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Ex candidato de los ricos, declinó por El Bronco, el de los pobres, y se le unió

El PAN no tiene futuro; se convertirá en partido de pocos corruptos: Elizondo

Para mí es prácticamente seguro que vamos a ganar, salvo alguna catástrofe, señala

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Fernando Elizondo, candidato de Movimiento Ciudadano que declinó en favor de El BroncoFoto Sanjuana Martínez
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de mayo de 2015, p. 8

Monterrey, NL.

En este lugar de contrastes, lo más llamativo es la desigualdad social. En un sector existe el índice de desarrollo humano de Noruega, y a unos pasos el de Nigeria; ambas realidades, marcadas por la riqueza ostentosa y el abismo de la extrema pobreza, fueron las que finalmente influyeron para que el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la gubernatura, Fernando Elizondo Barragán, decidiera declinar en favor del independiente Jaime Rodríguez El Bronco.

Considerado por algunos el candidato de los ricos, unido ahora al de los pobres, el humanismo de este abogado, político y empresario, permitió unir lo que para muchos era imposible: el aceite y el vinagre.

Somos muy complementarios. Somos dos mitades que forman un conjunto muy bueno... Él tiene sensibilidad a causas sociales, con las que yo simpatizo mucho. Y vamos a ganar, dice en entrevista con La Jornada.

Hijo del ex gobernador Eduardo Elizondo, militó 13 años en el Partido Acción Nacional (PAN). Fue senador, secretario de Energía, gobernador interino, secretario de Finanzas y tesorero del estado. Durante estos años pudo comprobar la descomposición que afecta actualmente al blanquiazul. Algo parecido le sucedió a su ahora compañero de la Alianza por la Grandeza de Nuevo León, cuyo lema es Para meter a la cárcel a los corruptos.

Yo me salí del PAN y a Jaime le pasó algo similar en el PRI. Somos dos hombres desencantados de sus partidos, convencidos de que la descomposición interna es lo que está originando el mal que queremos resolver. El engrane faltante en la maquinaria de la República Mexicana se llama ciudadanía.

Además de esa declinación, El Bronco sigue sumando apoyos, como el del empresario Fernando Turner y los últimos, el de la senadora panista Verónica Sada, la ex diputada de ese partido Patricia Durán y el ex dirigente del PAN Manuel Espino.

Escenario inédito

Las fotos de su padre y abuelo, hombres comprometidos con la democracia y la justicia social, están colgadas en su oficina. La estirpe a que pertenece, dice, lo obliga a seguir buscando un cambio para México: Toda mi vida en el servicio público ha sido dominada por una idea obsesiva: cambiar México, cambiar nuestra comunidad y dejar un lugar mejor para las futuras generaciones. Mi objetivo es como una brújula. Y no se me pierde.

Fueron muchas horas de introspección antes de tomar una decisión que permite a Nuevo León ofrecer un escenario electoral inédito; tanto, que ni siquiera está previsto en la ley. “Siendo honesto, no me costó tanto sacrificio porque estaba cambiando el arado por la cosecha. No quería ser gobernador; quería lograr lo que se puede lograr siendo gobernador.

–¿Su alianza con El Bronco es ilegal?

–Ilegal, efímera, contra natura y no sé que tantas cosas andan diciendo... (risas). Es una alianza inédita; es más apropiado ese calificativo que ilegal.

–Es algo que no está previsto en la ley. Se podría decir que es una unión ética, moral...

–Sí, pero no es un pacto entre Fernando y Jaime. Es un pacto de los dos con la sociedad. Por eso lo hemos hecho tan abierto, tan público. Desde leer los compromisos y firmarlos con público. La sociedad nos obliga a cumplirlo.

–¿Qué garantías tiene de que El Bronco cumpla lo que prometió?

–La comunidad es mi garantía. ¿O qué? ¿Le iba a pedir prenda del caballo o la hipoteca de algún ejido? Pues no.

–Si llegan a la gubernatura, ¿cómo se repartirán el poder? ¿El poder se puede repartir?

–No. El objetivo no es repartir el poder, sino las responsabilidades para lograr el propósito que tenemos que compartir. Cada quien tiene que hacer su chamba. La parte administrativa, financiera, técnica, organizativa y de relación con la sociedad son fortalezas mías. Él aporta todo lo que trae, que es su conexión con gente más popular, la sensibilidad de esa gente y la enorme habilidad para el manejo político; el carisma personal que no tengo yo. Además, no somos él y yo, sino que estamos sumando a muchos más. Hay una gran esperanza, y es del mismo tamaño la responsabilidad.

