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Con leds que se activan con el movimiento de brazos, Safe Ride avisa cuando se da vuelta

Alumnos de la UNAM desarrollaron un chaleco inteligente para ciclistas

La prenda también se conecta a teléfonos móviles; notifica en Twitter cambios de aceleración

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En la parte trasera del chaleco, los leds están colocados en forma de direccionales que se prenden cuando el ciclista estira los brazosFoto cortesía de la UNAM
 
Periódico La Jornada
Martes 12 de mayo de 2015, p. 3

Hacer visibles los trayectos nocturnos a bordo de la bicicleta, a fin de salvaguardar la integridad de los conductores en un entorno público –que privilegia al automóvil– es la finalidad primaria de Safe Ride, el primer chaleco inteligente creado en la UNAM, por Damián Real, estudiante de física, y Roberto Rivas, egresado de matemáticas, ambos de la Facultad de Ciencias.

Es una prenda pensada para los viajes nocturnos o de madrugada; nos hemos dado cuenta de que se necesita mayor visibilidad para evitar accidentes en la noche. Intentamos desarrollar un chaleco que fuera cómodo, barato, simple y que permita usar el lenguaje que utilizan los ciclistas para alertar sobre las vueltas y así tener mayor luminosidad, explicó Damián Real.

A prueba de lluvia

La prenda cuenta con leds en la parte trasera en forma de direccionales, que prenden intermitentemente cuando el ciclista estira el brazo correspondiente para solicitar el paso a la circulación; así avisa que hará una vuelta o cambiará de carril.

“Una de las ventajas respecto de otros productos similares es que es inteligente. Tiene un sensor que se puede autocalibrar, es decir, se programó un algoritmo con el cual se autoajusta el sensor, según la posición que adopte el ciclista. No envía señales falsas y al estirar el brazo se prende la direccional. Incluso, puede usarse bajo la lluvia y no tiene ningún problema”, apuntó Roberto Rivas.

Safe Ride aparenta ser un chaleco convencional con superficie porosa; su sencillez no es delatada ni por la pila de litio de 3.7 voltios recargable que alimenta su circuito mediante un convertidor de corriente.

El circuito consta de un cerebro central y un arreglo de leds; este último se halla en la parte trasera en forma de flechas (direccionales), que se encienden si los sensores detectan el movimiento.

Pero no es sólo un artilugio luminoso; también cuenta con una conexión directa al teléfono móvil. Entonces, si la bicicleta sufre cambios de aceleración, permite alertar a los usuarios suscritos vía Twitter.

Además, posee un acelerómetro que tiene tres ejes; así, en el momento en el que sufre un cambio en la aceleración del eje X, que podría ser el frontal, lo registra en el cerebro, que está programado para percibir los cambios.

Al sentir una variación, manda con el módulo Bluetooth una señal al celular y este dispositivo móvil, con la API (Application Interface) de Twitter, la envía a los usuarios registrados con la geolocalización para saber dónde ocurrió. No es sólo una prenda, sino un sistema de alerta y seguridad, abundó Damián Real.

En opinión de Real, la función primaria del chaleco ya está dada; ahora toca la etapa del mercado, que esperamos se concrete a finales de mayo y que la prenda unisex y unitalla cueste alrededor de 600 pesos.