Opinión
Ver día anteriorDomingo 14 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
De nuestras Jornadas

A un año del desalojo de la Plaza Lerdo

H

ace un año, en la madrugada del 14 de septiembre, cientos de policías estatales desalojaron el campamento que maestros y estudiantes habían instalado en la Plaza Lerdo en protesta por las reformas educativas del gobierno federal.

La policía estatal –transformada ahora en policía acreditable y una parte de ella en fuerza civil– puso en práctica modernos métodos aprendidos para controlar a los manifestantes, y con balas de goma, macanas eléctricas, perros adiestrados y, a punta de golpes, limpiaron la plaza cívica para luego montar el escenario donde actuaría la banda El Recodo, tras el Grito de Independencia.

En la rebambaramba, los guardianes actuaron democráticamente porque no discriminaron a nadie. Maestras, estudiantes y hasta reporteros –a quienes les arrebataron cámaras– les tocaron las atenciones de los guardianes del orden del secretario de Seguridad Pública, el general Arturo Bermúdez Zurita. Hubo varios heridos.

La dependencia dijo que el desalojo se dio luego de dialogar con los maestros, sin embargo, un comunicado oficial precisó que se vieron forzados a actuar tras que arribaron al lugar medio centenar de personas ajenas al movimiento magisterial, empeñados en ocupar por tiempo indefinido la Lerdo.

Las fuerzas del orden, siguiendo el protocolo apegado a la legalidad y a los derechos humanos, se procedió a ocupar y resguardar el espacio para garantizarle a los xalapeños una celebración cívica, puntualizó el boletín.

En el sentido de acreditarle a la ciudadanía un espacio para recordar a los héroes de la Independencia, desde varios días atrás miembros de Antorcha Campesina, primero, y después de los 400 Pueblos, con todo y Marco Antonio del Ángel, su diputado encuerado, tomaron posición en la Plaza Lerdo para evitar que otros obstruyan su velada cívica y cultural para recordar el acto que vino a redefinir completamente el uso de la fuerza pública en Veracruz, y se vuelvan a interponer en la alegre celebración independentista de los xalapeños.