–¿Se podría decir que usted es el candidato de los ricos y Jaime Rodríguez el de los pobres? ¿Nigeria y Noruega, juntos...

–No me reconocería como el candidato de los ricos. La verdad es que me siento muy identificado con la gente pobre, y me siento muy bien cuando estoy entre pobres y siento que les estoy ayudando. Es mi sensibilidad a los pobres, y si no la tuviera no hubiera permitido que Jaime y yo nos identificáramos.

–A pesar de que usted dice que no es el candidato de los ricos, los ricos lo quieren mucho...

–También me quieren mucho los pobres. Yo entré a la política tardíamente, cuando ya tenía una vida hecha como abogado y financiero, y la había hecho en medio de los negocios, donde conozco a todo mundo. Me ven como alguien conocido y alguien confiable, porque fui abogado de muchos. Llevo en el morral secretos guardados por mi deber de sigilo profesional. Nunca le he incumplido a nadie, nunca he hecho nada que agravie a la sociedad. Sí, me he ganado esa confianza.

La descomposición

Además de tenerle confianza, los simpatizantes de Fernando Elizondo lo destacan por su honradez, bondad y sencillez; su determinación para trabajar y organizar ciudadanía. Primero en 1985, como secretario de la Asamblea Democrática, agrupación política que formuló, promovió y consensuó entre miembros de diversos partidos políticos una iniciativa de ley electoral estatal que establecía el control ciudadano para garantizar elecciones libres y transparentes.

“En el proceso de democratización de México, los partidos dominantes –PRI, PAN y PRD– se degeneraron. Esa descomposición generó una proliferación de corrupción e incompetencia en las estructuras gubernamentales, y de eso emana una cantidad enorme de los males que estamos sufriendo.”

–¿Cómo se puede arreglar esa descomposición?

–Yo lo traté desde dentro del PAN, a escala estatal y nacional. Y fracasé como panista, y vi que eso estaba en fase terminal; está más allá de alguna posible reparación. Fue cuando renuncié.

–Para algunos panistas, usted es un traidor...

–Sí, eso me duele mucho. Son los que no entienden por qué me resultó inaceptable seguir en el PAN. Yo no traicioné ni mis ideales ni a mis amigos. Seguí pensando igual, fue el PAN el que cambió de forma de actuar, no yo, el que cambió de forma de pensar.

–¿Fue Acción Nacional el que lo traicionó?

–Así es. Eso refleja bien la realidad.

–¿Por eso su declinación no fue en favor del PAN, que era de donde usted venía?

–Porque el PAN es parte del problema que hay que arreglar. Si hubiera querido hacer un acuerdo con Felipe de Jesús Cantú, tenía que negociarlo con alguien más, porque él no tiene el control. Y Jaime es su proyecto y éste era mi proyecto. Entonces, fue fácil conjuntarlos.

–¿En manos de quién está el PAN Nuevo León?

–Grupos, la onda grupera. Proyectos políticos que están jefaturados por una persona e integrados por otros jerárquicamente inferiores, que tienen intereses... hacen negocio, sacan provecho de las posiciones de servicio público; de allí surge la corrupción. El grupo San Nicolás es muy fuerte, el grupo de Fernando Larrazábal, el de Margarita Arellanes...

–¿Aprendieron bien del PRI?

–No tan bien. El PAN es una mala copia del PRI. Para cuando despertaste el dinosaurio ya estaba allí.

–¿Cuál es el futuro del PAN?

–No tiene futuro. Va a ir declinando, a quedarse como un partido mediocre, pequeño, de pocos corruptos...

–¿Usted dijo que sabía que no iba ganar, pero iba a dar la batalla. Ahora todo indica que usted y El Bronco sí pueden ganar?

–Ahora, sin duda, vamos a ganar. Tengo la plena convicción. Si antes de tomar esta decisión ya Jaime tenía una posibilidad de ganar, ahora para mí es prácticamente seguro, salvo alguna catástrofe.

–¿Catástrofe, como un fraude electoral?

–Enfrentamos fuerzas tan terriblemente perversas, que todo es posible. Cuando se ha mencionado lo del macrofraude y se impide una victoria que realmente se haya dado, es realmente un escenario donde yo sí contemplaría que toda esa esperanza y entusiasmo se convertirían en coraje. No se que pasaría. Y no es amenaza.

–¿Su objetivo seguirá siendo luchar por la democracia en México?

–La misión es dejar un mundo mejor para los que vienen. Estoy convencido de que esa es nuestra misión como seres humanos.

–¿Cuál es el valor supremo que mueve su vida?

– El amor.