Opinión
Ver día anteriorSábado 8 de noviembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Economía amorcillada

Flácido crecimiento

Inflación: meta lejana

E

n menos de dos semanas el Inegi divulgará el resultado de la actividad económica mexicana y su impacto en el producto interno bruto durante el tercer trimestre de 2014, fecha que deberá aprovechar la Secretaría de Hacienda para dar a conocer un nuevo tijeretazo a su estimación en materia de crecimiento, el cual, ni lejanamente, corresponderá al pronóstico oficial (ya recortado de 3.9 a 2.7 por ciento).

Para que el ministro del año y sus muchachos mantengan su estimación intocada, aunque ya recortada, la economía tendría que reportar un crecimiento de cuando menos 3.7 por ciento entre julio y septiembre del presente año –lo cual, a todas luces, no sucederá– y esperar un resultado idéntico para el cuarto y último trimestre de 2014. Sólo así podría aferrarse a sus cálculos.

Sin embargo, el desempeño de la economía nacional para los últimos meses del año resultará menos favorable del que se había previsto, como bien advierte el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México. Si bien los niveles de crecimiento han sido superiores a los que se presentaron durante 2013, las expectativas han sido poco favorables, tanto por parte de los empresarios como de los consumidores, en especial la de estos últimos.

Dentro de la información dada a conocer en el Sistema de Indicadores Cíclicos para octubre, explica el CIEN, se aprecia que el indicador coincidente registró prácticamente el mismo nivel del mes pasado, lo cual refleja que el estado general de la economía todavía se encuentra en recuperación. Sin embargo, el indicador adelantado para el mes de noviembre exhibió un ritmo de crecimiento menor al observado el mes pasado, señal que anticipa un desempeño moderado para los próximos meses.

Al revisar la confianza del sector empresarial, indica el citado centro de investigación, se observó un ligero repunte en términos anuales en los tres sectores analizados, siendo la construcción (3.4 puntos) el de mayor avance, seguido por comercio (3) y manufacturas (2.4). El comportamiento positivo en los indicadores de confianza obedece a que prácticamente todos los componentes se ubicaron en terreno positivo con excepción del que mide si es este el momento adecuado para invertir del sector comercio, el cual exhibió una reducción de 0.4 puntos. Por otro lado, el componente que registra la opinión sobre la situación económica futura de la empresa fue el que mostró el menor crecimiento en los tres sectores, escenario que de mantenerse los próximos meses podría implicar un ritmo de inversión más bajo por parte del sector empresarial en el futuro.

Mientras tanto, en la confianza del consumidor se presentaron resultados menos alentadores. El índice se ubicó en 90.6 puntos para octubre de 2014, lo que representa una caída de 0.7 puntos porcentuales con respecto del registro del mismo mes de 2013. De manera similar a los empresarios, los consumidores tienen expectativas bajas para los próximos 12 meses, ya que los componentes que exhibieron un retroceso fueron aquellos que registran la opinión acerca de la situación económica futura tanto a nivel nacional (-5.8 por ciento) como para los miembros del hogar (-1.6 por ciento).

Los componentes del índice de confianza del consumidor que registran la opinión sobre la situación económica actual con respecto del año anterior exhibieron un avance –por llamarle así– en términos anuales donde el escenario a nivel nacional apenas subió 0.1 por ciento, mientras que para los hogares el aumento fue de 1.6. Adicionalmente, el componente que mide las posibilidades para que en la actualidad los integrantes del hogar realicen compras de bienes durables creció 3.1 por ciento. De cualquier suerte, todos los componentes del citado indicador se mantienen por debajo del nivel reportado 11 años atrás.

En síntesis, apunta el CIEN, nada sustenta la estimación oficial de crecimiento en 2014, porque si bien la tasa de crecimiento de la economía mexicana será más alta que la obtenida en 2013 (cuando apenas fue de 1.1 por ciento), su nivel será muy similar al promedio obtenido durante los últimos 20 años, o lo que es lo mismo, del orden de 2 por ciento, para un promedio anual en el bienio peñanietista cercano a 1-5 por ciento, una proporción menor al crecimiento poblacional.

Mientras Hacienda afila sus tijeras, otro noticia ingrata refiere que en octubre pasado la inflación rebasó la meta fijada por el Banco de México, al ubicarse en 4.30 por ciento respecto de la registrada en igual mes del año pasado. A tasa mensual, es decir en comparación con septiembre de este año, la inflación fue de 0.55 por ciento. En ambos casos la inflación superó la correspondiente a octubre de 2013, que tuvo una tasa anual de 3.36 y de 0.48 en la mensual, informó el Inegi (La Jornada, Susana González).

Eso en términos generales, pero al entrar al detalle resulta que los precios de la canasta básica aumentaron 5.10 por ciento a tasa anual y 1.25 por ciento a tasa mensual. En octubre hubo incrementos en los productos y servicios de 11 de los 12 rubros que analiza el Inegi para elaborar el índice nacional de precios al consumidor, que van desde alimentos, transporte y vivienda con los servicios de agua, electricidad y combustibles hasta educación, recreación y cultura o restaurantes y hoteles (ídem).

En ese contexto, destacan los incrementos en alimentos y bebidas no alcohólicas que en los últimos 12 meses se encarecieron 6.5 por ciento; transporte, 6.1 y los servicios de salud, 4.07. Sólo las tarifas para los servicios de comunicaciones bajaron 4.26 por ciento, atribuible a que se abarataron los correspondientes a telefonía móvil.

El mayor aumento se registró en los productos pecuarios (carne, huevo, leche y sus derivados) que se encarecieron 12.62 por ciento en términos anuales, tres veces más que el aumento al salario mínimo. Enseguida se ubicaron los precios de los energéticos (los tecnócratas juran que los ajustes no generan inflación), fijados por el gobierno federal, que aumentaron 7.74 por ciento, mientras que las diferentes tarifas de los distintos niveles de gobierno subieron 5.48 por ciento. Por si fuera poco, las tarifas eléctricas se dispararon, en un mes, 20.22 por ciento

Entonces, la mezcla de menor crecimiento e ingreso, y mayor inflación, especialmente en productos básicos, resulta explosiva.

Las rebanadas del pastel

De nada sirve, porque nada resuelve, pero va un enorme, apretado y solidario abrazo para los padres de Ayotzinapa.

Twitter: @cafevega