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Se han convertido en una carga para los municipios: procurador de Justicia de Zacatecas

Librarse de policías impuestas por el narco, clamor de alcaldes

Señala nula cooperación entre corporaciones locales

Apoya la propuesta de desaparecerlas, a condicion de que haya fondos suficientes para fortalecer las estatales

Tendrían que crecer 300%

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Arturo Nahle García, procurador general de Justicia del estado de Zacatecas, en entrevista con La Jornada Foto Alfredo Valadez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 26 de enero de 2015, p. 29

Zacatecas, Zac.

En muchos lugares del país hay presidentes municipales que piden a gritos que les quiten a su policía, que le tienen miedo a su director de seguridad pública, que no se atreven a correrlo, porque a algunos se los impuso algún grupo del crimen organizado, afirmó Arturo Nahle García, procurador general de Justicia de Zacatecas, a propósito de la reforma de seguridad propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, que plantea la desaparición de las corporaciones municipales.

En entrevista, el abogado penalista, con maestría en juicios orales y amigo del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam (con quien colaboró en el gobierno de Hidalgo) sostuvo que la propuesta es viable, pero sólo si va acompañada de recursos suficientes para fortalecer las 32 policías estatales.

Agregó que tienen razón y no los legisladores federales municipalistas que señalan que la reforma debilita a los municipios, base del sistema federal. Pero también es cierto que las policías municipales se han convertido en una carga delicada para los alcaldes.

Nahle García, quien durante cuatro años al frente de la Procuraduría General de Justicia del Estado ha encarcelado a un centenar de policías de diversos municipios por privación ilegal de la libertad, secuestro, extorsión y homicidios, entre otros ilícitos, dijo estar a favor de la desaparición de las casi 2 mil corporaciones municipales, pues, comparten los mismos problemas:

No tienen suficientes elementos. Están por debajo de lo que recomienda la Organización de Naciones Unidas (al menos 300 agentes por cada 100 mil habitantes). Son poquísimos los municipios que cumplen este requisito, agregó.

Además, el reclutamiento es deficiente: no se verifican la escolaridad ni los antecedentes de los policías, y prácticamente no están capacitados. Si preguntas a un policía preventivo del municipio que quieras qué capacitación tiene en derechos humanos, defensa personal y técnicas de investigación o tiro, encontrarás que muchos no saben siquiera poner unas esposas.

Subrayó que otro problema común es que la gran mayoría de las corporaciones no están suficientemente equipadas; muchas tienen patrullas en mal estado, armamento muy interior al de la delincuencia organizada, y chalecos antibalas deficientes, cuando los tienen.

Mencionó que los agentes municipales están muy mal pagados. Por ejemplo, en muchos de los 58 municipios de Zacatecas los preventivos ganan apenas 6 mil pesos mensuales. Gana más un regidor, pese a que su trabajo no tiene el mismo impacto ni los mismos riesgos, apuntó.

Otro problema grave, agregó, es el altísimo índice de reprobación de policías que presentan exámenes de control de confianza. Muchos reprobaron el toxicológico, otros el sicométrico, y algunos más la prueba del polígrafo, este último porque en la mayoría de los casos técnicamente resultaron con vínculos con la delincuencia organizada.

Una corporación con todas estas deficiencias, necesariamente, forzosamente, es susceptible de infiltración. Sin embargo, aceptó que la corrupción no es exclusiva de las corporaciones municipales.

En octubre pasado venció el plazo que fijó el Sistema Nacional de Seguridad Pública para que las policías municipales y estatales fueran depuradas, y se liquidó a los uniformados que no aprobaron los exámenes. En Zacatecas fueron despedidos casi mil 400 policías, 80 por ciento municipales.

Pero esto, a decir, del procurador, ocasionó otro problema: las policías municipales se volvieron más pequeñas de lo que eran. Además, muchos de los agentes dados de baja “quién sabe qué final habrán tenido. No se descarta que algunos se hayan incorporado a la delincuencia organizada.

“El segundo problema–-continuó– es que el reclutamiento es sumamente tortuoso. Nadie quiere ser policía, y los que se acercan en busca de una oportunidad no tienen la vocación y mucho menos el perfil. Lo hacen en una búsqueda desesperada de un empleo, de un salario”.

Un aspecto muy delicado es la nula colaboración entre las corporaciones municipales, que persiste incluso en localidades muy cercanas, conurbadas, aun después de la depuración.

Los municipios de Miguel Auza y Juan Aldama están a un kilómetro entre sí. Hay cero coordinación y muy escasa colaboración. Ni siquiera las frecuencias de radio de estas dos corporaciones están empatadas, destacó.

El también aspirante a la postulación del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura de Zacatecas, que se disputará en año y medio, señaló que lo mejor es que el Congreso de la Unión apruebe las reformas constitucionales para desaparecer las policías municipales y avale el mando único policial en los 31 estados.

Sin embargo, insistió, para que funcione el gobierno federal deberá inyectar cuantiosos recursos a las entidades Las policías estatales deberán tener el triple de su tamaño actual, incluidos nuevos edificios locales y regionales, porque las comandancias municipales están para llorar, concluyó.