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Álvaro Chaos ganó el Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo

La evolución biológica debe llevarse a cualquier lado, a las mesas, a los niños
 
Periódico La Jornada
Jueves 2 de octubre de 2014, p. 6

La ciencia y la educación científica se están perdiendo y eso lleva a generar mano de obra, es una tendencia importante y desafortunada, advirtió el científico Álvaro Chaos Cador, ganador del segundo Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo, que convoca el Fondo de Cultura Económica (FCE), por su libro ¡Hay un dinosaurio en mi sopa!: una guía rápida sobre evolución biológica, que se publicará en estos meses en la colección La ciencia para todos y se presentará en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que comenzará a finales de noviembre.

Es difícil divulgar ciencia en México y espero que eso cambie pronto, añadió el profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, durante una conferencia de prensa a la que asistieron el director del FCE, José Carreño Carlón; el editor Tomás Granados, y el biólogo Mario Jaime, ganador de la primera edición del premio con su libro Tiburones: sobrevivientes en el tiempo. El galardón consiste en la publicación de la obra y un estímulo de 250 mil pesos.

Veintiocho años de una colección

De acuerdo con cifras del FCE, la venta de libros de divulgación científica corresponde a 10 por ciento de la venta total anual de la editorial. Desde hace 28 años, la colección La ciencia para todos (que al echarla a andar se llamó La ciencia desde México) busca acercar el saber científico, en particular el que se genera en nuestro país, al público no especializado, dijo Carreño Carlón, quien precisó que este año se presentaron 51 originales, principalmente de México, aunque también se recibieron de Colombia, Argentina, Costa Rica y Perú.

La selección se realizó en tres etapas: la primera, para validar que cumplieran con los términos de la convocatoria; la segunda se realizó con dictaminadores externos que prestaron atención a la previsión científica, además de la actualidad del tema que se trató en cada uno de los textos. Ahí se seleccionaron nueve obras que pasaron a la tercera etapa, en la que quedaron en manos del jurado, integrado por la astrónoma Julieta Fierro, la bióloga Rosaura Ruiz, el biomédico y escritor Mauricio Ortiz y el periodista José Gordon, quienes eligieron por unanimidad el texto de Chaos Cador.

Mario Jaime destacó que los méritos de ¡Hay un dinosaurio en mi sopa!... son el estilo, la estructura y el tema que es dominado ampliamente por el autor. Plantea la idea de la evolución como cambio, y lo hace de una manera muy interesante, porque nos han enseñado que las especies se extinguen cuando lo que evoluciona es la vida, no las especies. Así, el estudio de Álvaro Chaos plantea que los dinosaurios no se extinguieron, cambiaron.

La mayoría de los textos sobre la evolución, añadió Mario Jaime, se concentran en la teoría de la selección natural de Charles Darwin, pero el libro de Chaos no se centra en Darwin, por supuesto que lo menciona, pero plantea los nuevos paradigmas que han surgido en los siglos XX y XXI para apoyar los diferentes mecanismos de evolución biológica. No se queda sólo en el darwinismo.

Al respecto, Álvaro Chaos señaló: Normalmente tenemos la idea, y no sólo los biólogos, de que la evolución es algo relativo a huesos, dinosaurios, que es algo lento, que no podemos ver, que toma millones de años. La idea del libro es llevar ese proceso biológico a cualquier lado, a las mesas, a los niños. La evolución es algo que vemos en todos lados y si la entendemos, comprendemos la vida.

Premios como el Internacional de Divulgación de la Ciencia, que rinde homenaje al científico Ruy Pérez Tamayo, “ayudan a esa divulgación. Si uno revisa los medios y los periódicos se da cuenta de que las secciones principales son deportes, espectáculos, dinero, y las secciones culturales y de ciencia existen poco. Es difícil hacer divulgación de la ciencia, eso nos ocurre aquí, aunque hay lugares en los que la ciencia se divulga más que en otros.

Mi libro no tiene ningún detalle técnico o algún conocimiento muy profundo, intento explicar las cosas y hacerlas fáciles. Creo que las personas que explican las cosas de manera difícil es porque no las entienden bien o por hacerse interesantes. En ambos casos no funciona.

El editor Tomás Granados subrayó que el interés principal es que la ciencia deje de ser para gente con curiosidad por ella, que vaya más allá del entorno científico, porque todo tiene que ver con la ciencia, desde la discusión de las telecomunicaciones a la reforma petrolera.