Espectáculos
Ver día anteriorViernes 3 de octubre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Difundir música que enriquezca el pensamiento del hombre, ideal del sello: Modesto López

Pentagrama cumple 33 años; su futuro se vislumbra incierto

Su historia está marcada por la amistad, la solidaridad y la realidad de México, expresa el director de la disquera

A partir de mañana se realizarán jornadas para festejar el aniversario

 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de octubre de 2014, p. 8

El futuro de Ediciones Pentagrama es incierto, como el de México. Para mí, es una empresa que me liga a este país, desde hace 33 años, que celebraremos a partir del próximo sábado, en el patio de la disquera, en Coahuila 49, en la colonia Roma, expresó en entrevista Modesto López, director-capitán de este barco, definió.

Pentagrama enfrenta los problemas de todas las disqueras independientes: piratería, baja en la venta del disco físico y el avance tecnológico, sobre todo con Internet, que ha creado un público ya habituado a bajar canciones incluso sin pagar. A esto se añade que el elenco no es como el de las compañías trasnacionales, poderosas y con artistas que venden aún cientos de miles de copias, además de que han entrado en la organización de conciertos.

Se fundó el 6 de octubre de 1981. “Pentagrama me acompaña desde hace casi los 35 años que llevo de vivir en México. Me subí a este barco apostando y creyendo en el desarrollo y difusión de toda la música que contribuyera a enriquecer el pensamiento del hombre. Esto nos lo planteamos desde el primer momento: dar importancia a la música para niños, por ejemplo. De nuestro catálogo de 730 títulos, 80 son de música de buena calidad para niños. Nos hemos diversificado en géneros como jazz, tango y folclor de América Latina.

Exposición y venta

“Hemos pasado momentos muy difíciles, y creo que estamos en una etapa casi agónica de las disqueras independientes, y este es el caso de Pentagrama. El disco como tal va para afuera y no sólo debido a la piratería, sino a las imposiciones de las trasnacionales. No obstante, estamos librando los últimos años de batalla, de subsistencia, para que este barco no se vaya a pique. Festejar los 33 años significa para mí recordar toda una vida, parte importantísima de mí y de mi familia, de mis amigos.

Pentagrama... para mí no es sólo festejar los 33 años, sino también la forma de vida que asumí en México. Es una actitud en la cual aposté y creímos todos los que me acompañaron en esta aventura. A pesar de todo, todavía luchamos y pensamos.

La situación lo impide y no habrá en esta ocasión un gran festival, pero sí unas jornadas: a partir del sábado 4 de octubre, de 11 a 20 horas, en Coahuila 49, habrá una muestra y venta de discos, libros y videos del sello. El 26 de octubre habrá presentaciones de discos en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP) de Coyoacán, de 16 a 19:30 horas. La entrada será gratuita.

Entre otros, se presentarán Nayeli Nesme con su nuevo disco y Los Tres Huastecos. Esto será el domingo 26 de octubre, a partir de las 16 horas, en el MNCP, hasta las 19:30. Luego, en el local de Pentagrama se proyectarán documentales como el de Ernesto Cardenal, sobre Alí Chumacero y otros. Esto, a partir de las 19:30 horas.

Mucha historia en 33 años, desde el primer disco: Acalanto, de un grupo de Rosario, Argentina, que estaba de paso por México. “Me costó todo lo que tenía: 5 mil dólares. Cuando lo logré sacar se deshizo el grupo. Se pelearon entre ellos y nunca pude presentarlo. Se regresaron a Argentina. Llevaba ese disco a las tiendas y me decían que no, porque nadie conocía al grupo, que después se rehizo y tuvo bastante éxito en Argentina. Ese producto lo grabé en Publiservicios, con Daniel Paz y Adolfo de la Huerta, quienes me brindaron todo su apoyo desde el primer momento. Sin ellos no hubiera podido hacer Pentagrama. El disco dos fue el de Betsy Pecanins, que se llama Viendo tus ojos; luego uno con el Cuarteto Argentino de Tango; el cuatro, el de Trilogía, mexicanos; el cinco un cubano, y así fueron saliendo. Cada disco ha tenido que ver con mi vida. Para mí, Pentagrama es mi vida, no sólo un negocio. El cedé más reciente es el de Nayeli Nesme, que hicimos con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.”

Hubo años de bonanza, con discos de Óscar Chávez y Luis Pescetti. Una sorpresa fue el grupo Yalba, del que se vendieron unos 500 o 600 discos por semana. López iba en su vocho a venderlos.

Nuestros lugares de venta naturales son las ferias de libros, porque lo de nosotros son productos culturales, no comerciales. Por eso tenemos colecciones de poetas en su propia voz. La venta directa con el público nos ha sostenido. En promedio, a lo largo de todos estos años me han ayudado unas 80 personas para la venta.

Mientras en el medio de las disqueras comerciales los artistas suelen ser difíciles en su trato, pues si va bien la venta de discos es, dicen, por ellos y su talento, y si va mal es por culpa de otros, que no saben manejarlos, en el caso de Pentragama, afirmó López, ha sido sobre todo divertido. He compartido con los músicos independientes lo que hemos hecho en Pentagrama. En dado caso, si ellos son difíciles, yo también. Para mí fue una dicha haber conocido a más de 700 artistas a los cuales hay que sumar a músicos, diseñadores y trabajadores.

El afecto, el criterio

Acotó que Pentagrama no es la disquera independiente más antigua, sino Difusora de Folclor, por unos cuatro años más. “Fonarte Latino es anterior y está vigente. Después seguimos nosotros. He grabado artistas a partir de un parámetro de fe. El catálogo se ha hecho con base en afectos. Habrá cosas importantes y otras no, pero esos afectos me han llevado a grabar con El Piporro, a quien le hicimos sus dos últimos discos; con Vicente Garrido, con Mario Ruiz Armengol, quien aceptó que le hiciera el último libro en vida de él. La relación con Rockdrigo González, en sus últimos tiempos. Me entregaron el material para que hiciera los discos. Esa fue una relación muy importante. Luego hicimos un libro con los papeles que recogió Gonzalo Rodrigo después del sismo de 1985. Juntó los papeles que estuvieron mojados, algunos quemados por el cigarro.

También está el vínculo con la revolución nicaragüense, con Carlos Mejía Godoy, a quien ya conocía. Estuvimos con Pentagrama en festivales en Nicaragua. Ese tipo de cosas son intransferibles. El trabajo con Óscar Chávez, con quien nos metimos al mundo de los toros. Sacamos 52 canciones taurinas. En la Academia Taurina decían que estábamos locos, que no existían 50 canciones taurinas mexicanas. El apoyo a los zapatistas con Óscar, la marcha que hicimos a Oventic, en momentos muy difíciles. En fin... Pentagrama no es sólo un sello grabador; está marcado por la amistad, la solidaridad y la realidad que nos tocó vivir en México.

Mucha música y mucha historia. Ya estamos en lo digital, pero la venta no es lo que se piensa. El futuro de Pentagrama es como el de México, pues todos nos preguntamos qué va a pasar.