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Subcomandantes envían una carta a Emilia Sosa Marín, viuda del mayor Félix Serdán

La lucha es una luz que se alimenta cada día y a todas horas, dice el EZLN
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 2 de marzo de 2015, p. 26

San Cristóbal de las Casas, Chis.

La lucha no es un relámpago coyuntural que ilumina todo y desaparece sin más, sino una luz que, aunque pequeña, se alimenta todos los días y a todas horas, afirmó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

En una carta enviada a Emilia Aurora Sosa Marín por la muerte de su esposo, Félix Serdán Nájera, mayor honorario del EZLN, agregó que la lucha es una luz que no se pretende única y omnipotente, sino que tiene como objetivo unirse a otras, no para alumbrar un monumento, sino para iluminar el camino y no perdernos.

En pocas palabras, continuó, la lucha no se vende, no se rinde y no claudica. Él (Serdán Nájera), como usted, siempre nos hablaron y hablan con la pala- bra sencilla y verdadera de quienes comparten sueños, dolores y empeños.

Subrayó que sin desgastarse en las miradas y palabras de arriba, ustedes dos han tenido siempre el corazón abierto para quienes son como nosotras, nosotros. Para quienes no confiamos para nada en el sistema que nos oprime, engaña, ataca. Para quienes, con la misma tierna rabia que se adivinaba en la mirada del mayor insurgente Félix Serdán y en usted, doña Emilia, construyen sin aspavientos, sin ceremonias inútiles y sin declaraciones estruendosas, los mil espejos de la libertad.

Abundó: Usted y él nos han mostrado en vida, que el compromiso y el ser consecuentes no se alardea, que no se mide en templetes, reflectores, grandes discursos y calendarios fatídicos.

En la misiva, firmada por los subcomandantes insurgentes Moisés y Galeano, el grupo rebelde expresó: Acá, también duele y da pena el fallecimiento, la madrugada del pasado 22 de febrero, de don Félix Serdán Nájera, oficial honorario que fue de nuestro Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Acá, dijo, recordamos la mirada tierna y firme de don Félix, pero también la presencia de usted. Como si en ambos se completara el andar. Por eso le decimos que nos duele la ausencia de él. Pero también nos duele el dolor que ahora tiene en su corazón, doña Emilia.

Señaló: Vimos que una bandera, la rojinegra del EZLN, arropó el reposo final de nuestro compañero. Con ella y en ella estuvimos y estamos las mujeres, hombres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Con ella y en ella estamos con usted, doña Emilia.

Entre otros mensajes, el EZLN puntualizó en la posdata: “Según nos dicen compas del equipo de apoyo de la Comisión VI del EZLN, ya le entregaron una pequeña ayuda que le mandamos en cuanto supimos la triste noticia. Con esta carta le deben entregar otro tanto. No es mucho, porque nuestras posibilidades son reducidas. Pero el apoyo entre compas no tiene medida. Conocemos bien que eso no alivia el dolor de la ausencia, pero sabemos que padece también dificultades económicas por la larga enfermedad de nuestro compañero. Estamos seguros de que l@s compas de la Sexta en todo el mundo estarán, como nosotros, pendientes de apoyarla en lo posible”.