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El arresto y juicio de los culpables no resuelve el asunto, afirma

Blades pide derribar los muros del silencio en el caso Ayotzinapa
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Ayotzinapa no es un problema mexicano, es humano y, por ende, internacional; también es nuestro, dice el cantante panameño. Arriba, durante su participación en la pasada edición del Grammy LatinoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de diciembre de 2014, p. a10

Buenos Aires.

El cantautor panameño Rubén Blades pidió a México derribar los muros de silencio en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.

Por medio de un artículo publicada hoy en el diario La Nación, de Buenos Aires, Blades, ex candidato a la presidencia de Panamá, sostuvo: “No puedo permitirme callar en el asunto de Ayotzinapa. Después de lo sucedido, nada debe volver a ser como antes. La humanidad no puede seguir alimentando el silencio que contribuye a soslayar y olvidar estas tragedias.

Ese invisible muro de silencio que con tanta frecuencia se va construyendo después de la denuncia inicial de un hecho abominable. Ese silencio que funciona, lamentablemente, como remplazo de la verdad. Al escapar del silencio, lo de Ayotzinapa se le escapó también al propio Estado mexicano, afirmó Blades.

El cantautor remarcó que “el presidente (Enrique) Peña Nieto ha declarado que se tomarán las medidas necesarias para encontrar a los culpables. Eso, aunque es algo esperado y necesario, no parece suficiente.

El asunto, debido a la gravedad y la magnitud del problema, no se va a resolver sólo con el arresto, juicio y posible condena de un alcalde y sus cómplices, incluyendo a los policías que se llevaron a los 43 y a los delincuentes cómplices. México esta sumido en una de las peores crisis institucionales que país alguno haya experimentado, públicamente, en las ultimas décadas, advirtió.

El 26 de septiembre pasado, se registraron hechos de violencia en el municipio de Iguala, que resultaron en la muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural en Ayotzinapa. Ayotzinapa no es un problema mexicano. Es un problema humano y, por ende, internacional. Es también nuestro problema. En el caso particular de nuestro país, Panamá, lo ocurrido en los últimos años nos acercó peligrosamente a esa misma realidad y allí también debemos detener la escalada de una corrupción política y cívica en aumento, propiciada por la codicia que se manifiesta con un cinismo cada vez más ofensivo, subrayó Blades en su artículo.