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Los Locos Adams tiene funciones vendidas por anticipado en el Teatro Insurgentes

No existe la familia completamente normal, acabamos siendo disfuncionales: Zabaleta

La escena más difícil del musical es la del perdón, indica la actriz, quien interpreta a Morticia

 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de noviembre de 2014, p. a10

Uno de los temas centrales de la obra Los Locos Adams-El musical de Broadway es el perdón entre Homero (Jesús Ochoa) y Morticia (Susana Zabaleta), y entre ésta y su hija Merlina (Gloria Aura), expresó en entrevista Susana, quien desarrolla el papel de la señora Adams, sensual y descubriendo sus piernas de un jalón.

La puesta se escenifica en el Teatro Insurgentes y ha sido tal el éxito que los boletos están vendidos con anticipación para varias funciones desde su estreno.

El público va de la risa que se contagia a la broma que comienza en el escenario y que se prolonga entre las parejas, quienes se identifican con los parlamentos y ubican sentimientos y vivencias similares. Los niños se ríen a su manera, a veces de rebote o por efecto retardado. La risa causa risa.

Zabaleta aceptó que el papel de Morticia le queda que ni mandado a hacer, sobre lo cual exclamó: ¡Qué miedo!, porque luego uno se va pareciendo a los personajes. Estoy muy feliz, porque puedo expresar mi humor negro y nadie me limita.

–¿Cómo es la sicología de Morticia?

–Ella, como muchas personas y la mayoría de las familias, hace vínculos familiares totalmente diferentes a los de otros. Aunque crean que son muy normales, son tremendamente diferentes ante una sociedad a la que puede parecerle extraño un comportamiento así. Los Adams son una familia muy peculiar porque creen en ellos. Están completamente integrados. Viven felices en un mundo que ellos mismos crearon. Yo diría que eso no está lejos de nosotros, pues cada uno piensa que es muy normal, pero acabamos siendo disfuncionales. ¿Cuál familia es completamente normal? No existe.

La gente se ríe mucho, porque se ve reflejada. Es como el juego de espejito-espejito. De repente te parece todo familiar. Para mí, ver la serie hace años en televisión era un súper gusto, un gozo. De entonces a este musical, la obra me hizo ver que el tiempo pasa y que la vida es así. De repente tus hijos son pequeños. Merlina es una señorita y de un momento a otro me lleva a un hombre. Ahí yo quisiera que ese novio fuera como Homero y que actuara con inteligencia, como cuando yo me casé, pero a mí me pasa lo mismo con mi hija Elizabetha, quien ya me llevó al novio y eso me espantó muchísimo. Siempre uno quiere lo mejor para los hijos, pero así como Morticia acaba pensando que lo mejor es que Merlina sea feliz, tú también te lo planteas así.

El soñador incansable

–¿La locura del Tío Lucas (Gerardo González)?

–¡Es lo máximo! ¡Es maravilloso! Es un soñador incansable. Es lo que significa en la familia el clásico soñador e intelectual, el que entiende las cosas de la vida, quien comunica a los demás, el que junto con Morticia mantiene a la familia unida.

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La actriz Susana Zabaleta, Morticia en el musical Los Locos Adams, considera que el humor negro nos hace ver otros sentimientos que a lo mejor tenemos, pero no aceptamos, por nuestra religión, moral, educaciónFoto cortesía de la producción

–¿El humor negro?

–Es para reírse aunque no lo quieras. Cuando me lleva al novio le pregunto a Merlina por qué quiere tanto a ese baboso, y me contesta: porque está dispuesto a morir por mí. Tú dices que a lo mejor es ridículo morir por alguien, pero no, porque es la ley de vida, y si alguien te da lo más preciado, que es la vida, esa es una gran cosa que acaso puede oírse nefasta. El humor negro nos hace ver otros sentimientos que a lo mejor tenemos, pero no aceptamos, por nuestra religión, moral, educación. Ese humor está dentro de nosotros. Se trata de entender que las cosas no son tan serias y que no vale ni la pena comentarlas. Es muy difícil entender el te quiero y el te amo.

Desde los primeros chasquidos que identifican a la serie de televisión la gente se conecta y la empatía crece. Eso es impresionante, lo mismo que la fascinación de los niños por la oscuridad. Les fascina que alguien pueda torturar a su hermano Pericles (Miguel Ángel Pérez o Sebastián Gallegos). Y es que ellos, los niños, pueden ser torturados por sus hermanos. Si se torturan es que se están haciendo caso. Es extraña la sicología oscura de los niños, pero es fascinante.

Sobre la venta de entradas, opinó: “Hay quienes compran boletos para ocho personas. Llevan a la abuela... ¿Y qué tal el personaje de la abuela (Raquel Pankowsky), que nadie sabe de quién es mamá? La adoptaron porque está padre tener ahí a la señora. Esa actitud de aceptarla habla de generosidad. Es como cuando le dices a alguien: pasa, aquí está tu casa. Así somos. Las familias se forman no por la sangre, sino por el amor y el respeto. De eso hablan Los Adams.

“La escena que más trabajo me ha costado es la del final, la del perdón, que es una de las cosas que más te cuestan. Perdonar una mentira es difícil. Cuando Homero le pide a Morticia que lo perdone, porque él mintió por amor a la familia, y ‘sí la regué, pero te quiero, por favor, perdóname’... Siempre me dan ganas de llorar, porque me acuerdo de todas las traiciones que he recibido, de todas las ocasiones que alguien ha intentado pedir perdón, o yo. Somos terribles para pedir perdón. Hay quien nunca perdona y así se queda. Creo que sufre más quien no perdona y se va con el perdón a la muerte. No hay nada más triste. Los Adams hablan de los problemas como si fuera de la comida. Esta obra habla de que te expreses cuando algo pasa. Si te esperas, imaginas cosas.”

Los Locos Adams se presenta en el Teatro Insurgentes, Insurgentes Sur 1587. Teléfonos en taquilla: 5598 6894, 5611 4253 y 5615 2460.