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Presidentes, el Papa y futbolistas celebran

Encuentro con mi nieto, cuando él lo decida: De Carlotto
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La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, al salir de su casa en la ciudad de La Plata. El encuentro con su nieto estaba previsto ayer, pero la presión de los medios lo impidióFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 7 de agosto de 2014, p. 22

Buenos Aires, 6 de agosto.

Nos encontraremos cuando él lo decida. Nosotros estamos preparados y también la familia del padre, dijo Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, cuyo encuentro con su nieto desaparecido estaba programado para este miércoles, un día después de confirmarse la verdadera identidad del hombre de 36 años, arrancado apenas unas horas después de haber nacido a su madre, detenida y asesinada por la última dictadura militar.

La noticia que conmovió a Argentina sobre el hallazgo de Guido después de más de tres décadas de búsqueda por su familia fue celebrada por presidentes como Nicolás Maduro, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia, y futbolistas como Diego Armando Maradona y Lionel Messi, que hicieron llegar mensajes a De Carlotto en las últimas horas. También voceros del Vaticano expresaron la alegría del papa Francisco, quien llamó a celebrar la vida.

Este día comenzó con la expectativa del encuentro, pero lamentablemente la enorme presión de los medios de comunicación, que habían rodeado la zona de campo donde viven quienes criaron a Guido, al parecer personas muy sencillas, que no conocían su procedencia, hizo difícil cualquier movimiento.

Al anunciar ayer el hallazgo de su nieto, De Carlotto pidió discreción, y ni siquiera aportó más datos que el hecho de que Guido es músico y era físicamente muy parecido a sus padres. Pero la justicia filtró el nombre del joven, Ignacio Urban, y su dirección, lo que desató guardias periodísticas que impidieron la intimidad necesaria para este encuentro. El procedimiento de las Abuelas ha sido hasta ahora, con los 113 nietos de los 500 niños apropiados por los represores, no difundir demasiados datos hasta que los nietos recuperados estén preparados para hacerlo público.

Guido, como lo llamó su madre según testimonio de una sobreviviente de los centros de detención clandestinos, es un músico muy valorado de Olavarría, en la provincia de Buenos Aires, por lo que fue fácil rastrear fotografías en medios de comunicación de la localidad y también en la web. Todo esto dificulta un encuentro más íntimo, explicaron familiares de De Carlotto a La Jornada.

He vivido un día de gloria. Pero esto no hace sino inspirarme a continuar con mi tarea.Voy a seguir yendo para buscar todos los nietos que faltan, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo esta tarde.

Pero además, el hallazgo de Guido posibilitó reconstruir la historia de amor de dos jóvenes en la clandestinidad: Laura Carlotto, de 22 años, y Walmis Óscar Montoya, de 26.

Debido a la persecución, Laura y su compañero, militantes peronistas, vivían en la clandestinidad. Montoya había llegado a estudiar a la ciudad de La Plata desde la provincia sureña de Santa Cruz, donde era conocido como un joven trabajador con inquietudes artísticas, ya que tocaba en una banda llamada Nosotros y Ustedes.

Pero al momento del secuestro de ambos y durante buena parte de la búsqueda, nadie sabía el nombre del compañero de Laura. El hoy diputado Remo Carlotto y los otros hermanos de Laura se abocaron a una investigación que los llevó hasta el extremo sur del país, guiados por los testimonios de compañeros de lucha, hasta llegar a la familia de Montoya.

La abuela paterna de Guido, Hortensia, de 91 años, confesó hoy entre lágrimas que ya no esperaba ver a su nieto. Es igualito a su padre, no puede negar que sea hijo de mi hijo. Verlo a él fue ver a mi hijo, porque son un calco, dijo a una radio local, en tanto se conocía una foto que dejaba ver el gran parecido entre ambos.

Saber que es nuestro, que he recuperado algo tan querido para mi hijo es una emoción muy grande. Sufrí mucho con la pérdida de su padre, y esto nos trajo una inmensa alegría. Sólo quiero ver y abrazar a mi nieto, contarle la historia de su padre, dijo Hortensia. El papá de Guido era mi primer hijo. Es una historia muy larga, muy triste y la aparición de mi nieto es un acto de reparación para Argentina, para nuestra patria, añadió.

El último contacto que la familia tuvo con Walmir fue entre enero y febrero de 1977. En 2009, la familia Montoya recibió la noticia de que se había identificado el cadáver de su hijo, que había sido enterrado como NN (desconocido) en diciembre de 1977. Fue asesinado sólo un mes después de su secuestro, en noviembre de aquel año.

Una versión desde Olavarría da cuenta de que el niño fue entregado por un médico, que era dueño de campos, a un humilde matrimonio de cuidadores. Ellos parecen gente muy humilde y pienso que buena, porque como hablan todos de mi nieto en estas horas lo educaron muy bien. No puedo decir nada más, porque ahora la justicia investigará quién dejó al niño allí. Por eso queremos dar tiempo a Guido. Mi nieto está muy bien. Se comunicó varias veces con mi hija Claudia. Dice que va a venir pronto y anoche preguntó por mí, cómo estaba yo y eso me emocionó mucho. Es un chico excepcional, un premio que me da la vida. Nos sentimos abrazadas por tanto amor en estas horas, que estamos viviendo en estado de felicidad, explicó Estela de Carlotto.

Trascendió que Guido vive con su pareja, una joven diseñadora de moda que lo impulsó a buscar su identidad. Ya llegará el momento. Esperamos tantos años, que ahora queremos hacer todo bien. Un verdadero encuentro de familia y que nadie salga lastimado de esta historia terrible. Lo que le espera aquí es todo amor, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.