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Es limitado el efecto del gasto público sobre el crecimiento, dice

BdeM mantendrá la tasa de interés en 3%; el consumo interno no se recupera
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de enero de 2015, p. 30

La pérdida en el valor del peso, que se ha depreciado 11 por ciento en el último año, es un reflejo de las preocupaciones por el efecto que la caída del precio del petróleo tendrá en las cuentas del gobierno y en el ingreso de divisas al país, afirmó este jueves el Banco de México (BdeM). Anunció que mantendrá sin cambio, en 3 por ciento anual, su tasa de interés de referencia, que ha disminuido en los últimos dos años para estimular la economía. Destacó la falta de señales claras de una recuperación del mercado interno, a la vez que anticipó una menor inflación para los siguientes meses. Hasta ahora, apuntó, el mayor gasto público ha tenido un efecto limitado sobre el crecimiento.

El tipo de cambio para operaciones de mayoreo, las más representativas del mercado de divisas, llegó este viernes hasta 14.89 pesos por dólar, aunque al cierre de la sesión se ajustó a 14.83 pesos, una depreciación de 11 centavos respecto al jueves, luego que el banco central decidió mantener sin cambio su tasa de referencia, explicó Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base. En las operaciones de menudeo la cotización alcanzó 15.18 pesos por dólar, de acuerdo con Banamex.

La cotización al mayoreo de este jueves fue la peor para el peso desde el 6 de enero, cuando el tipo de cambio fue de 14.84 pesos por dólar. En el último año la moneda mexicana se ha depreciado 11 por ciento.

El Banco de México, en el comunicado donde anunció la decisión de no mover la tasa de interés, expuso que la disminución en el precio del petróleo y la previsión de que permanecerá en niveles bajos por un periodo prolongado han generado un entorno de volatilidad en los mercados financieros internacionales. A ello también han contribuido la expectativa de un cambio en la política monetaria expansiva en Estados Unidos y la desaceleración de la economía mundial, apuntó.

En ese entorno se han registrado depreciaciones generalizadas en las monedas de las economías emergentes, incluida la mexicana.

El valor del peso ha sido particularmente sensible a las caídas del precio del petróleo, en parte reflejando preocupaciones sobre sus implicaciones fiscales y de cuenta corriente (que muestra el saldo del ingreso y salida de divisas del país, en operaciones diferentes a las de los flujos de inversión). Hasta el momento, esos movimientos en la cotización de la moneda nacional se han dado de manera relativamente ordenada, aseguró.

Sin embargo, el banco central no descartó que a futuro se incremente la volatilidad cambiaria, especialmente ante la perspectiva de un incremento en las tasas de interés en Estados Unidos.

Un eventual incremento de tasas en Estados Unidos, que disminuyeron a niveles mínimos históricos para estimular la economía después de la crisis de 2008, podría revertir los flujos de capital financiero que han llegado a países como México, donde los rendimientos son mayores a los que se ofrecen en aquel país, según analistas.

Respecto de la actividad económica interna, el banco central expuso que sigue habiendo una moderada recuperación, particularmente en la evolución favorable de las exportaciones y un mayor dinamismo de la inversión privada.

No obstante, apuntó, el consumo privado sigue sin mostrar señales claras de reactivación, y el mayor gasto público ha tenido un efecto limitado sobre el crecimiento.