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Balance de la Jornada

Chivas se hunde y Pumas no gana; incierto futuro para el futbol mexicano

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El goleador Omar Bravo, quien anotó en la derrota del Guadalajara 2-1 en Chiapas, tiene por delante salvar a Chivas del descenso esta temporadaFoto Jam Media
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n un deporte cada vez más globalizado, el futbol mexicano depende en estos aciagos días de las canteras de Chivas y Pumas, y también de los jóvenes talentos que últimamente han surgido en Pachuca y Atlas.

Así que resulta una pésima noticia que el Guadalajara inicie con derrota un torneo donde –quién lo dijera para el otrora Campeonísimo– luchará por salvarse del descenso y que los Pumas arañen apenas un empate en su casa ante un Querétaro sin Ronaldinho.

Se dice que si Chivas anda bien, el balompié nacional también. Entonces, a nuestro futbol le va literalmente de la patada con las mexicanísimas Chivas en el fondo de la tabla porcentual. Los rojiblancos estaban rescatando un punto que les hubiera servido de envión anímico para tratar de superar esta época de vacas flacas, pero todo se derrumbó con un autogol del veterano Carlos Salcido y un tanto a cuatro minutos del final.

Chivas está realizando la gira nacional del adiós (de la primera división), se burlan los rivales del Rebaño, lo que podría convertirse en triste realidad si la presión aumenta con los malos resultados.

Por su parte, las arengas del rector José Narro no surtieron efecto y los Pumas siguen con la malaria del torneo pasado: no saben ganar en Ciudad Universitaria. Y esta vez no perdieron gracias al novel portero Alfredo Saldívar, quien en los minutos finales salvó a su equipo en dramático mano a mano.

El cuadro de la Universidad Nacional Autónoma de México es, después de las Chivas, el equipo que más recurre a jugadores de su cantera. Ante los Gallos Blancos se le escapó la victoria, pero da gusto observar al conjunto auriazul utilizar a ocho elementos universitarios.

El técnico Guillermo Vázquez y el directivo Antonio Sancho, ambos de neta extracción auriazul, prometieron que harían resurgir las fuerzas básicas, tan golpeadas en los últimos torneos y que parecían haberse acabado. Y ayer en la cancha sólo obtuvieron un punto, pero dieron algunos pasos para rescatar una cantera que es vital para el futbol nacional.

En el lado contrario, América recurre a la cartera en su ansiosa búsqueda del bicampeonato. Antonio Mohamed aseguró que las Águilas gastaron 25 millones de dólares para este torneo –y se quejó de que con él no lo invirtieron–, además de la contratación del técnico de moda.

Sin duda las Águilas lucen como un trabuco y Gustavo Matosas es un entrenador que sabe trabajar y da resultados. En una entrada impresionante en el estadio Azteca, los reclamos de los hinchas de La Fiera fueron injustos: le lanzaron al timonel uruguayo billetes de 100 dólares con su foto al centro.

Matosas rescató al León de una década oscura, les dio el título del ascenso y el bicampeonato en el máximo circuito, todo ello conseguido con elementos que fueron desechados por Pachuca y en los que él sí confió. Así que era lógico que se convirtiera en la pieza del deseo de los clubes más poderosos del país.

Al contrario de los equipos titulares de Chivas y Pumas, el América no presentó ningún canterano. Dirán los amarillos que jóvenes de sus fuerzas básicas andan en Europa (Guillermo Ochoa, Diego Reyes, Raúl Jiménez, todos ellos lamentablemente en la banca), pero los triunfos y títulos de un equipo se disfrutan más cuando se consiguen no sólo con buen futbol, sino con jóvenes formados en casa.

Los astros del balompié, y del deporte en general, se manejan a su manera. Ya en sus últimos días, pero Ronaldinho es la gran figura de nuestro futbol. Y por ello, ante la complacencia de la directiva queretana, se da el lujo de llegar a la pretemporada con un mes de retraso –mientras en Brasil se toma fotos con familiares y amigas–, y se perderá las primeras tres fechas del torneo.

Pero todo se le perdonará a Dinho cuando se digne a mostrar algo de su clase. Ya no la gran calidad que tuvo en el Barcelona, por ejemplo, pero algo que le quede en esos botines y que sea digno de ser recordado.