Comunicadoras de los pueblos originarios de Oaxaca que trabajan en diversas experiencias mediáticas a escala regional, manifestaron rotundo rechazo a las inminentes reformas en materia de telecomunicaciones: En unas cuantas sesiones las cámaras de diputados y senadores, en nombre de un desarrollo que dista mucho de nuestra concepción de Buen Vivir, han tejido una red de imposición, despojo y saqueo de nuestros bienes naturales y culturales, que mantiene a México como uno de los países más desiguales del mundo, lo que afecta gravemente nuestra existencia.

Unas 40 organizaciones y radios comunitarias se congregaron en días pasados en el pueblo mixteco de Yuku Saa, Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, para el tercer Encuentro de Comunicación Indígena, y expresaron sus reclamos. Sostuvieron que su prácticas recrean formas de comunicación que caminan en una dirección distinta a los medios de la cultura dominante. Es así como construimos otro mundo posible.

Los comunicadores indígenas manifestaron su rechazo a las diversas reformas constitucionales (hacendaria, electoral, educativa, seguridad nacional y energética) así como a la contrarreforma en telecomunicaciones, pues se han hecho sin consultar a la ciudadanía, y las leyes secundarias limitan el derecho de los pueblos a la comunicación.

Dichas reformas no sólo ponen a disposición de los monopolios y las trasnacionales el espectro radioeléctrico y a los territorios indígenas, sino que criminalizan la protesta social y vuelven ilegal lo legítimo. En muchos rincones de México se persigue a las hermanas y hermanos que mantienen los modos comunales de vivir porque mandan obedeciendo, porque pedimos para todos todo y nada para nosotros.

El senador Javier Lozano durante la sesión en que se aprobó en lo general la ley secundaria en materia de telecomunicacionesFoto José Antonio López

De ahí las negativas del Congreso a reconocer nuestros derechos y su insistencia en obstaculizar espacios de comunicación indígena, argumentan. La democracia no puede existir sin considerar la diversidad cultural y lingüística y es incompatible con un monopolio de las ideas.

Aun así, advierten, seguiremos denunciando este falso proyecto de desarrollo, esta simulación de democracia en la que estamos empantanados; seguiremos defendiendo nuestros territorios, contando nuestras historias; seguiremos ejerciendo la libre determinación y fortaleciendo nuestra autonomía.

Recuerdan a los legisladores que el espectro radioeléctrico es un bien de la Nación y el Estado no lo puede privatizar en favor de los empresarios. El derecho a comunicar es tan importante como el derecho a la salud o la educación, por lo tanto no se puede seguir discutiendo y aprobando la ley sólo entre empresarios, legisladores y funcionarios.