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Son las primeras cineastas de adultos inculpadas de violar las nuevas leyes de porno online de GB

Directoras dominatrices, en líos con autoridades británicas

Las estrictas reglas homologan la pornografía de nicho en Internet con los devedés en las sex shops

Megana Furie retiró su material de la web

Mistress R’eal podría enfrentar multa de 10 mil libras

Difundían desde retratos detallados de violencia hasta escenas de actividad criminal, según la Atvod

Foto
Fotografía capada por Christophe Mourthe en 1997, tomada del libro 1000 Dessous, de Gilles Néret, editorial Taschen
The Independent
Periódico La Jornada
Sábado 9 de mayo de 2015, p. 6

Londres.

Dos pornógrafas dominatrices se han convertido en los primeros cineastas de adultos inculpadas de violar las nuevas y estrictas leyes que regulan la pornografía en línea en Gran Bretaña.

En diciembre, cientos de pornógrafos participaron en una demostración de face-sitting (práctica consistente en sentarse en la cara de la pareja) frente al Parlamento, en protesta contra las nuevas reglas que homologan la pornografía de nicho en Internet con los devedés en las sex shops. Señalaron que las normas prohíben de hecho una variedad de actos sexuales en las películas, entre ellos el face-sitting, los estrangulamientos, bastonazos y azotes.

Ahora, en el primer veredicto de su tipo, la Autoridad de Televisión por Demanda (Atvod, por su acrónimo en inglés) ha encontrado que videos de la dominatriz profesional Megara Furie y una dominatriz galesa que opera bajo el nombre de Mistress R’eal transgreden las nuevas reglas.

El organismo señaló que ambas infringen normas orientadas a prohibir escenas que van de retratos detallados de violencia a escenas de actividad criminal.

Según la Atvod, el material pornográfico prohibido en los sitios web incluía intensa flagelación, que probablemente causaría daño físico duradero; provocar dolor a una persona que parece incapaz de retirar el consentimiento, y repetidas patadas fuertes en los genitales, que parecen ocasionar sangrado.

Críticos de las nuevas normas han argumentado desde hace tiempo que la pornografía de nicho aún puede acceder a contenido prohibido en el Reino Unido observando videos filmados en el extranjero, y que las reglas equivalen a censura arbitraria, en tanto Myles Jackman, abogado especialista en obscenidad, comentó que el caso mostraba que los reglamentadores hacen su propia interpretación de las leyes de obscenidad según se presentan las circunstancias.

Un vocero de la ONG Backlash UK, que hace campaña por la libertad de expresión sexual, añadió: La Atvod se ha erigido en el buscador general de pornografía de Gran Bretaña... el único propósito de este nuevo puritanismo es la vigilancia y el control masivo, bajo un pretexto de protección.

Sin embargo, la Atvod manifestó que se vio obligada a actuar porque el contenido de los videos “fue más allá de lo que sólo puede ser vendido a adultos en las sex shops”, y que los dos sitios web también omitieron asegurarse de que los menores de 18 años no tuvieran acceso a la pornografía.

Megara Furie, de 31 años, quien se describe como dominatriz profesional, afirmó que le asqueó saber que su contenido estuviera disponible para menores, y que canceló su sitio de inmediato una vez que la autoridad le informó de ello.

La Atvod señaló que en vista de que Megara Furie retiró de inmediato el material ofensivo no fueron necesarias mayores medidas, pero que habría más acción coercitiva respecto a Mistress R’eal. Si el sitio web de ésta no cumple con los ordenamientos, podría enfrentar una multa de 10 mil libras y perder el permiso de transmisión.

En una advertencia a pornógrafos infractores, Pete Johnson, jefe ejecutivo de Atvod, señaló: Son las primeras órdenes giradas conforme a las nuevos requerimientos estatutarios que homologan los servicios de video sobre pedido (VOD, por sus siglas en inglés) con los distribuidores de devedés del Reino Unido. Si el material es ilegal para distribución en devedé, también lo es en un servicio VOD.

The Independent solicitó un comentario a Mistress R’eal, pero no obtuvo respuesta.

© The Independent Traducción: Jorge Anaya