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La mayoría de las víctimas, jóvenes marginados de 18 a 30 años de edad, señala ONG

Documentan 127 casos de tortura policiaca en Chihuahua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de marzo de 2015, p. 34

Ciudad Juárez, Chih.

El Centro de Derechos Humanos Paso del Norte (CDHPN) informó ayer en conferencia de prensa que ha documentado 127 casos de tortura policiaca de noviembre de 2011 a diciembre de 2014, entre ellos el de una joven que fue torturada sexualmente frente a su esposo, y el de tres personas a quienes policías atormentaron hasta que dijeron que eran extorsionadores.

El sacerdote Óscar Enríquez, director del CDHPN, aseguró: La mayoría de las personas que se han atrevido a presentar denuncia por tortura son jóvenes de 18 a 30 años de edad, originarios de colonias pobres, marginadas, y son muy pocos los casos de personas de sectores económicos más altos. Asimismo anunció que el CDHPN se sumó a la campaña nacional Rompiendo el Silencio, con la cual se pretende visibilizar la tortura sexual contra las mujeres detenidas.

Mencionó el caso de Cristel Fabiola Piña, detenida con su esposo, Leobardo Gilberto de la O, el 12 de agosto de 2013 en su casa de la colonia Bosques de Warefill, adonde agentes encapuchados de la Policía Ministerial del Estado derribaron la puerta y preguntaron por armas y drogas.

Indicó que, según parientes de la joven, ésta y su compañero fueron llevados a una bodega y ahí varios agentes abusaron sexualmente de ella ante su esposo, a quien golpearon y torturaron asfixiándolo. Sostuvo que los uniformados aplicaron descargas eléctricas a Cristel y a Leobardo hasta que los obligaron a decir que eran extorsionadores y hasta hoy están a la espera del juicio oral sin que lo hayan programado por falta de pruebas, ya que la autoinculpación ya no es prueba válida en el estado.

Otro expediente es el de los hermanos Juan, Jesús y Luis Figueroa, detenidos en su casa el 18 de enero de 2012 por la policía ministerial, cuyos efectivos allanaron el domicilio y se los llevaron sin orden de cateo ni de aprehensión a sus instalaciones, donde fueron torturados física y sicológicamente hasta que se declararon responsables de extorsión a comerciantes.

Como los agentes solamente contaban con la confesión, los jóvenes salieron libres y actualmente reclaman reparación del daño por la tortura y por las lesiones que padecieron.