Sociedad y Justicia
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México, único país que cuestionó forma y tiempo de administración por alto costo

Vacunar contra papiloma a niñas de 9 y 10 años, más efectivo que a mayores edades
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de septiembre de 2014, p. 41

El primer estudio sobre la eficacia de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) con sólo dos dosis –en lugar de las tres que recomiendan los laboratorios fabricantes– demostró que mientras menor sea la edad de las niñas (9-10) años, se gana en una protección equivalente y en ocasiones mayor a la que obtienen mujeres de mayor edad (18-24 años) que reciben tres aplicaciones del producto.

México es el único que como país cuestionó la forma y tiempo de administración de la vacuna, principalmente por el alto costo de la fórmula que fue lanzada al mercado en 2004 y se anunció como la alternativa para abatir el número de casos de enfermedad y muerte ocasionados por el cáncer cérvico uterino.

De acuerdo con las investigaciones científicas, la mayoría de estos tumores malignos están asociados con los virus 16 y 18 del VPH. Las dos vacunas disponibles hasta ahora ofrecen protección contra estas cepas.

La primera autorizada para su venta fue la elaborada por el laboratorio Merck Sharp and Dohme (MSD) que es tetravalente, pues también protege contra los virus 6 y 11, causantes de verrugas genitales. Luego salió una bivalente producida por Glaxo Smith Kline (GSK) contra los tipos 16 y 18.

Ambas están disponibles en México y, ante los resultados de las investigaciones que les dieron origen, el sector salud las empezó a aplicar en 2008 en las zonas de mayor marginación, aquellas donde se reportaba la mayor prevalencia de morbi-mortalidad por cáncer cérvico uterino. Este mal era la primera causa de muerte en mujeres por tumores malignos. Alrededor de cinco mil perdían la vida cada año por esta causa.

La introducción de la vacuna en esas áreas fue el reconocimiento implícito de la imposibilidad del sistema nacional de salud de garantizar el acceso al papanicolau, la prueba de detección temprana de lesiones en el cuello de la matriz, precursoras de cáncer.

En 2012 la vacuna se introdujo al programa universal de vacunación para todas las niñas de 9 a 11 años, pero bajo el esquema de dos dosis en seis meses y la tercera, cinco años después.

Para entonces, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) ya había iniciado la investigación sobre el nivel y tiempo de protección del biológico. La hipótesis inicial era que con dos aplicaciones del producto sería suficiente para asegurar la prevención del VPH y por lo tanto, del cáncer de matriz. Los resultados se publicaron en Vacuna, revista oficial de la Sociedad Edward Jenner, la Sociedad Internacional de Vacunas y la Sociedad Japonesa de Vacunología.

El equipo de investigación del INSP encabezado por Eduardo Lazcano-Ponce contó con dos mil participantes; la mayoría (mil 500) eran niñas de 9 a 10 años. El resto tenían entre 18 y 24 años.

A dos años de haber recibido la primera de dos inyecciones de la vacuna, las niñas de 9-10 años presentaron el mismo o mayor nivel de anticuerpos en sangre que las mujeres de 18 a 24 años que recibieron tres dosis. El trabajo dará seguimiento a las mujeres durante los siguientes años.

Con base en los resultados obtenidos hasta ahora, antes de decidir si se completa el esquema como se programó inicialmente –con la tercera dosis al quinto año– se realizará un análisis a las adolescentes participantes en el estudio para determinar si todavía está presente la protección de las primeras dosis, y por lo tanto, si se aplica o no, la tercera dosis de la vacuna.