Sociedad y Justicia
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Insta el Vaticano a recibir en la fe y con dignidad a hijos de las parejas gay

La Iglesia debe ser respetuosa y menos moralizante sobre uniones homosexuales

La institución tiene que encontrar equilibrio en la familia tradicional, señala un documento

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En un documento emitido por el Vaticano se replican palabras del papa Francisco sobre los homosexuales: “Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, entonces ¿quién soy yo para juzgarlo?Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de junio de 2014, p. 39

Ciudad del Vaticano, 26 de junio.

La Iglesia católica debe ser menos moralizante y aunque siga opuesta al matrimonio homosexual debería recibir en la fe a los hijos de las parejas gay con la misma dignidad, declaró este jueves el Vaticano en un documento.

El escrito, realizado antes del sínodo de obispos católicos previsto por el Vaticano para octubre próximo, en el que se debatirán asuntos de familia, también señaló que los mil 200 millones de católicos deberían ser menos excluyentes y más humildes.

La posición católica tradicional sobre la homosexualidad ha llevado en algunos casos a la exclusión de los hijos de parejas del mismo sexo de las actividades de la Iglesia. Aunque el documento no apunta a ningún cambio inmediato en la condena de la Iglesia a los actos homosexuales y su oposición al matrimonio gay y la adopción de niños por parejas del mismo sexo, empleó un lenguaje menos moralizante y más compasivo que anteriores comunicados del Vaticano.

El texto indica que aunque los obispos sigan opuestos a los gobiernos que redefinen el matrimonio permitiendo uniones del mismo sexo, la Iglesia tiene que encontrar el equilibrio entre sus enseñanzas sobre la familia tradicional y una actitud respetuosa y no moralizante respecto de las personas que viven en esas uniones.

Esa frase replica las palabras del papa Francisco sobre los homosexuales pronunciadas en el avión que lo llevaba de vuelta desde Brasil el pasado julio: Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, entonces ¿quién soy yo para juzgarlo?

El documento, que resume los resultados de un cuestionario enviado el año pasado por el Vaticano a todas las diócesis del mundo de cara al sínodo, subrayó también la gran brecha entre las enseñanzas oficiales de la Iglesia sobre moral sexual y su aceptación y comprensión por los fieles de todo el mundo.

Así, el Vaticano admitió que muchos católicos rechazan sus enseñanzas sobre la sexualidad y consideran que asuntos como la utilización de anticonceptivos son una intromisión en su vida privada.

Reconoció que muchos católicos tienen un conocimiento superficial de las enseñanzas de su Iglesia en asuntos como el control de natalidad, la homosexualidad, el divorcio, las segundas nupcias, la cohabitación y otros asuntos ligados a la familia.

Muchos de los que respondieron a la encuesta vieron a la Iglesia como demasiado excluyente, distante y carente de una mayor humildad.