Opinión
Ver día anteriorSábado 20 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
México SA

Larrea, expulsado del edén

Televisa lo echa del consejo

Aduce conflicto de interés

G

ermán Larrea cerró semana con broche de oro: ayer lo corrieron de Televisa, concretamente de su consejo de administración en el que se instaló en abril de 1999. Y el corporativo mediático tomó tal decisión no porque lo haya enfurecido las trapacerías del dueño de Grupo México ni sensibilizado el profuso baño tóxico que el barón de la minería impúdicamente regaló a los sonorenses, sino porque éste pretende meter la mano en el mismo negocio que acapara y controla la fábrica de sueños, como Emilio Azcárraga Jean define a su propia empresa.

Quince años acumuló Larrea como integrante del consejo de administración de Televisa, a lo largo de los cuales conoció a detalle las fortalezas y debilidades del corporativo mediático, sus alianzas políticas, sus favores y facturas, sus planes de inversión –inmediatos y futuros–, su capacidad operativa, su infraestructura, y, en fin, las tripas todas de la fábrica de sueños. Y, sin avisar al corporativo mediático, con esas mismas canicas y en su propio beneficio el barón de la minería se convirtió en tirador para quedarse con una las dos cadenas nacionales de televisión que serán licitadas por el gobierno federal, aunque el propio Instituto Federal de Telecomunicaciones prohíba la participación de personajes como éste por presentar un notorio conflicto de interés (y no exclusivamente para Televisa), aunque en los hechos este personaje fue palomeado por el Ifetel y ya está adentro de la fiesta.

Y precisamente de allí se agarró Televisa para echarlo de su consejo de administración. Por medio de la Bolsa Mexicana de Valores, la fábrica de sueños notificó que a partir de ayer el barón de la minería fue expulsado del paraíso mediático. En lacónico comunicado anunció que hoy Germán Larrea presentó su renuncia, efectiva inmediatamente, al consejo de administración de Televisa, que fue notificada que una empresa controlada por Larrea solicitó participar en la licitación de las nuevas cadenas nacionales de televisión abierta. Larrea pidió salir del consejo de administración de Televisa debido a los conflictos de interés que pudieran resultar de su participación en la licitación.

Regla de oro en la mafia es que una famiglia (capisce) no debe meter la mano en el territorio de otra, y sólo puede hacerlo con la autorización expresa del consigli y pagar la cuota respectiva. Pero, como tantas otras reglas, Larrea se pasó por el arco del triunfo la norma mafiosi y por la libre, sin notificar planes y alcances a Televisa, se coló en el citado proceso de licitación, algo que tejió antes de su más reciente derrame tóxico en Sonora, que lo desnudó a plenitud, por si alguien tuviera dudas. Y el capo mediático no la dejó pasar: expulsó al capo minero.

Este último suceso representó un excelente pretexto para que Televisa, por medio de sus espacios noticiosos, enfilara baterías en contra del barón de la minería y de forma por demás inusual dedicara muchos minutos y nutridos comentarios en contra de Germán Larrea y su Grupo México, algo que contrasta diametralmente con el generoso cuan manipulado trato informativo que la propia fábrica de sueños otorgó a este impresentable personaje cuando en febrero de 2006 se registró la explosión en Pasta de Conchos.

Pero como no es lo mismo que lo mesmo, Azcárraga y sus guajiros (entre los que se cuentan Alberto Bailleres, otro barón de la minería, y Claudio X. González Laporte, a la vez accionista e integrante del consejo de administración de Grupo México y presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios) decidieron expulsarlo del consejo de administración de Televisa, a la vieja usanza política: presentó su renuncia por (a escoger) razones personales, problemas de salud, así convenir a mis intereses, me voy de vacaciones a la Toscana, perdió mi caballo en el hipódromo, estoy en busca de nuevos tóxicos, etcétera, etcétera.

Desde que Carlos Salinas de Gortari reconfiguró la estructura oligárquica nacional (utilizando los bienes nacionales para ello), el bienestar de los mexicanos se hundió aún más pero la famiglia feliz vivió en paz y a plenitud, porque la norma mafiosi fue puntualmente respetada. Expolió a gusto, gozó de plena impunidad y se repartió el pastel de tal forma que cada uno de los capos aceptó respetar fronteras tras quedarse con una muy buena rebanada. Pero como la voracidad de los barones no tiene llenadera, comenzaron a violar las fronteras establecidas, a invadir territorios y a picarse los ojos entre sí.

Por ejemplo, a Larrea no le bastó el imperio minero que le otorgaron; mediante el cobro de facturas por sus generosas aportaciones a no pocas campañas políticas, metió la mano en los ferrocarriles –hasta quedarse con prácticamente todo–, en los contratos de obra pública, en el gas, en las plataformas petroleras, en los aeropuertos, en la energía eléctrica en el oro negro (a partir de ya) y hasta en los cines, para no ir más lejos. Pero quería más y decidió picarle los ojos a Emilio Azcárraga, quien por tal acción se retorció, puso el grito en el cielo y lo expulsó del paraíso mediático, por mucho que él mismo decidiera picarle los ojos a Carlos Slim y éste a todos los demás, en esta interminable merienda de caníbales en la que se ha convertido el otrora llamado mundo empresarial mexicano, hoy simplemente la mafia de los hombres de negocios, sin beneficio alguno para el país.

Y en la oficina de abajo un gobierno –con sus tres niveles y poderes– que devino en simple cuan servicial gerencia de los grandes capitales nacionales y extranjeros, en agente facilitador de negocios para los capos y, obvio es, en puntual cobrador de comisiones. Con la riqueza nacional el régimen construyó a estos Frankenstein, los apapachó, los echó a caminar y les garantizó impunidad, pero a estas alturas, totalmente fuera del huacal y sin beneficio alguno para el país, la autoridad de plano ya no sabe qué hacer ni cómo pacificar el festín para retomar el ambiente de la famiglia feliz.

Las rebanadas del pastel

Y en Sonora, el titular de la Unidad Estatal de Protección Civil, Carlos Arias, aporta lo suyo para sustentar el dicho del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, de que no hay fundamento legal para cancelar la concesión de Buenavista del Cobre a Grupo México. Denunció el funcionario: se encontraron instrumentos que indican que se bombearon tóxicos al Río Sonora de forma deliberada… El corporativo minero estaría descargando sustancias tóxicas al afluente después del derrame de 40 mil metros cúbicos el pasado 6 de agosto (El Imparcial).

Twitter: @cafevega