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Realizan en San Miguel de Allende el segundo festival internacional dedicado al ave

Academia y cultura difunden el valor del colibrí para el pueblo

Las personas también debemos conocer su relevancia para los ecosistemas, dice Alfredo García Lucio, uno de los organizadores del encuentro

De 330 especies que se conocen, 58 habitan en México

En el país existe un apego emocional y forma parte de la cosmogonía de América

 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de octubre de 2014, p. 3

Su corazón late hasta mil 200 veces por minuto. Para los mexicas simbolizaba el alma de los guerreros muertos en batalla.

Es el ave con el cerebro más grande en comparación con su tamaño. En una fascinación por la belleza zigzagueante de su vuelo, la singularidad biológica y un simbolismo cultural, el segundo Festival Internacional del Colibrí se realiza del 9 al 12 de octubre, en San Miguel de Allende.

El propósito del festival es unir a la academia con la cultura, que los científicos, como biólogos y ornitólogos, se den cuenta de la importancia que el colibrí tiene para el pueblo, y a su vez, las personas conozcan su relevancia para los ecosistemas, expone en entrevista Alfredo García Lucio, uno de los organizadores del encuentro.

El colibrí es un ave endémica del continente americano, de la que se conocen 330 especies y 58 de ellas están en México. Tiene una gran importancia ecológica, ya que aportan en la conservación de ecosistemas al ser especie polinizadora. Aunado a su belleza, tiene gran cantidad de admiradores.

Sin embargo, los colibríes son especies amenazadas. Más de 20 variedades que sólo habitan en México están en peligro de extinción, además de que estas aves han sido incluidas en las listas de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre.

De acuerdo con García Lucio, en México existe un apego emocional a los colibríes. Hay muchas historias, como las que dicen que son las almas de quienes han fallecido y están cercanos a nosotros. Para los aztecas, Huitzilopotchtli era el dios colibrí. Sin embargo, no debemos pensar que son amuletos. Te da más amor un colibrí vivo, que si lo traes en la bolsa.

La leyenda cuenta que en su peregrinar desde Aztlán, los aztecas siguieron el vuelo de un colibrí del sur, en un camino surcado en el cielo para llegar a Tenochtitlán. Era el dios Huitzilopochtli quien guiaba esta búsqueda. Estas aves forman partes de la cosmogonía americana.

Foto
Los colibríes, que para los mexicas simbolizaban las almas de los guerreros muertos en combate, tienen infinidad de admiradores. Sin embargo, muchas especies están en peligro de extinción y han sido incluidas en las listas de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora SilvestreFoto Pablo Espinosa

Es común escuchar que se trata de las almas de los seres queridos que han muerto y aún rondan cercanos. Frida Kahlo incluyó un colibrí muerto, como un collar del amor muerto, en unos de sus múltiples autorretratos.

Sin fronteras es el lema de la segunda edición del Festival Internacional del Colibrí para destacar su habilidad para volar largas distancias y unir a los países de América sin importar las divisiones geográficas, una misma ave, un mismo continente, un mismo hábitat, sin fronteras.

El colibrí que en otoño se ve en México es el mismo que en primavera una familia en Canadá vio en su jardín, explica Alfredo García Lucio, quien junto a Jim McKeever, propusieron dedicar un festival en San Miguel de Allende y ahora se desarrolla con apoyo del Jardín Botánico El Charco del Ingenio y la Sociedad Audubon de México.

Los colibríes tienen la migración más larga de todas las aves del mundo, de acuerdo con la proporción de su tamaño, dice García Lucio en entrevista.

Este fin de semana, diversas actividades en esa ciudad guanajuatense permitirán conocer más sobre esa ave. Habrá ponencias de expertos nacionales y extranjeros, talleres, exposiciones fotográficas, actividades infantiles y un tianguis cultural, así como recorridos de observación.

¿Quién no ha experimentado asombro al observar un colibrí?, es la pregunta para anunciar un libro que recoge las diversas variedades del continente de esta frágil ave que aletea 500 veces en un segundo; se tienen registradas 330 especies de Alaska hasta Chile. Se trata de Colibríes de México y Norteamérica, editado por la Conabio, cuyos autores María del Coro Arizmendi y Humberto Berlanga son ponentes en el festival.

La programación se puede consultar en la página electrónica www.festivaldelcolibri.org.