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Sin duda, elegiría como próximo rival a Jhonny González

Fue mi culpa perder, ya no tenía la ambición necesaria: Mares
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Jhonny González y Ábner Mares, durante la pelea por el cetro mundial pluma del CMB el 24 de agosto de 2013, en Carson, Estados Unidos, que ganó por nocaut el primeroFoto Jam Media
 
Periódico La Jornada
Martes 30 de diciembre de 2014, p. a15

Si Ábner Mares tuviera ante sus ojos los nombres de los rivales posibles para su próximo combate, elegiría sin titubeos a Jhonny González. No escogería al peleador de mayor prestigio y que le generaría mejores ganancias, sino al que le quitó lo invicto, el título pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y, en la misma jugada, lo dejó tendido en la lona en el primer asalto el 24 de agosto de 2013.

Sin titubeos se decidiría por ese que lo despojó del lugar privilegiado que vivía en aquel momento, pero no porque sea una fijación revanchista, aclara Mares desde Los Ángeles, sino por una sensación que, aun cuando asegura que lo ha superado, todavía incomoda en el recuerdo.

Esa pelea me la arranqué de la mente, dice Mares. Sí, me ganó bien, me quitó lo invicto y el título, pero uno debe seguir adelante y hay muchos rivales de cinco estrellas con los que podría pelear.

Después de aquel brutal nocaut, la revancha no llegó. Una lesión en la costilla de Ábner –que levantó algunas sospechas de que sólo fue un pretexto para no volver a exponerse ante Jhonny– la pospuso y después fue cancelada.

Pero otra vez esa revancha está latente y puede ocurrir en mayo de 2015, porque Mares se quedó con una sombra molesta de aquella derrota y de todo lo que se declaró en aquel momento, especulaciones que lo acusaban de tener miedo de una nueva derrota ante Jhonny.

Me quedó una molestia de que no pude demostrar quién era yo, asume Mares. Tal vez perdió ambición o interés en el boxeo, no alcanza a entender qué ocurrió, pero piensa en esas posibles razones para explicar esa derrota.

La culpa fue mía, ya no tenía las ganas ni el hambre necesarios porque había conseguido muchas cosas importantes y todavía era muy joven.

Mares tenía 27 años cuando perdió lo invicto, pero ya había sido campeón mundial en tres categorías diferentes. Si bien esa derrota le arrebató todo, también considera el peleador tapatío que le devolvió las ganas de recuperar el sitio perdido.

Perder –reflexiona Mares– fue un aguijonazo al orgullo, una sacudida que le hizo ver que había descuidado aquello por lo que había luchado en su carrera. Perder le hizo recuperar el sentido de lo que significa ganar.

Yo no necesito a Jhonny González para recuperar mi sitio, sostiene Mares. Ni tampoco creo que él me necesite para seguir con su camino de campeón, pero a la afición sí que se lo debemos. Sobre todo yo.

El tema cobrará forma en la mesa de las empresas involucradas para cerrar las cifras que cobraría cada uno. El problema latente –piensa Mares– es que aunque Jhonny es el campeón, en Estados Unidos él es más reconocido .

Al día siguiente de la pelea todos hablaban no porque Jhonny había ganado, sino porque Ábner Mares había perdido por nocaut, recuerda. Nadie cuestiona su calidad, pero en Estados Unidos yo tengo un nombre y soy más reconocido. Habrá que sentarse para llegar a un acuerdo.

Existe otro escollo por resolver, pues en la pasada convención del CMB se estableció que González debe exponer su cinturón de manera obligatoria en dos ocasiones durante 2015. Habrá un par de eliminatorias para decidir a sus retadores, pero si llegan a un acuerdo, el CMB autorizaría que se realizara la revancha, ha declarado el presidente del organismo, Mauricio Sulaimán.

Mares aguarda y no pierde el entusiasmo porque será la oportunidad de disipar el recuerdo incómodo de todo lo que perdió aquella noche de agosto de 2013.