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Sobre una peña en Hidalgo, la tragedia aguarda su oportunidad
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Viviendas de madera y lámina construidas sobre una peña en Potrero de Monroy, municipio de Agua Blanca de Iturbide, HidalgoFoto Ricardo Montoya
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 23 de octubre de 2014, p. 37

Agua Blanca de Iturbide, Hgo., 22 de octubre.

Trece familias de origen tepehua del caserío Potrero del Monroy, en este municipio del oriente del estado, limítrofe con Veracruz, se vieron obligadas por la pobreza a construir sus viviendas con palos, adobe y láminas viejas sobre una peña de más de 20 metros de altura. Las casas están en peligro de derrumbarse a causa de los constantes deslaves en la zona, donde llueve con frecuencia.

Las viviendas, que alojan a 74 personas, se han estado agrietando debido la expansión de una falla tectónica que destruyó hace cinco años más de 100 viviendas en la comunidad vecina Plan Grande, que hoy es un pueblo fantasma.

Norberto Ayala Sánchez vive en una casa de adobe y láminas con su esposa y ocho de sus hijos. Dice que las autoridades los han olvidado. Nuestras casas poco a poco se están cuarteando y a cada rato hay deslaves del cerro, que hasta ahora no han hecho más que ensuciar con lodo, pero tememos que en cualquier momento, cuando llueva, se produzca una avalancha, dijo.

En similar situación se halla Francisca Sánchez Valles, quien dijo temer que sus seis hijos mueran a causa de un alud. Cuando es tiempo de calor no nos preocupamos tanto de que se deslave el cerro y se lleve nuestras casas. Pero cuando llueve tengo miedo de que el lodo y las piedras sepulten a mis hijos. Ya he tenido pesadillas en las que los veo muertos, enterrados por los escombros de mi casa, afirmó.

Los habitantes del caserío coincidieron en que varias veces han solicitado a la Dirección de Protección Civil y a la Promotora de Vivienda de Hidalgo (Provih) que se evalúen los daños estructurales de sus casas y los reubiquen.

Si Protección Civil determina que nuestras casas ya no son aptas para ser habitadas, aceptaríamos una reubicación de Provih, siempre que las casas estén en buen estado, no como las que entregaron a Nuevo Plan Grande, que ya empezaron a agrietarse, dijo Karina Ayala Hernández, otra de las vecinas.

Diariamente rezan pidiendo no ser aplastados por una avalancha y que sus sus casas no se derrumben a causa de grietas en pisos y paredes. Gracias a la Virgen de Guadalupe y a Diosito esto no se ha partido, comentó María Flores y muestra el piso de su casa, surcado por amenazantes cuarteaduras.