Sociedad y Justicia
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La cancillería recibió 295 peticiones que involucran a padres residentes en EU

Recuperar a un niño robado es una tarea lenta, difícil, costosa y a veces imposible

Despachos especializados llegan a cobrar no menos de 50 mil pesos sólo por estudiar el caso

 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de mayo de 2015, p. 38

Recuperar a un niño sustraído de su entorno familiar es una tarea difícil, lenta y costosa para los padres afectados, amén de que se vuelve casi imposible cuando ambos progenitores tienen la patria potestad del menor.

Estadísticas elaboradas entre 2008 y 2010 por el Unicef sobre el número aproximado de menores mexicanos sustraídos de su domicilio habitual señalan que la cifra podría alcanzar hasta 230 casos anualmente.

Como sucedió en el caso de una menor que el mes pasado fue llevada de México a Estados Unidos, pero regresó unas horas después, luego de que se comprobó con un examen de AND que la mujer que la reclamaba no era su progenitora, ocurre que niños son sustraídos de sus lugares de residencia en el país o el extranjero por la disputa de la custodia entre los padres.

No se sabe con certeza si la juez familiar del estado de Michoacán que ordenó la restitución inmediata de la referida menor a su supuesta madre (quien vive en Estados Unidos) obedeció a que la juzgadora mexicana privilegió el principio del interés superior del menor (previsto en tratados internacionales y en la Constitución mexicana), o si pesó el hecho de que autoridades estadunidenses apoyaron a la supuesta mamá y con ese propósito presionaron a las autoridades mexicanas.

En la práctica, el trámite legal para que un padre o una madre pueda recuperar a su hijo (a) que fue sustraído de manera ilegal (regularmente la sustracción la realiza un familiar y/o el padre o madre que no tiene la custodia del menor) es complejo, por lo que requiere de la labor de un abogado especializado en materia familiar.

Entre otras razones, las controversias para restitución internacional de menores son complicadas porque en ellas no se resuelve sobre la custodia, sino únicamente sobre la repatriación de niños que fueron sustraídos del país donde residían, explicó Víctor Manuel Gamboa Ruyán, abogado especialista en derecho familiar.

Según Gamboa, el trámite judicial de restitución de menores es de los más tardados y difíciles de litigar en los tribunales, pues llegan a tardar entre tres y ocho años.

A lo anterior hay que añadir que si bien los costos de honorarios de un bufete jurídico pueden variar, un despacho como el que encabeza la abogada Ana María Kudisch (con maestría en derecho familiar y una de las litigantes de mayor prestigio en México) no cobra menos de 50 mil pesos, tan sólo por estudiar un caso.

A esa cantidad hay que agregar el costo del juicio (copias, trámites, viáticos por viajes al extranjero, pago a peritos sicólogos) y los honorarios de los abogados, por lo que al final el padre o madre afectado podría llegar a pagar al menos 300 mil pesos, informaron a La Jornada abogados consultados.

De inicio, quien tiene la custodia del menor debe acudir a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para reportar la sustracción del menor, cuando se sabe que éste se encuentra en algún otro país.

A la par, el padre o madre debe reportar el incidente ante el juez de lo familiar de la entidad donde el menor tenía su residencia habitual, mediante un recurso que se denomina incidente de restitución de menor.Entre 2008 y 2014 se han presentado ante la SRE 2 mil 14 solicitudes de restitución o retorno de menores que involucran a 2 mil 965 niños, niñas y adolescentes de origen mexicano.

Actualmente la cancillería mexicana tiene un registro de 397 casos activos que involucran a 587 menores, de los cuales 77 por ciento corresponde a disputas entre padres que residen en México y EU.

Estadísticas de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior de la SRE refieren que, de estos casos activos, 143 son considerados como entrantes, es decir, de niños que fueron trasladados del extranjero a México; en tanto que 254 son salientes, es decir, implica casos de menores cuyos padres los llevaron del país a alguna otra nación.

Durante 2014, la cancillería recibió 295 nuevas peticiones; la mayoría involucran a padres con residencia en territorio estadunidense.

Después de Estados Unidos, según la dependencia, las peticiones de retorno de menores provienen de España, Honduras, Colombia, Canadá, Francia y Suiza.