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En el basurero hay vegetación que no podría crecer en tierra arrasada, sostiene

Nula, la posibilidad de que cremaran a los alumnos en Cocula, afirma experto

Si arrojaron los cuerpos a un barranco, habría muestras de ADN, señala Montemayor Aldrete

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El investigador Jorge Antonio Montemayor Aldrete, durante la mesa redonda Imposibilidad de cremación de 43 cuerpos en el basurero de Cocula, Guerrero, celebrada en el auditorio Rolando García del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAMFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de enero de 2015, p. 4

La posibilidad de que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos desde septiembre, hayan sido cremados en el basurero de Cocula, como sostiene la principal hipótesis de la Procuraduría General de la República (PGR), es nula.

A esta conclusión llegaron Jorge Antonio Montemayor Aldrete, doctor en ciencias físicas e integrante del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Pablo Ugalde Vélez, maestro en ciencia de materiales e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAM-Azcapotzalco), en un análisis basado en criterios científicos que realizaron para confrontar la versión del titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, el 7 de noviembre pasado.

Ayer, Montemayor Aldrete ofreció una conferencia en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, por invitación del colegio académico de esa entidad (que contará con una versión completa del análisis), durante la cual mostró fotografías de la barranca donde habrían quemado los cuerpos –publicadas por varios medios de comunicación en noviembre– en las que se observa un espacio con gran vegetación.

Recordó que, de acuerdo con la hipótesis de PGR, la hoguera habría alcanzado una temperatura hasta de mil 600 grados centígrados y se habría realizado el 27 de septiembre. En menos de dos meses en ese terreno no puede crecer nueva vegetación y tendría que estar dañado por el nivel de calor que en teoría se alcanzó.

Otro elemento del análisis científico –elaborado a partir de varias teorías, como las leyes de la termodinámica o de la conservación de la materia– es que, debido a que se trata de una barranca, los criminales tuvieron que bajar arrastrando los cuerpos de los normalistas –la versión oficial señala que algunos ya iban muertos–, por lo cual habrían quedado sobre el terreno restos de ADN, como sangre, cabellos o hasta piel, pues pudieron chocar con rocas o sufrido raspones.

Si los mataron ahí, debe haber sangre infiltrada en el suelo. Para eliminar esa evidencia debieron usar una excavadora que levantara entre tres y cuatro metros de tierra. Esas son huellas de ADN y no era necesario enviar los restos que según encontraron a Austria para su identificación: bastaría con hacer un análisis del terreno.

Montemayor Aldrete –experto en el trabajo de propiedades mecánicas de materiales, quien ha sido asesor técnico en peritajes de la propia PGR, el Poder Judicial, y recientemente apoyó las investigaciones para conocer las causas del accidente que sufrió un grupo de jóvenes universitarios en la carretera México-Toluca– reiteró que para incinerar los 43 cuerpos se necesitarían 33 toneladas de leña de al menos cuatro pulgadas de diámetro o 995 neumáticos, y éstos no pudieron ser colocados uno sobre otro, sino extenderse en todo el terreno, para lo cual se hubiesen necesitado 540 metros cuadrados, un espacio 10 veces más grande que el señalado.

Agregó que si fueran leños, se requeriría de dos tráileres para transportarlos y de un pedido especial para comprar ese lote. De haberse usado llantas, dijo, en el lugar debieron quedar toneladas de restos de alambre de acero al carbón, que representa casi 30 por ciento de los elementos con los que se fabrica un neumático estándar, y si ese metal se hubiese fundido, debieron aparecer rastros de los charcos porque al disminuir la temperatura volvería a ser material sólido.

Dijo que por medio de diversos mediadores tanto él como su colega Ugalde Vélez han ofrecido apoyo como peritos técnicos a los padres de los normalistas y están a la espera de su respuesta.

El documento íntegro de los científicos universitarios.