Opinión
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Ruta Sonora

Lo notable de 2014 (electro I)

L

a música electrónica global, no necesariamente bailable, sigue viviendo en su propio mundo, aportando universos alternos que prescinden de los grandes reflectores. Estas piezas siguen sonando a vanguardia y marcando pautas para lo que se ha de seguir oyendo en 2015. Hoy, la primera parte de lo más destacado en discos de electrónica, de 2014.

1. Kevin Drumm + Jason Lescalleet. The Abyss (Estados Unidos). Dos personajes del arte sonoro actual unen sus desoladores paisajes de ambient crudo, espacial y sintético, para generar bellas camas oscuras de sonidos enigmáticos y expansivos cual galaxia, que vuelven al escucha inmune a la gravedad. Deslumbre. Quietud abismal. Misterio.

2. Arca. Xen (Venezuela / Inglaterra). El venezolano Alejandro Ghersi, avecindado en Londres, afamado por producir tracks a Kanye West y FKA Twigs, en trabajo ambient solista es superior. Metálico, onírico, experimental, osado. Sintes cual batallas de láser, texturas mil, épicas cuerdas orquestales, ecos percusivos, cortes inesperados. Todo un claridoso y espléndido retruécano sónico.

3. Katie Gately. Pipes (Blue eight) (EU). Esta joven neoyorquina de trayectoria fílmica hace un track experimental de 15 minutos (más un lado B de 10) que tardó seis meses en ser ensamblado, donde su voz (procesada ene veces) es el único instrumento multi-armónico, multi-tímbrico y rítmico: dato imperceptible salvo por esporádicos cantos lúdicos. Su escucha caótico-sideral provoca asombro, viaje e inquietud.

4. Gazelle Twin. Unflesh (Inglaterra). Con beats indistintos, mucha intriga, con todo y estructuras pop claras, la productora y autora Elizabeth Bernholz distorsiona su voz como la citada Gately (aquí sí es notorio): cantos, coros, ritmos digitales, producen más tensión que baile. Con todo y su cariz industrial y diseño aterrador, el ánimo es brillante, con ligera remembranza a Fever Ray. Electro-pop del fino.

5. Perc. The power and the glory (Inglaterra). Ruidismo, ambient industrial con agresiva actitud punk. Persistentes camas de audio, distorsiones, reverberancias e interferencias cual errores pródigos; risas maníacas, fantasmales gritos de angustia, claman sobre la situación política inglesa. Atmósferas y beats obsesivos de terror catártico. Genialidad siniestra.

6. Andy Stott. Faith in strangers (Inglaterra). Maestro del sosiego auditivo y la profundidad, deja atrás su techno experimental y hace segunda a su bello Luxury problems (2012), especie de dream-dub experimental, alargado y lento, donde la dulce voz de Alison Skidmore se torna sirena espectral, entre cortinas sintéticas melancólicas y bajos gruesos. Elegantísimo, suave, exquisito.

7. The Bug. Angels & Devils (Inglaterra). El productor Kevin Martin regresa con una ricura ambient sintetizada tanto instrumental-suave como cantada-frenética, que roba timbres al grime, dancehall y dubstep. Maravilla electro-rapper de capas prodigiosas y múltiples invitados vocales que van del ragga y el canto afro-pop al hip-hop oscuro, sin ser del todo esos géneros. De lo más cool del año.

8. Objekt. Flatland (Japón/Berlín). Nacido en Japón, TJ Hertz creció en Londres pero su vida en Alemania le ha hecho estirar sus inicios techno a lugares distintos de lo trillado, con la aprehensión de sus admirados Aphex Twin y Autechre en el ritmo, así como de la ingeniería y deleite tecnológico nipones en los arreglos. Beats metálicos, furtivos. Disco inteligente, creativo, para hacer bailar las neuronas.

9. Fennesz. Bécs. (Austria). Proveniente de la electroacústica, este artista lleva al extremo su guitarra eléctrica, al hacerla sonar a cualquier otra cosa volátil, entre teclados generadores de ruidismo sideral y belleza soleada. No es lo suyo la tristeza ni la oscuridad, sino el sonido esperanzado y flotador, sin dejar de ser extraño, pastoso.

10. East India Youth. Total strife forever (Inglaterra). Joven debut de William Doyle quien, como hace James Blake (más en espíritu que en sonido), lleva sus sonidos electro-arty a un terreno y ánimo pop. Beats ligeros synth-tech o con batería, pianos magros, kraut-beat; a veces instrumental y espacial, a veces con su voz ligera cual de soft-rock. De notoria ascendencia tanto de Bian Eno como de Laurel Halo y Daniel Avery, resulta agraciado.

patipenaloza.blogspot.com

Twitter: patipenaloza