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20 años de apoyo a los migrantes
Las patronas

Ejemplo de ayuda al pobre

Con el auxilio que brindan son una escuela para los políticos: Vera

El Plan Frontera Sur, programa de limpieza étnica, dice Solalinde

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Foto Sergio Hernández
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 15 de febrero de 2015, p. 2

Xalapa, Ver.

Durante una misa oficiada a un lado de las vías del tren, en Amatlán de los Reyes, el obispo de la diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, sostuvo que las mujeres de la comunidad La Patrona contradicen el egoísmo, la soberbia y la voracidad que entre políticos y gobernantes han llevado al caos, donde la gente se tiene que mover para sobrevivir.

Este 14 de febrero, las patronas, encabezadas por Norma Romero Vázquez y su madre, Leonila Vázquez, cumplieron 20 años de pararse a un costado de las vías del tren y entregar comida a los migrantes que viajan encaramados en los trenes hacia el centro del país.

Para sus festejos se reunieron activistas y defensores de derechos humanos del país: Alejandro Solalinde, del albergue Hermanos en el camino, en Oaxaca; fray Tomás González, de Tenosique, Tabasco; Prisiliano Peraza, de Sonora; Leticia Valderrama; Rubén Figueroa, y Martha Sánchez Soler, coordinadora del Movimiento Migrante.

En su sermón, Raúl Vera dijo que al quitarse la comida de la boca para dárselo a los demás, las patronas rompen con esa mentalidad chueca y distorsionada de que la comida es una mercancía, cuando de ella depende que vivan los seres humanos; no es posible.

Desde un improvisado altar y sobre una silla, para que los presentes pudieran verlo y escucharlo mejor, el obispo de Saltillo advirtió: Dios quiere que todos coman todos los días, y estas mujeres lo saben, por eso procuran que cuando los migrantes pasan por aquí tengan que comer. El haber nacido en Honduras, en Guatemala, en algún lugar donde las cosas están muy desastrosas, no justifica que se queden sin comer.

Antes, activistas y defensores de derechos humanos hicieron una peregrinación por la comunidad La Patrona, de donde es originario este grupo de voluntarias.

Solalinde mencionó: “Las patronas nos han enseñado que se puede tener una actitud diferente. Ellas han tenido el valor de convertirse de personas que prestan asistencia a ser defensoras de derechos humanos.

Ellas son un testimonio y una escuela para los estudiantes, para los universitarios, las amas de casa, para los políticos. Yo me siento muy orgulloso de estar aquí con ellas, muy emocionado de celebrar con ellas estos 20 años de entrega, que salen del corazón y no sólo del bolsillo, indicó.

Fray Tomás González comentó: “Las patronas nos han enseñado mucho sobre la atención a la población migrante. Son este ejemplo de los pobres, los campesinos, ayudando al pobre. No es la Iglesia oficial, no son las jerarquías, no es una fundación o un instituto, es el pobre que se organiza en familia y que tiende la mano porque vio la necesidad de ayudar al que estaba más necesitado que ellas”.

Plan Frontera Sur, limpieza racial

Los activistas se pronunciaron contra el Plan Frontera Sur, puesto en marcha por el gobierno de Enrique Peña Nieto con el financiamiento de Estados Unidos, el cual tiene el propósito de impedir el paso de migrantes.

Vera López consideró la medida como una “limpieza racial: no les dejan subirse (al tren), porque ahí va a caminar el Plan Puebla-Panamá, y ahí (en el sureste mexicanos y Centroamérica) ya tienen pensado todo el implante para establecer las maquiladoras y lo necesario para producir las mercancías que necesita (Estados Unidos).

El Plan Frontera Sur es una limpieza racial y por eso los hermanos no se pueden subir al tren ¿Y a qué van a obligarlos? Ahora se van a empezar a subir a las lanchas, con el riesgo de que se ahoguen, porque ellos no van a dejar de ir al norte, porque la dignidad y el trabajo es un derecho humano. La educación y la alimentación son un derecho humano, y eso no lo van a parar.

Solalinde consideró el plan como un lobo vestido de oveja, que lleva no a la atención del migrante ni al desarrollo de la frontera sur. Es un programa de limpieza étnica para quitar a los migrantes y dejar limpio para inversiones capitalistas de grandes empresarios. Estados Unidos no quiere ver más migrantes, no mientras no se regula la mano de obra barata. Y ha ordenado a México cerrar la llave.

El plan comprende un gran arco de seguridad en la frontera sur, que viene desde Campeche, pasa por Acayucan, Veracruz, y Oaxaca hasta llegar al Pacífico.

El defensor de migrantes dijo que a siete meses del programa, el resultado no ha sido detener la migración, pero sí incrementar el costo de la corrupción. “Siguen pasando, pero a costo de pagar más a los polleros (traficantes de personas), a los agentes federales y a los de Migración”.

El Plan Frontera Sur es un muro de seguridad, con muchos puntos porosos, que son centros de corrupción. El que paga puede pasar. La mejor llave para abrir ese muro es el dinero, afirmó.

Fray Tomás González señaló que tras la implementación de este programa se “han disparado la violencia, los asaltos y los secuestros masivos; el cobro de cuota de los polleros se ha elevado; la extorsión de parte de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) se ha elevado: antes cobraban mil pesos por pasar y ahora cobran 5 mil”.

Además, el plan está generando nuevas necesidades. Los migrantes pasan más tiempo en los albergues, que funcionan como pequeños oasis de estancias prolongadas. Y hay una frustración entre la población, porque intentan cruzar una, dos, tres veces, y la atención sicosocial se hace más que nunca necesaria.

Quieren quitar a la gente que no interesa porque necesitan la tierra para realizar grandes inversiones, no para el desarrollo de la región, sino para hambrear más y destruir la ecología, sostuvo.

Galardón bien merecido

Junto con un pastel de cumpleaños, las patronas recibieron la noticia de que un grupo de ciudadanos ha presentado un punto de acuerdo en el Senado para que sean promovidas en forma oficial como candidatas a merecer el premio Príncipe de Asturias, por el trabajo humanitario que han realizado durante 20 años.

“Era una sorpresa, pero les voy a adelantar una noticia: hemos promovido un punto de acuerdo para que las patronas sean merecedoras al premio Príncipe de Asturias”, adelantó Martha Sánchez Soler, coordinadora del Movimiento Migrante.

El planteamiento, argumentó, obedece a la necesidad de que se reconozca que los ciudadanos mexicanos no solapan las agresiones a los migrantes en su paso por el país.

Siempre se muestra la parte más dramática de la migración en México, y con esto queremos demostrar que la sociedad civil no es parte de los crímenes que se cometen contra los migrantes. Que al contrario, hay muchas iniciativas de apoyo y solidaridad.

Sobre la noticia y el apapacho que recibieron en la celebración por los 20 años de servicio a los migrantes, Leonila Vázquez Alvizar, de 77 años de edad, fundadora de las patronas, comentó: “Yo me siento contenta, me siento gustosa de llegar a los 20 años –sin saber que se iba a celebrar de esta forma.

Aquí están el padre Solalinde, fray Tomás, fray Raúl. Y me siento muy contenta. Ellos han sido personas que nos echan la mano y nos quieren.

Leonila aseguró que seguirá en este servicio hasta que Dios me preste vida; yo ya tengo mi edad, pero si me acabo, quedan mis hijas. Para ellas la migración es un tema que nunca va acabar, y como ya saben que uno aquí los ayuda, van a seguir pasando.