Deportes
Ver día anteriorMartes 24 de junio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
La Jornada en Brasil 2014

La fiesta por el triunfo de la selección fue del Zócalo a Reforma y al Ángel

Más de 160 mil aficionados celebraron en las calles del Distrito Federal

Un helicóptero de la SSP sobrevoló el área

Dos mil 500 granaderos resguardaron el festejo, aderezado por el Cielito lindo, trompetas y cazuelas

Foto
Según estimaciones de la SSP-DF, a las ocho de la noche eran 60 mil aficionados congregados en el Ángel de la Independencia; se esperaba que más tarde el número llegara a 100 milFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Martes 24 de junio de 2014, p. a15

Una oleada de camisetas verdes desbordó ayer el Zócalo capitalino y el Ángel de la Independencia. Ahí, no sólo vieron, sino también festejaron el triunfo de la oncena mexicana sobre su similar de Croacia, por tres goles a uno.

Las cifras de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP-DF) reportaron que en ambos lugares, y en el Paseo de la Reforma, se concentraron –de las 14 horas y hasta la noche– decenas de miles de personas.

El punto de partida fue la plancha del Zócalo, donde todo estuvo dispuesto desde temprano. Elementos de la SSP retiraron las vallas metálicas que rodeaban ese lugar, mientras personal técnico hacía continuas pruebas de sonido y de la transmisión de la imagen en las tres megapantallas instaladas.

A mediodía comenzaron a llegar los primeros aficionados de la Selección Mexicana, lo mismo con pelucas multicolores que con matracas o banderas tricolores; a ellos se fueron sumando oficinistas, amas de casa, estudiantes y familias enteras, procedentes de las calles aledañas o de la estación Zócalo del Metro.

Cuando a las 15 horas el balón comenzó a rodar en la cancha de Pernambuco, Brasil, el Primer Cuadro estaba ya saturado de hinchas aztecas, y a cada jugada se emocionaban y lanzaban porras o el polémico grito: eeeeeeeeeeee... puuuutooosss, con los brazos al frente. La policía, por su parte, cerró el tránsito vehicular en calles como 20 de Noviembre y Pino Suárez.

La lluvia se hizo presente

Media hora tuvieron de despreocupada alegría, antes de que la lluvia se hiciera presente y obligara a varios seguidores a buscar refugio en los portales de las aceras poniente y sur del Zócalo capitalino. La mayoría sacó sus paraguas, hules, impermeables o periódicos y aguantaron ahí la lluvia que, para el medio tiempo del México-Croacia, ya se había ido.

Los goles de Rafael Márquez, Andrés Guardado y Javier El Chicharito Hernández generaron el estruendo de los aficionados, que se oyó en muchas calles a la redonda.

A los 90 minutos de juego, el silbatazo final llegó y con él la alegría y el júbilo de las más de 100 mil personas que según cálculos de la SSP se concentraron en ese lugar. Minutos después, muchos de los seguidores del Tri comenzaron a avanzar sobre las calles de Madero, Tacuba, 20 de Noviembre, Pino Suárez y 16 de Septiembre con un sólo destino: el Ángel de la Independencia.

La policía debió realizar varios cortes a la circulación y cerrar por completo los dos sentidos de Paseo de la Reforma, en su tramo de Lieja a avenida Hidalgo. A su paso, los hinchas aztecas debieron sufrir de nuevo la pertinaz lluvia, pero qué importaba, si se tenía ya el pase de México a los octavos del Mundial Brasil 2014.

A las 19 horas, la policía capitalina estimó que en esta zona se habían ya reunido más de 40 mil almas, y el número seguía creciendo. Oportunidad para los vendedores que aprovechan el momento para ofrecer desde banderas de México hasta capas para la lluvia.

El Ángel fue rodeado por una valla de uniformados que, paulatinamente, fueron también rodeados por un cinturón de alegres aficionados. Sobre ellos iban de un lado a otro inmensas pelotas repartidas por empresas para promover sus productos.

La fiesta era aderezada por las notas del Cielito lindo, trompetas, matracas, silbatos y hasta ruidosas cazuelas.

Los cánticos completaron el cuadro: Holanda va a probar el chile nacional y el que no salte es croata.

Un helicóptero de la SSP sobrevoló la zona, y 2 mil 500 granaderos la resguardaron. Las estimaciones eran que a las ocho de la noche eran 60 mil aficionados, aunque se esperaba que más tarde el número llegara a los 100 mil.