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La nube es como un casillero, del cual el dueño tiene llave, alertan tras hackeo a famosos

En Internet, lo privado es público una vez que se comparte: expertos

El escándalo es un recordatorio de que las figuras públicas deben proteger mejor su información digital, aconsejan

Los usuarios son vulnerables, aunque no sean celebridades, señalan

 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de septiembre de 2014, p. 9

Los Ángeles, 3 de septiembre.

Si quiere mantener sus fotos privadas, nunca las suba a Internet.

Ese es el consejo de los expertos luego de que hackers irrumpieron en las cuentas personales de varias celebridades, robaron fotos de ellas desnudas y las publicaron en la red. Jennifer Lawrence y Mary Elizabeth Winstead han dicho que fueron víctimas del ataque cibernético.

Las autoridades federales investigan el robo, y Apple confirmó el martes que, aunque algunas cuentas individuales fueron infringidas, sus servicios iCloud y Buscar mi iPhone siguen siendo seguros.

El más reciente escándalo de piratería informática es otro recordatorio de que las figuras públicas deben proteger mejor su información digital.

Muestra que las celebridades, como el resto de nosotros, no prestan tanta atención a la seguridad en Internet como deberían, dijo Dorie Clark, experta en mercadotecnia. Como muchas parejas comunes, las celebridades probablemente disfrutan tomándose fotos picantes, pero tienen que reconocer que hay gente fuera que está inherentemente interesada en lo que están haciendo, y que quiere ya sea hacer dinero o un nombre consiguiendo esas fotos.

A cualquiera le resultaría embarazoso que alguien ponga en la red sus fotos subidas de tono, pero la mayoría de la gente no corre el riesgo de ser acosada por hackers de este modo, dijo Gary Zembow, quien ayuda a famosos a proteger su información como fundador de Hollywood Tech Consulting.

Necesario, especie de guardaespaldas cibernético

“Si uno acepta que algunas celebridades necesitan guardaespaldas –dijo–, entonces su información personal y privada necesita una versión de eso también.”

Cada vez más individuos y compañías usan el almacén de datos en Internet conocido como la nube para imágenes y otros. Pero tal información puede volverse vulnerable una vez que se sube a la red, dijo el profesor Lance Larson, quien da clases de posgrado de seguridad nacional en la Universidad Estatal de San Diego.

La nube es como un casillero en un depósito. ¿Eres la única persona que tiene la llave? ¿O también tiene una el dueño del depósito?, dijo.

En pocas palabras: No pongas en Internet una foto o documento si no quieres que salga a la luz en algún momento, precisó.

No está claro en qué momento y en qué contexto las actrices hackeadas crearon las imágenes desnudas. Winstead tuiteó el domingo que las fotos íntimas que se tomó con su esposo en la privacidad de nuestro hogar fueron borradas hacía tiempo. Apenas puedo imaginar el esfuerzo repulsivo que esto conllevó, escribió.

Aun cuando la piratería cibernética es ilegal –el hombre que robó las imágenes de Scarlett Johansson desnuda fue condenado por espionaje y acceso no autorizado a una computadora–, asegurarse de que todas las imágenes ilícitas sean retiradas de todos los sitios que las publicaron es un reto interminable.

¿Cómo pueden los famosos –y no famosos– proteger su privacidad en la era de Internet?

Recuerden que todo material digital, aun con controles de privacidad, puede hacerse público, explicó la profesora Karen North, directora del programa Annenberg sobre comunidades en línea en la Universidad del Sur de California.

Lo que crees que es privado es público, y lo que crees que es temporal es permanente. Una vez que lo compartes con alguien, ya no controlas la propiedad intelectual, explicó.

Para mantener algo realmente privado, no lo suban a la red y no lo compartan.

También, cierren la sesión de Internet y apaguen la computadora cuando hayan terminado de usarla, sugirió Larson.

Si no desconectan, ese dispositivo de la red están proporcionando 24 horas al día, los siete días de la semana, una computadora potencialmente no vigilada en Internet.

Tengan cuidado con las redes inalámbricas también, especialmente famosos cuyos hogares a menudo pueden ser localizados en mapas de estrellas o mostrados durante paseos turísticos en Hollywood. Zembow apunta que cualquiera puede estacionarse frente a la casa y acceder a su sistema de Wi-Fi.

“Las dos palabras más simples son ‘contraseñas fuertes”’, dijo.

Finalmente, quienes insistan en tomarse fotos sexys deben considerar usar un dispositivo que no esté conectado a Internet y mantenerlo bajo llave en un lugar seguro. O apelen a la tecnología de antaño: usen una Polaroid.

Por otro lado, del más común de los mortales a la mayor de las celebridades, personas de todo estrato social suben cosas a la nube o a la red, desde informaciones financieras vitales hasta el ocasional autorretrato desnudo. Los casos periódicos de intrusión provocan indignación, pero no implican un alejamiento del ámbito digital ni garantías de privacidad.

Alentamos este concepto abstracto de que la privacidad es importante, pero el modo en que nos comportamos en línea lo contradice, opinó Nicholas Carr, cuyos escritos sobre Internet incluyen un libro acerca de lo que Internet hace a nuestros cerebros, publicado en 2010.

Afirmó: Ojalá la gente comprenda que todo lo que uno hace en línea puede hacerse público. Pero existe esta ilusión de seguridad que atempera todo nerviosismo. Es difícil juzgar los riesgos cuando a uno se le presenta la oportunidad de hacer algo divertido.

Las revelaciones más recientes incluyen fotos desnudas de la actriz Jennifer Lawrence y otras celebridades que fueron obtenidas mediante intrusiones electrónicas y después cargadas en línea.

Los expertos en privacidad dicen que los usuarios de tecnología en línea y en la nube son vulnerables aunque no sean celebridades.

Lo que estamos viendo es gente que de manera inocente y en muchos modos ingenua se ve estimulada a compartir informaciones que no compartiría normalmente, comentó Marlene Maheu, sicóloga de San Diego cuyo Instituto de Salud TeleMental capacita a profesionales de salud mental a expandir su práctica en línea.

Enciende luz roja

Maheu da el consejo siguiente a todo aquel que tenga preocupaciones por la privacidad: ¿Te sentirías cómodo de compartir esta información en una cena familiar? Si no es así, entonces enciende la luz roja de alerta.

Las preocupaciones por la privacidad son parte de una actitud compleja que muchos estadunidenses tienen con su experiencia digital. Aunque comparten más información en línea, también quieren mayor control sobre quienes puedan verla, según un estudio del Proyecto Internet y la vida estadunidense, realizado el año pasado por el Centro de Investigación Pew.

Según Pew, 50 por ciento de los usuarios de Internet se preocuparon por la información disponible sobre ellos en la red, en comparación con 33 por ciento en 2009. Aunque 86 por ciento habían intentado ocultar su actividad en línea o evitar ser rastreados, 59 por ciento no creyeron que fuera posible permanecer anónimos.

Once por ciento de los usuarios dijeron que les robaron en línea informaciones como el número del Seguro Social o de una cuenta bancaria, según el estudio. Simultáneamente se conocieron intrusiones que comprometieron la información de crédito de clientes de Target, Home Depot y otras cadenas comerciales.