Capital
Ver día anteriorSábado 14 de marzo de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Los aspirantes fueron impuestos bajo la lógica de que el acuerdo mata al estatuto, acusa

En designación de candidatos, la cúpula del PRD actuó como pandilla: Quintero

Inscribieron a última hora a personas que no participaron en los procesos de selección, señala

 
Periódico La Jornada
Sábado 14 de marzo de 2015, p. 28

En la designación de candidatos a diputados locales, federales y jefes delegacionales, los dirigentes del PRD actuaron como pandilla repartiéndose lo ajeno, afirmó el líder de la corriente Unidad y Renovación (Unyr), Armando Quintero.

En entrevista, dijo que los aspirantes registrados para competir en el proceso electoral del 7 de junio fueron impuestos en la ya clásica lógica perredista, en la que el acuerdo político mata al estatuto, pues no se respetaron las normas que rigen al partido ni la convocatoria para elegir a los candidatos.

En no pocos casos, abundó, se inscribió a última hora a personas que no participaron en el registro de precandidatos ni en las precampañas, entre ellos, el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida, y el hermano del actual procurador capitalino, Ricardo Ríos Garza.

Señaló que en las negociaciones de la dirigencia perredista se impuso a candidatos sin trabajo político en los distritos y delegaciones. Se actuó de manera sectaria y antidemocráticamente, con lo que a las representaciones genuinas y verdaderas se les excluyó, criticó.

Al señalar que no hubo pluralidad, destacó el caso de la delegación Iztacalco, donde la ex delegada Elizabeth Mateos y su esposo, Carlos Estrada, se quedaron con 50 por ciento de los cargos de elección popular.

Armando Quintero indicó que su equipo político analiza impugnar los registros, aunque reconoció como difícil que pueda haber una rectificación en las candidaturas por esa vía. El control del partido lo tienen tres grupos, cuyo comportamiento político es lo más parecido al de una pandilla, en la que sólo son válidos sus acuerdos.

Ante ello, adelantó que valorará con toda responsabilidad su permanencia en el PRD, que junto con otros compañeros fundó en 1989. A la hora de repartirse los cargos no respetan ni sus propios estatutos ni sus convocatorias, resaltó.