La intención de control de los monopolios plasmada por los legisladores en la reforma constitucional y en las leyes secundarias podría quedar sin efectos antes de que inicie la vigencia de la Ley si América Móvil logra la venta de sus activos en bloque y sobre todo a un jugador internacional grande, advirtió el Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac), al señalar que esa operación tendría un efecto más fuerte que la legislación y mostraría la inmunidad de los agentes económicos preponderantes.

Destacó que el gobierno mexicano afronta ahora un claro dilema. “Si América Móvil logra despojarse de la declaratoria de preponderancia, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) deberá renunciar a su nueva facultad para imponer medidas asimétricas preventivas ex ante, y limitarse al uso de las herramientas de análisis disponibles en la Ley de Competencia que consisten en la determinación de poder sustancial en mercados relevantes, y evaluación del daño versus posibles eficiencias derivadas de dicha condición dominante”.

Para el Cidac irónicamente, el concepto de preponderancia, cuya discusión ha tomado tanto tiempo y tinta a legisladores y opinadores, está en riesgo de perder su eficacia antes de que su aplicación tenga plena validez jurídica. De hecho la decisión de América Móvil obliga al Ifetel a repensar las implicaciones de su declaración de preponderancia sobre Televisa, exactamente lo opuesto de lo que la ley buscaba. Los mercados tienen una forma peculiar de impactar los procesos políticos, sostuvo.

Horas antes de que se aprobara la legislación secundaria de telecomunicaciones América Móvil anunció que desincorporará y venderá activos para dejar de ser preponderante, acción que especialistas calificaron de audaz y que en el mercado de valores fue bien recibida al aumentar el precio de las acciones de la principal empresa de telecomunicaciones de Carlos Slim, que aglutina a Teléfonos de México (Telmex) y a Telcel en México, y a todas las empresas del ramo en América Latina y Estados Unidos.

“Su objetivo principal es evitar las medidas asimétricas que se le han impuesto principalmente en materia de interconexión, roaming, infraestructura pasiva, red, servicios a los usuarios, información y separación contable”, refirió el Cidac.

Ante esta medida de la empresa, lo que quedó plasmado en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión y los escenarios que se vislumbran ante la convergencia tecnológica y el ritmo de los mercados el Cidac cuestionó si esta regulación será suficiente para modificar las estructuras oligopólicas que han frenado por décadas el desarrollo de esta industria.

En coincidencia con empresas que podrían estar interesadas en la infraestructura que desincorpore América Móvil, como Alestra o Axtel, el referido centro señaló que es necesario conocer los términos y condiciones bajos los cuales se llevará a cabo la venta de activos que podrían ser adquiridos por un comprador extranjero porque la ley lo permite.

Criticó que para limitar la actuación de los oligopolios los legisladores pensaron que era suficiente con establecer el criterio de preponderancia sólo sustentándolo en una métrica rígida como la participación en el sector superior a 50 por ciento. Olvidaron que los mercados responden a tomas de decisiones dinámicas y sumamente flexibles de acuerdo con las circunstancias, incluidos obviamente los cambios regulatorios que las acotan.