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Baby Doc sufrió un ataque al corazón; en 2011 regresó de un largo exilio en Francia

Muere sin enfrentar a la justicia el ex dictador haitiano Jean Claude Duvalier

Era acusado de tortura, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzosas

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Imagen de archivo de Jean Claude Duvalier, ex dictador de Haití, tomada en febrero de 2013Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de octubre de 2014, p. 21

Puerto Príncipe, 4 de octubre.

El ex dictador haitiano Jean Claude Duvalier, alias Baby Doc, murió hoy a los 63 años a causa de un paro cardiaco, 28 años después de haber sido derrocado por una revuelta popular generalizada y apenas nueve meses después de que fue obligado a presentarse ante un tribunal por acusaciones de violación a los derechos humanos.

Duvalier murió sin ser juzgado por una larga lista de delitos contra el erario público del país más pobre de América y por innumerables casos de tortura, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas, exilios obligados y persecución política de un centenar de periodistas y opositores.

Hijo del también dictador Francois Duvalier, alias Papa Doc, se convirtió en el gobernante más joven del mundo a la edad de 19 años, después de heredar el poder de su padre, quien gobernó de 1957 a 1971 con mano de hierro, apoyado en una organización paramilitar conocida como los Tonton macoute, que en francés creole significa Tío del saco, un concepto que alude a un mito haitiano sobre el robo y la desaparición de niños.

Tras perder el apoyo de Estados Unidos, miles de personas protestaron en las calles de Puerto Príncipe contra Baby Doc. Las manifestaciones de la oposición comenzaron en noviembre de 1985 y terminaron en los primeros días de enero, cuando el dictador huyo de Haití y se exilio en una mansión de la costa azul francesa, solapado por París y Washington.

Al salir de Haití, Duvalier dejó en el gobierno a las fuerzas armadas y se aseguró de que ninguna autoridad judicial persiguiera sus delitos cometidos durante 15 años en el poder. Por esa época se le atribuyó haber declarado que el pueblo haitiano está destinado a vivir eternamente en la desgracia.

Sorpresivamente, el ex dictador volvió el 16 de enero de 2011, un año después del terremoto que mató a unas 100 mil personas en Puerto Príncipe y su periferia. Vengo a ayudar, dijo entonces el ex mandatario, quien a pesar de haber sido detenido 48 horas a su retorno, quedó en libertad para alojarse en una residencia ubicada en las boscosas lomas que rodean la capital.

En enero de 2012 un juez de instrucción penal citó a Duvalier por malversación de fondos, pero fueron desechadas las denuncias sobre crímenes de lesa humanidad por su supuesta prescripción. No obstante, en febrero pasado, organizaciones defensoras de los derechos hu- manos y víctimas de los excesos de dictador y sus tonton macoute obtuvieron su primera victoria al lograr que un tribunal de apelaciones haitiano pusiera en marcha nuevas investigaciones.

Los actos denunciados contra Duvalier constituyen crímenes contra la humanidad y son, por naturaleza, imprescriptibles. Existen serios indicios de su participación indirecta y responsabilidad penal, consideró el juez encargado del proceso, Jean Joseph Lebrun.

Duvalier se negó en varias ocasiones a comparecer ante el tribunal de apelaciones, pero finalmente acudió a la cita judicial, rodeado y protegido por sus antiguos aliados y simpatizantes, muchos de ellos beneficiados por su gobierno y allegados de su primera esposa, Michelle Bennett, hija de un cafetalero que le abrió las puertas de un sector criollo adinerado, que durante años se alejó de la dinastía dictatorial.

Human Rights Watch, una de las organizaciones que impulsó el proceso contra Baby Doc, señaló hoy en un comunicado que la muerte de Duvalier robó a Haití la posibilidad de realizar el más importante juicio por violaciones a los derechos humanos de la historia de este país.