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En esta región ocurre una de cada tres muertes del mundo

Alertan obispos sobre niveles pandémicos de violencia en AL

Pone en peligro las débiles democracias y el desarrollo de los pueblos

 
Periódico La Jornada
Martes 3 de febrero de 2015, p. 12

Obispos de 10 países de América Latina manifestaron su preocupación por los niveles pandémicos de violencia, pues en el continente se localizan 42 de las 50 ciudades más violentas del mundo.

Al concluir el primer Taller de Escuelas de Perdón y Reconciliación (Espere), los purpurados apuntaron que, de acuerdo con los expertos que participaron en el taller, en las naciones latinoamericanas se registra una de cada tres muertes que se producen en el mundo, y se ha institucionalizado el uso de las armas en lugar del uso de la palabra y el diálogo.

En un comunicado, los obispos de Nicaragua, Argentina, Chile, Guatemala, Venezuela, El Salvador, Bolivia, Colombia, Costa Rica y México asentaron que la violencia pone en peligro las débiles democracias (de las naciones), el desarrollo y bienestar de los pueblos, y genera mayor pobreza.

Agregaron que es preocupante el aumento de la violencia intrafamiliar y entre la sociedad, debida a prácticas de venganza, a la cual se suma la violencia subversiva, organizada y (la provocada por) el narcotráfico.

Asentaron que por medio de la pedagogía propuesta por Espere tomaron conciencia de las limitaciones y vacíos teóricos y metodológicos que tienen para responder adecuadamente a la violencia en el continente.

Sostuvieron que la propuesta del perdón y de la reconciliación (asentada) en el Evangelio hace posible transformar las ofensas, el rencor y las dinámicas de venganza en procesos de perdón y reconciliación.

Los obispos se comprometieron a fortalecer, con trabajo sistemático y decidido, la respuesta pastoral del perdón y la reconciliación, pues permite la reconstrucción de las personas y de las relaciones, de las organizaciones y de las instituciones e incidir en la toma de decisiones en las estructuras sociales y gubernamentales, y de esa manera responder a la urgencia que hay en el continente por el aumento de la violencia.