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¿La Fiesta en Paz?

Cine y toros, secuestro similar

Asambleístas circenses

En Cinco Villas continúan las emociones

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Cuando el toro sale en puntas los toreros se crecen o se achican, según su disposición al sacrificio, y el público guarda nervioso silencio ante el azarFoto Archivo
E

l secuestro sistemático de la cultura mexicana por parte de los dóciles operadores locales de los dictados del gran capital, del pensamiento único, de la manipulación mediática, de las especulaciones del mercado y de lo política y culturalmente correcto, lejos de disminuir aumenta y afecta todas las actividades y expresiones del país, mientras su sociedad se distrae sólo con lo aprobado por los propietarios del planeta.

Indignado e incrédulo leo las cínicas respuestas del director de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, que reúne a distribuidores y exhibidores, y en el mismo tenor las del director de la distribuidora 20th Century Fox en México, luego de la valiente y casi desesperada denuncia que la actriz Blanca Guerra, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, hiciera en la entrega de los premios Ariel a fines de mayo pasado, al afirmar que se incumple con la tímida Ley Federal de Cinematografía al no reservar el 10 por ciento del tiempo total de exhibición a la proyección de películas nacionales.

Maniatada y dependiente de Estados Unidos con el pretexto del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, la política cultural de México cierra pinzas al acatar sin reparos las órdenes de su socio mayoritario y principal promotor del pensamiento único, trátese de música, deportes, cine, televisión... o toros, donde el socio mayoritario del duopolio taurino no es Estados Unidos sino España, a través de media docena de sus figuras, que ante la poca imaginación empresarial de aquí redujeron la tradición taurina de México a tres o cuatro apellidos ventajistas. El procedimiento secuestrador es el mismo: autorregulación, complicidades con la autoridad, inobservancia de la ley, impunidad y dependencia creciente, mientras el público cree que le dan lo que pide, así sea basura a color o en 3D, cuando sigue sin aprender a exigir.

Un veterinario con doctorado en Europa, me dice: Prohibir la utilización de animales en los circos por parte de la especuladora Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), es otro alarde de oportunismo electorero disfrazado del peor humanismo, sobre todo del bochornoso Verde Ecologista, cuya ideología es aliarse con partidos para fines particulares y que no ha tenido problema en apoyar a candidatos aficionados a los toros (PAN) o de plano criadores de toros de lidia (PRI). El Verde carece pues de autoridad moral para enarbolar la raída bandera del animalismo.

“A estos legisladores, continúa, les resulta más fácil prohibir que consensuar, legislar y normar. ¿Se escuchó y advirtió a los empresarios de circo antes de prohibirles el uso de animales? Esta ley para el respeto animal ¿incluye zoológicos, tiendas de mascotas, especies en cautiverio en consultorios veterinarios, hipódromos, lienzos, palenques, plazas de toros, acuarios y perros y gatos semiabandonados en azoteas? Ocuparse de la calidad de vida animal en los circos, ¿los exime de pugnar por la calidad de vida en los humanos?

“Es un error, prosigue el también catedrático, cortar el vínculo entre un animal y su cuidador por una ocurrencia legislativa que no toma en cuenta el trauma que ocasiona esa separación, ya que difícilmente podrá vincularse con alguien en una reserva. Conozco parques cinegéticos o de caza donde los animales rescatados son muertos por clientes que armados de flamantes rifles logran dar en el blanco a 30 o 40 metros a cambio de una cuota. ¿Hacer atravesar a un tigre un aro en llamas es más humillante que un joven tragafuego?

“¿A los falsos protectores les parece más noble defender animales de circo que legislar en favor de infantes, adolescentes y ancianos abandonados a lo largo y ancho del país? ¿Un entrenador de felinos se convertirá en payaso y un cuidador de elefantes en trapecista? Las especies que no se coloquen ni siquiera en zoológicos –mismo público, diferente encierro–, ¿serán sacrificadas al no ser costeable su manutención? ¿Los protectores de animales se dejan picar por mosquitos por respeto a sus derechos? Estos asambleístas deberían dejar su animalismo de opereta y centrarse en verdaderas prioridades de justicia social”, concluye.

Cuando el toro sale en puntas los toreros se crecen o se achican, según su disposición al sacrificio. En la octava novillada en la plaza Cinco Villas José Zavala confirmó su calidad expresiva y cabeza torera frente a un bien presentado y bravo astado de Huixcazdhá (palo quemado) del que cortó una oreja tras soberbio volapié. José Ma. Pastor fue una grata sorpresa. Con sólo siete festejos, aguantó en templadas gaoneras, pareó con gusto y estructuró una solvente faena coronada con certera media para apéndice y reconocimiento unánime. Como gran final, el becerrista Juan Pedro Llaguno lidió un eral muy bien picado por el niño César Morales. Pinturero con el capote, lucido con los palos y gracioso y vendedor con la muleta, obtuvo una oreja de mérito.