Sociedad y Justicia
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El Papa da el primer paso a la beatificación del arzobispo

El salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, mártir de la Iglesia
 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de febrero de 2015, p. 39

San Salvador.

El papa Francisco decretó este martes que el arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero murió asesinado en 1980 víctima del odio a su fe católica, con lo que aprobó una declaración de martirio que sienta las bases para su beatificación, en una decisión que fue celebrada por católicos y laicos de este país centroamericano.

Romero, defensor de los derechos de los pobres, conocido como la voz de los sin voz, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador contratado por un escuadrón de la muerte de ultraderecha que comandaba el mayor de inteligencia Roberto D’Aubuisson.

Un día antes, monseñor Romero había pedido a los militares en una homilía: En nombre de Dios y de este sufrido pueblo les ruego, les suplico, les ordeno, en nombre de Dios, cese la represión.

Sectores de extrema derecha acusaban a Romero de ser agitador político por sus denuncias contra las graves violaciones a los derechos humanos de la dictadura militar de entonces.

Romero, abatido cuando oficiaba misa en un hospital para enfermos de cáncer, se había pronunciado contra la represión del ejército salvadoreño al comienzo de la guerra civil de 1980-1992 entre el gobierno de derecha y rebeldes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Su asesinato presagió un conflicto sangriento que dejó unos 75 mil muertos.

Jorge Mario Bergoglio autorizó a la publicación del decreto sobre Romero tras recibir en audiencia este martes al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Normalmente los expertos vaticanos deben certificar un milagro para que una persona sea declarada beata, pero si se trata de alguien muerto en la defensa de su fe, ese requisito puede pasarse por alto. La causa de Romero se vio demorada entre otras razones por dudas acerca de si fue asesinado debido a su actitud de apoyo a los pobres o por su fe.

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El arzobispo Óscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado a tiros cuando oficiaba misa en un templo de San Salvador, el 24 de marzo de 1980Foto Foto Ap/ Archivo

En agosto, el Papa argentino dijo que se había desbloqueado el proceso de beatificación de Romero para avanzar con mayor rapidez, pues el arzobispo era un hombre de Dios.

Nos hemos desayunado con esta grata noticia del papa Francisco anunciando que reconoce oficialmente el martirio de monseñor Romero y declarándolo beato, dijo monseñor Rafael Urrutia, encargado de promover la causa de beatificación de Romero. Dios está pasando de nuevo por El Salvador con esta noticia que es una invitación a la reconciliación de la paz, a la solidaridad fraterna.

Desde este momento básicamente se está declarando santo a monseñor Romero, aunque no de manera oficial, dijo el padre Luis Ayala, párroco de la iglesia de San Benito, ubicada al norte de San Salvador.

Nuestro gobierno reconoce la figura y obra de monseñor Óscar Arnulfo Romero, como guía y luz en el camino hacia un país de bienestar para todas y todos, expresó el presidente, el ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, al iniciar una reunión con el Consejo de Ministros en la capital salvadoreña. El pastor Carlos Rivas, del protestante Tabernáculo de Avivamiento, dijo que era justa la beatificación y orgullo para El Salvador.

Un informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, creada poco después de los acuerdos de paz, determinó que el autor intelectual del crimen fue el ya fallecido mayor Roberto D’Aubuisson, fundador del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que gobernó el país durante 20 años (1989-2009). Los responsables del crimen no serán castigados debido a una amnistía promulgada por el gobierno de Arena horas antes de ser divulgado el informe de la Comisión en 1993.