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La mejor posición de La saeta rubia era toda la cancha, lo mismo atacaba que defendía

Muere Alfredo di Stéfano, futbolista que hizo historia con el Real Madrid

El mundo futbolístico rinde homenajes al deportista que defendió la camiseta nacional de tres países

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Alfredo di Stéfano deja huérfana a La Vieja, como solía llamar a su compañera de toda la vida, la pelotaFoto Ap
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El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, pronunció un emotivo discurso en honor de Di Stéfano y no pudo evitar el llantoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 8 de julio de 2014, p. 6

Madrid, 7 de julio.

Quería tanto al futbol que a la pelota la llamaba con el cariñoso mote de La Vieja. Alfredo di Stéfano fue bautizado como La saeta rubia y su nombre resurgía del pasado mítico para dirimir discusiones sobre quién es el mejor jugador de todos los tiempos. Ese hombre que muchos no vieron jugar, pero del que alguna vez oyeron en acalorados debates, murió este lunes a los 88 años de edad, después de sufrir un paro cardiorrespiratorio en Madrid, donde vivía desde la década de 1950.

Di Stéfano suena a leyenda, pero su trayectoria surge de un relato descomunal de cuando el futbol se ejecutaba con otra mística y bajo otra dinámica. Se consagró con la camiseta del Real Madrid, con quien conquistó cinco veces seguidas la Copa de Europa, y también porque vistió las casacas de tres países: Argentina –donde nació–, Colombia y España. La posición de La saeta fue toda la cancha, el futbol en su totalidad, porque un jugador con su versatilidad ejerció de defensa, medio, extremo, atacante, entrenador, presidente honorario de club y sí, como todos reconocen hoy día, también como mito.

Cuando Di Stéfano llegó a España, nadie había visto un futbolista igual. Los defensas no podían pararlo. Por eso lo llamaron La saeta rubia. Famoso por su puntería, habilidad y versatilidad, la brillantez de Di Stéfano iluminó el futbol argentino, colombiano y en especial el español entre 1943 y 1966, periodo en el que anotó 789 goles en mil 90 partidos. Fue la mayor leyenda del Real Madrid de las cinco Copas de Europa, y hasta sus últimos días se desempeñó como presidente honorario del club. El delantero argentino fue elegido mejor jugador de Europa en 1957 y 1959.

Su gran asignatura pendiente fueron los mundiales. Vistió las camisetas nacionales de Argentina, España y Colombia, pero nunca disputó una Copa del Mundo. Algo que, de todas formas, no le impidió ser considerado uno de los grandes de la historia del futbol junto a titanes como Diego Maradona o Pelé.

Afincado en Madrid desde los años 50, Di Stéfano fue un futbolista tanto o más querido en España que en su Argentina natal.

Me van a perdonar, yo sé que ustedes los españoles quieren mucho a don Alfredo, pero déjenme decirles que don Alfredo es nuestro, es argentino, dijo Maradona en 2009, en una gala organizada por un diario deportivo español en la que coincidieron el propio Maradona, Di Stéfano y Lionel Messi.

Di Stéfano nació el 4 de julio de 1926 en Buenos Aires –aunque él precisaba con mayor énfasis su procedencia de Barracas al sur de Buenos Aires– y comenzó su carrera con River Plate en 1943, antes de unirse a Millonarios de Colombia seis años después. Ganó seis campeonatos de liga con ambos clubes, dos con el cuadro argentino y cuatro con el colombiano.

En 1953 el Barcelona dijo haber contratado a Di Stéfano después que llegó a un acuerdo de transferencia con River Plate, que aún tenía los derechos del jugador. Sin embargo, el canje fue puesto en duda cuando el Real Madrid también negoció su fichaje, pero con Millonarios.

La Federación Española de Futbol adoptó entonces una decisión tan salomónica como imposible, autorizando a Di Stéfano a repartir sus cuatro años de contrato entre los dos equipos.

Sin embargo, bajo el argumento de que estaba siendo presionado por el gobierno dictatorial del general Francisco Franco, el Barcelona decidió retirarse y permitió al Madrid contratar a un jugador que cambió la historia del club merengue y le convirtió en el mejor equipo del siglo XX, según la FIFA.

El episodio de Di Stéfano contribuyó a encender la rivalidad entre Barcelona y Madrid, que en aquella época no era tan grande como en la actualidad.

El aluvión de reacciones refrendó la talla de la pérdida para el futbol. Pelé, uno de los cracks con el que suele disputarse el título del más grande dijo que la saeta rubia fue un pionero. Si hoy los jugadores de América Latina tienen esa apertura en Europa, se lo deben a Di Stéfano, añadió O Rei.

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter: Muy triste por la muerte de Di Stéfano. Mi jugador favorito, el más completo que vi. Se fue una leyenda.

Una de las estrellas del futbol contemporáneo que aspira a codearse con los nombres legendarios, Lionel Messi, también envío un adiós: Hasta siempre Don Alfredo Di Stéfano, una leyenda, un grande dentro y fuera de la cancha. Mucho ánimo a todos sus familiares y allegados.

El portero Iker Casillas, actual capitán del Real Madrid, le dedicó estas palabras: El más grande. Leyenda del madridismo, siempre con nosotros. Siempre le recordaré, maestro.

A ellos se sumó el presidente de la liga mexicana de futbol, Decio de María, quien envió un sentido pésame a la familia de La saeta rubia.

Alfredo di Stéfano se marcha así en la antesala de las semifinales del Mundial de Brasil 2014, en el que jugará la selección de su natal Argentina después de 24 años de ausencia. La saeta rubia deja huérfana a La Vieja.