Estados
Ver día anteriorJueves 7 de agosto de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Algunos pobladores que perdieron sus viviendas recibieron cuartos pequeños e inhabitables

Ayuda insuficiente y discrecional
Foto
Foto
Una de las viviendas de un solo cuarto construidas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano en Santo Domingo, municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero. Los inmuebles terminados tienen techos de lámina de asbesto, lo que, según pobladores, hace insoportable el calorFoto Sergio Ocampo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 7 de agosto de 2014, p. 30

Coyuca de Catalán, Gro., 6 de agosto.

Guerrero padeció hace casi un año poderosos fenómenos naturales que lo atacaron desde dos frentes: la tormenta tropical Manuel llegó del océano Pacífico y el huracán Ingrid, del Golfo de México. Hoy, habitantes del municipio de Coyuca de Catalán, en la región de la Tierra Caliente, reprochan a las autoridades no cumplir sus promesas de edificar, reconstruir o reubicar sus casas.

En un recorrido por los poblados Juntas de Río Chiquito, Amuco de la Reforma, Las Tinajas y Santo Domingo se observa que la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) edificó, en la mayoría de los casos, cuartos de 3.5 por 3.5 metros y algunas viviendas de dos habitaciones con techos de asbesto, en una zona donde la temperatura rebasa 40 grados centígrados. No se puede dormir en ellas.

Según reportes oficiales, las lluvias dañaron 50 municipios, nueve en la Tierra Caliente (ver mapa). En Juntas de Río Chiquito, municipio de Coyuca de Catalán, las quejas se multiplican. Josefina Sánchez recordó que el río Balsas inundó todo el poblado, de casi mil personas.

El comisario Amado Lagunas aseguró que la inundación destruyó la mayoría de las casas y las autoridades no han apoyado. Las casas están mal hechas, con lámina de asbesto. Apenas han entregado cinco o seis, y algunas no tienen baño.

En el poblado Amuco de la Reforma, de unos 3 mil 700 habitantes, la situación es crítica. María del Socorro Martínez sostuvo que al menos 82 casas se perdieron y cientos tienen daños severos.

Pastor Santamaría la secundó: A Julia Nambo, cuya casa quedó derribada, le dijeron que era pérdida parcial. Yo reporté a la Presidencia de la República el 28 de octubre (de 2013) y el 30 al gobernador Ángel Aguirre y a la Sedesol (Secretaría de Desarrollo Social), y entregué copia de las fotos de 82 casas destruidas y de 247 dañadas.

Otro ciudadano reclamó: aquí están construyendo cuartitos como trojes, como de 2.90 por 2.40 metros, ni para una cama.

Carina Tapia recordó: Perdimos todo: animales, chivos, patos, borregos, burros, caballos, vacas, ropa, nuestras cosas de cocina. Estuvimos más de 20 días inundados, del 15 de septiembre al 5 de octubre de 2013. Nos fuimos a aquella loma (un cerro fuera de la comunidad), más de 15 días sin ropa, sin nada, y pasamos cinco días sin comida.

Indicó que más de 2 mil personas se refugiaron en el monte: Éramos más de la mitad del pueblo; algunos se fueron a otros cerros. Sólo comíamos tortillas con sal, y a veces ni leña teníamos. Llegó un helicóptero, creo que de la Presidencia de la República. Pero cuando vio que muchos nos acercamos se fue y sólo nos dieron unas bolsas de arroz. Mi hija y yo fuimos las únicas que pudimos agarrarlas. Un soldado vio que teníamos necesidad y nos dio pañales, harina y jabón.

El campesino Blas Mojica afirmó: Perdí mi casita, pero no a todos les hacen caso. Agregó que la prestamista Ricarda López no fue afectada y recibió tarjetas de 50 mil pesos porque dijo que había perdido tiendas. Tiene familiares en el ayuntamiento. Les dieron cuatro tarjetas, a las tres hijas y a la esposa. A la gente jodida no le dieron. Eso sí, para el tiempo de votación nos ocupan a todos, entonces sí somos apreciados. ¿A qué le tiramos? Nos compran como burros viejos; con 200 pesos nos hacen tontos.

María Dolores Palacios mostró la vivienda que improvisó con tabiques sobrepuestos. El gobierno no nos ha ayudado. Estos tabiques me los dieron unos señores de Estados Unidos, creo que pastores.

El médico Daniel Salgado sostuvo que 150 casas fueron destruidas y otras tantas quedaron dañadas. No hicieron bien el censo; a algunos que no tuvieron pérdidas les están haciendo casas, y a los que perdimos todo no nos apoyaron.

Indicó que si bien se han construido unas 45 casas, están incompletas, les faltan pintura, techos, baños y están en obra negra; unas son cuartitos, y pocas están completas. El ayuntamiento dice que no es su competencia, sino del gobierno federal. El estado no ha dado apoyo, sólo cinco láminas de asbesto, de 2.5 metros de longitud.