Opinión
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De aquello que vibra
S

ábado por la noche. Sala Telefónica de la SACM. Serie New York Jazz All Stars 2014. Tercera tocada del programa de este año. El Cuarteto de Warren Wolf. El epónimo W.W. en el vibráfono (y, para mi agradable sorpresa, también en la marimba); Alex Brown en el piano; Kris Funn en el contrabajo; John Lamkin en la batería.

La médula de lo interpretado, extraída de dos compactos de W.W.: el primero, titulado simplemente Warren Wolf, y el más reciente, que se llama Wolfgang, título que es un juego de palabras, conceptos y músicas como carambola de tres bandas. Confesión no solicitada: hasta antes de esa noche, mi escaso contacto con el vibráfono en el contexto del jazz se reducía a la escucha de grabaciones (formidables, eso sí) de tres grandes figuras de este instrumento, Lionel Hampton, Milt Jackson y Gary Burton. Ahora ya conozco a cuatro.

Al inicio de la sesión, percepciones contradictorias. Por una parte, una muy eficaz combinación sonora entre el vibráfono percutido con baquetas duras y los rim shots de la batería. Por la otra, un cierto desequilibrio dinámico provocado por un exceso de volumen en los platillos y tambores de Lamkin. ¿Asunto de los músicos, o de la amplificación? Sea como fuere, la cosa se corrigió temprano y el balance fue óptimo en el resto de la sesión. Entre las primeras referencias acreditadas y muy bien asumidas por Wolf y su grupo, la del indispensable George Gershwin.

Quien dude que las distintas ramas del blues y el vibráfono suelen llevarse de maravilla, que acuda a las grabaciones del Modern Jazz Quartet en las que se privilegia esta generosa vertiente sonora. Más adelante, el cuarteto aborda la música de Bobby Hutcherson, a quien suele designarse de manera casi oficial como el sucesor de los legendarios vibrafonistas Hampton y Jackson mencionados líneas arriba.

A estas alturas del concierto, comienza a hacerse evidente la vocación de Warren Wolf para tejer continuidades sonoras a partir de la repetición virtuosística (que nadie diga minimalismo, por favor) de células y motivos breves pero contundentes. Asimismo, el tecladista da testimonio de su fina intuición para combinar, balancear y contraponer las resonancias distintas de la marimba y el vibráfono, en buena medida gracias a un sabio uso del pedal y el motor en este último.

Con cierta frecuencia, el jazz de hoy se refiere a los clásicos de la música de concierto de ayer, y el cuarteto de Warren Wolf no es la excepción. Esa noche, dan clase de contrapunto a través de un rico fugato en el que brilla el piano de Alex Brown; después derivan hacia un vals bizarro, casi cubista, y desembocan en una desparpajada versión del famoso Vals Minuto de Chopin.

En la ejecución de su pieza titulada Wolfgang, de su CD homónimo, Wolf retoma brillantemente la asimilación y estilización de las influencias clásicas. Durante la mayor parte de la sesión, estoy a la espera de responder a mi propia pregunta: ¿en algún momento Warren Wolf retomará la tradición añeja de la marimba tradicional y de concierto en cuanto al uso de más de dos baquetas?

Finalmente lo hace, en los últimos tramos de la tocada, atacando sus instrumentos a cuatro baquetas, con claridad y conocimiento de causa. Entre los momentos más destacados de la noche, una rica y colorida interpretación de Señor Mouse, de Chick Corea (incluida en ese notable álbum que es Crystal Silence), en la que Wolf y Brown logran los mejores momentos de la fusión piano-vibráfono.

Aquí, los dos músicos se dan gusto en la recreación de los diversos estilos y estados de ánimo de la pieza, que pasa de lo genéricamente latino a lo específicamente ibérico a través de un inteligente uso de una sugestiva armonía diatónica señalada aquí y allá por inflexiones agridulces. Y a lo largo de todo el recital, la confirmación audible de que Warren Wolf es un experto en el sutil oficio de usar las baquetas de la consistencia adecuada para cada momento musical y para cada necesidad acústica.

Para la siguiente sesión de la serie, el 5 de julio, la presencia del grupo del guitarrista Kurt Rosenwinkel, colaborador de figuras notables como Gary Burton, Paul Motian y Brad Mehldau entre muchos otros.