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No se han modernizado durante los 8 años del secretario Armando Ahued: Gustavo Leal

Sin mantenimiento ni equipo, los 31 hospitales del gobierno de la ciudad

Ha contado con un presupuesto superior a los $30 mil millones de 2013 a la fecha, señala

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En uno de los cuartos del Hospital de Especialidades Belisario Domínguez, es visible la falta de higiene y mantenimiento en los hospitales del Goberno del Distrito FederalFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de febrero de 2015, p. 30

Con un presupuesto de 10 mil 980 millones de pesos para este año, más los recursos federales del Seguro Popular, los 31 hospitales del Sistema de Salud del Gobierno del Distrito Federal (GDF), que encabeza desde hace ocho años Armando Ahued Ortega, mantienen una serie de deficiencias, originadas por el poco o nulo mantenimiento tanto a las instalaciones –algunas de las cuales tienen en promedio más de cinco décadas de antigüedad– como al equipo; faltan insumos y hay una gran demanda de servicio, para atender a 4 millones de personas.

Asimismo, enfrentan rezagos los nosocomios que han sido remodelados y/o ampliados, como Xoco, Rubén Leñero o Milpa Alta, entre otros, o los construidos en los pasados tres lustros, entre ellos los hospitales generales Dr. Enrique Cabrera, Belisario Domínguez, Ajusco Medio y el Materno Infantil Emiliano Zapata.

Un día pueden estar funcionando los tomógrafos y el aparato de rayos X, pero al otro no, y hay que esperar que haya presupuesto para su reparación; en tanto, se manda al usuario a otras unidades o se le pide que regrese otro día. Ese es el pan nuestro de cada día, señala personal médico y de enfermería de los distintos hospitales.

Gustavo Leal, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, aseveró que Marcelo Ebrard Casaubon, cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, se dedicó a fomentar durante toda su administración, la incoherente edificación de infraestructura de segundo nivel con recursos privados, careciendo de una política integrada para vincularlos de manera correcta al primer nivel, y que el desde ese entonces secretario de Salud local, Armando Ahued Ortega, no ha modernizado.

Detalló que entre 2007 y 2012, el secretario de Salud capitalino recibió del gobierno federal para el Seguro Popular casi 9 mil 500 millones de pesos. Sin embargo, advirtió Leal, su pobre rendición de cuentas impide precisar cuánto subroga a establecimientos privados y cuánto destina a la salud pública.

Desglosó que en 2013, Ahued Ortega dispuso de 6 mil 121 millones de pesos para la Secretaría de Salud y 3 mil 571 millones de pesos correspondientes a los servicios de salud pública del Distrito Federal, en total: 9 mil 692 millones.

Un año después, contó con 10 mil 123 millones de pesos, y para 2015, suma 10 mil 980 millones de pesos, más los recursos federales del Seguro Popular.

Durante un recorrido por diversos hospitales, el reclamo de los médicos es la falta de mantenimiento a instalaciones, las cuales en época de lluvias tienen goteras, o de plano se inundan algunas de sus áreas. Mientras quienes acuden a los servicios de urgencia aseguraron que han llegado a pasar más de 24 horas en una camilla, porque no hay camas, y además hay escasez de medicamentos.

Afirmaron que cuando alguna autoridad los visita, pintan y lavan los pisos, y hasta aparecen por arte de magia cobijas y sábanas nuevas, cuando en realidad pasan semanas sin medicamentos tan básicos como los que se requieren para estabilizar a un diabético.

En el Hospital General Xoco, construido hace 53 años, la prioridad al parecer han sido los cambios cosméticos en su estructura, con remiendos, ya que a decir de su personal sólo cuentan con lo elemental para operar, mientras que al interior hay camas y mobiliario que datan de la época de su fundación, se pueden ver baños y áreas de sépticos (donde se guardan los cómodos) sin puertas, así como aparatos que no sirven.

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Las áreas que deberían estar confinadas para evitar infecciones se encuentran expuestas en el Hospital General XocoFoto La Jornada

Aquí atendemos a muchos pacientes politramautizados y existe, por ejemplo, un aditamento que nos permitiría salvar más vidas y lograr una recuperación más rápida del enfermo. No lo tenemos, aunque lo hemos pedido, comentó un neurocirujano.

Señalaron que, hasta hace poco, los cubículos –estancias en donde se distribuyen seis camas– de los tres pisos de hospitalización no tenían iluminación. Actualmente sin lámparas se encuentra el primer piso destinado a cirugía general y neurocirugía. Imagínese cómo trabajan en el turno nocturno, advirtieron.

El Hospital General Enrique Cabrera se puso en operación en noviembre de 2006. Sin embargo, la pasada temporada de lluvias aparecieron goteras y hubo que cerrar algunos cubículos, porque el agua comenzó a filtrarse por las paredes, recordó una enfermera.

En el Materno-Infantil Milpa Alta sucede algo similar, ahí se inunda el área de urgencias, tenemos que andar sacando el agua, refirió un camillero.

Una doctora del Hospital de Especialidades Belisario Domínguez, inaugurado en 2005, aseguró que la unidad no cuenta con monitores suficientes, los ventiladores no sirven, tampoco hay barómetros, por lo que tienen que llevar su equipo personal.

Sin embargo, añadió, lo peor es que hay una fuga de agua en el segundo piso, ocasionada por un aparato descompuesto que tiene más de dos años de haber sido reportado. El agua ya empezó a filtrarse al piso de abajo, donde se encuentra el área de cirugía, es un riesgo, pero no hacen nada.

En el Hospital General Ajusco Medio, abierto en abril de 2010, hay equipo, pero no hay insumos suficientes ni personal para operarlos.

Antonio Vital, de la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos, recordó que el Hospital General Rubén Leñero , que se fundó en 1957, estuvo prácticamente cerrado unos ocho años, en remodelación constante.

Esas obras provenían de gobiernos anteriores al de Cuauhtémoc Cárdenas y costaron tres o cuatro veces más que si se hubiera vuelto a construir.

En el caso de los hospitales nuevos, agregó, que si bien es cierto han tenido un abastecimiento de equipo, enfrentan problemas de operación por los insumos que se necesitan, en algunos casos para las radiografías, tomografías o reactivos del laboratorio. Funcionan, pero hay un déficit.

Desde la semana pasada se solicitó a la Secretaría de Salud del Distrito Federal información sobre la situación de los hospitales del GDF, incluyendo el programa de mantenimiento, remodelaciones, y cuántos pertenecen al Programa de Hospital Seguro, entre otros temas, sin que a la fecha haya respondido.