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El aspirante a llegar a la SCJN considera que tiene el perfil idóneo para el cargo

Las instituciones democráticas requieren ministros independientes: Hernández Orozco
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Horacio Armando Hernández es un juzgador con más de 14 años de experiencia como especialista en materia penal y egresado de la Escuela Libre de DerechoFoto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de marzo de 2015, p. 13

Este país necesita educación, la creación de fuentes de trabajo, combate efectivo a la corrupción, ciudadanos de a pie comprometidos con su país, gente trabajadora, consideró el magistrado Horacio Armando Hernández Orozco, quien a sus 50 años busca cubrir la vacante que dejó en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la muerte del ministro Sergio Valls.

La tarea de un ministro, sostuvo en entrevista con La Jornada el juzgador con más de 14 años de experiencia como especialista en materia penal y egresado de la Escuela Libre de Derecho, es fundamental para consolidar a las instituciones democráticas, por ello es indispensable tener ministros totalmente independientes.

En una Corte en la que sólo uno de sus integrantes es penalista, Hernández asegura que cumple con el perfil idóneo para equilibrar las posturas de nuestro máximo tribunal del país y aportar ideas jurídicas novedosas que privilegien, ante todo, el respeto a los derechos humanos de los justiciables.

Sí necesita (la SCJN) a un penalista, sobre todo por las leyes de nueva creación en esa materia, y porque están pendientes de entrar en vigor en todo el país algunas de ellas, como el Código Nacional de Procedimientos Penales. Viene el sistema acusatorio adversarial, que se conoce como juicios orales, es un nuevo sistema procesal que requiere el conocimiento sobre estos tópicos. Yo diría que hay una sensibilidad que a veces tenemos los penalistas, porque quieras o no, nos toca vivir lo difícil que es la naturaleza del ser humano, la rudeza, y eso nos vuelve más sensible a los reclamos de justicia, puntualizó.

La Jornada buscó al embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, y al magistrado federal Felipe Alfredo Fuentes Barrera –quienes completan la terna que mandó el Ejecutivo federal–, pero declinaron participar.

Presentamos partes de la entrevista con el magistrado Hernández Orozco.

–¿Por qué quiere ser ministro de la SCJN?

–Es un anhelo natural de los que somos magistrados y jueces de distrito. Creo que mi experiencia profesional y mis conocimientos pueden dar la pauta a seguir construyendo el México que queremos en el ámbito donde me desenvuelvo, que es la Judicatura.

–Ante la realidad mexicana: pobreza, desigualdad, corrupción, una economía dominada por oligarquías, por mencionar algunos de nuestros problemas internos, ¿qué tipo de Corte requerimos?

–La SCJN que necesitamos es la que tenemos actualmente. Estoy convencido de que mis compañeros ministros están haciendo el papel que les corresponde. Los juzgadores no somos entes políticos que puedan establecer un cambio bajo la palestra de la política. Nuestro deber es actuar en apego y respeto a la Constitución. En ese sentido, la Corte, los jueces y los magistrados, una vez que tenemos el caso concreto, emitimos nuestra opinión jurídica y dejamos a un lado cuestiones personales, esa es la función de un buen juez.

–¿En un país de machismo como el nuestro, es preferible ser hombre?

–No, al contrario, yo creo que hay que quitarse las visiones misóginas. La participación de la mujer es cada vez más activa en este país y las leyes están conformadas para darle esta participación, este reconocimiento y apoyo a las mujeres.

–¿Necesitamos más tipos penales para contener a la delincuencia?

–No. Este país necesita educación, creación de fuentes de trabajo, combate efectivo a la corrupción, ciudadanos de a pie comprometidos con su país, necesitamos gente trabajadora.

–¿La corrupción es cultural?

– Hay distintos tipos de corrupción. Hay una muy especial que está dentro del Poder Judicial, que es de carácter intelectual y que se da cuando un juzgador, sea ministro, magistrado o juez, no tiene los conocimientos y experiencia suficientes y aún así protestan un cargo como éstos, porque debes ser lo suficientemente honesto para decir no.

–Un ministro que antes de llegar a la Corte perteneció a otro de los poderes de la Unión o a la iniciativa privada o que tiene vínculos con los llamados poderes fácticos, ¿garantiza independencia e imparcialidad en sus resoluciones?

–Sería un cuestionamiento que le corresponde a los senadores, ellos tienen la suficiente capacidad para determinar responsablemente sobre la designación del próximo ministro, pero sin duda, es fundamental tener ministros totalmente independientes.