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Desigualdad entre ricos y pobres, en su mayor nivel en 30 años: OCDE
 
Periódico La Jornada
Martes 9 de diciembre de 2014, p. 29

París.

La desigualdad entre ricos y pobres en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alcanzó su mayor nivel en 30 años, agravamiento que perjudica el crecimiento económico, afirmó la organización en un informe publicado el martes.

La OCDE cuenta con 34 países miembros, la mayoría desarrollados, como Estados Unidos, países de la Unión Europea, Australia o Japón, pero también emergentes como México, Chile o Turquía. China, Brasil e India no forman parte.

El actual informe refleja un aumento de la desigualdad entre ricos y pobres, cuando en los años 80 los más ricos ganaban máximo siete veces más.

En 30 años, la renta media de los hogares más adinerados progresó. En tanto, la renta de 10 por ciento de las familias más modestas también aumentó en varios países, pero lentamente en los años de bonanza, antes de retroceder en el periodo de crisis, precisa el informe.

En Grecia disminuye la brecha

El mayor aumento de las desigualdades se produjo en Estados Unidos, Finlandia, Israel, Nueva Zelanda, Suecia y, en menor medida, Alemania. Francia, Bélgica y Holanda conocieron durante este periodo leve variación de la desigualdad. Sólo en Grecia y Turquía disminuyó la diferencia entre ricos y pobres. El agravamiento de las desigualdades afectan al crecimiento, según la OCDE.

El aumento de las desigualdades costó más de 10 puntos de crecimiento a México y a Nueva Zelanda, unos 9 a Reino Unido, Finlandia y Noruega, y seis a siete puntos a Estados Unidos, Italia y Suecia, estima la organización. En cambio, una situación más igualitaria antes de la crisis supuso un aumento del PIB por habitante en España, Francia e Irlanda.

Según la OCDE, el impacto negativo de las disparidades en el crecimiento es un foso que separa 40 por ciento de los hogares con los ingresos más modestos del resto de la población.

Una inversión insuficiente de estas familias en educación, que limita la posibilidad de instrucción de sus hijos, así como la movilidad social y el desarrollo de competencias, refuerza esta diferencia, añade.

Para la OCDE, los resultados escolares de las personas, cuyos padres tienen nivel bajo de instrucción, se deterioran a medida que las desigualdades en los ingresos son más pronunciadas. Subraya que la lucha contra las desigualdades mediante los impuestos y las transferencias no perjudica el crecimiento.