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Encarecen viviendas erigidas al amparo de la norma 26

Vecinos de la Nueva Santa María dicen que tres construcciones han causado daños

Junto con la panista Priscila Vera demandan revisar nuevos ordenamientos

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Desarrolladores inmobiliarios construyeron cientos de viviendas de interés social bajo la norma 26, pero las venden como si fueran de interés medio altoFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Lunes 7 de julio de 2014, p. 35

Vecinos de la colonia Nueva Santa María, en la delegación Azcapotzalco, denunciaron que los departamentos ubicados en Frambuesa 106, Nueces 138 y Nueces 163 se construyeron al amparo de la norma 26 –que corresponden a vivienda popular–; sin embargo, se venden en más de un millón 500 mil pesos, además de que han causado grietas estructurales a las viviendas colindantes y hundimientos, lo que coloca a los vecinos en situación de riesgo permanente.

Acompañados de la diputada local panista Priscila Vera, solicitaron a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) su intervención en favor de los vecinos, así como revisar la propuesta de las normas 30 y 31, para que estos casos no se repitan.

En conferencia de prensa, la legisladora dijo que solicitan a la Seduvi que intervenga, con el fin de que emprenda los juicios de lesividad en estos tres casos. Pero también, que el secretario Simón Neumann haga la reflexión de si la nueva norma 30 va a actuar en favor de los ciudadanos o va a ser manga ancha para que los desarrolladores violen la ley.

Consideró que la nueva norma 30 debe tener tres condiciones fundamentales: Primero, establecer qué se entiende por precio de venta, a efecto de evitar que los desarrolladores saquen la autorización conforme a la norma, pero que digan que 700 mil pesos cuesta solamente la obra gris y los adicionales van aparte y ascienda a un millón 400 mil pesos; hemos solicitado que para que esta norma no genere el abuso inmobiliario tiene que establecerse en zonas donde lo permita el atlas de riesgo, y que no sean áreas de conservación o en pueblos originarios .

Agregó que la norma 26 ha provocado un gran desorden urbano, afectaciones a los ciudadanos, desabasto en los servicios y un descontento generalizado entre la ciudadanía, debido a que tanto las autoridades como los constructores burlaron constantemente los lineamientos, ya que pasaron por encima de los intereses de los ciudadanos, al no respetar el precio final de venta estipulado para las viviendas construidas.

Insistió en que a pesar de las violaciones registradas con la norma 26, la Seduvi ha planteado las normas 30 y 31, que se pretenden aplicar en 673 colonias que carecen de una evaluación favorable en materia de seguridad y sustentabilidad para erigir edificaciones destinadas a uso habitacional en la ciudad de México. De ese listado de colonias, 59 corresponden a áreas de conservación patrimonial, 83 son pueblos originarios y 30 están tipificadas como colonias de alto peligro sísmico.