula a otra. Lo que hay, dijo Drucker, es el intercambio de iones, a través de canales, y eso permite a la neurona conducir el impulso nervioso y comunicarse con otras células.