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Los de Abajo

Presa impugnada

L

a construcción de hidroeléctricas en el país sigue la misma lógica: la imposición de un proyecto que trae como consecuencia la inundación de comunidades enteras, el ahogamiento de cultivos, la desaparición de fauna y flora local y, en el caso de la presa Las Cruces, en Nayarit, la desaparición de sitios sagrados indígenas y de la vida comunitaria.

No queremos esta presa. Nuestros sitios sagrados son más que una piedra, hacen parte de nuestra identidad y los vamos a defender. No vamos a permitir que se construyan obras que no nos benefician, dice, tajante, Marcelina López de la Cruz, wixárika del municipio Rosamorada.

Las Cruces es una de las cinco presas que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) construirá sobre el cauce del río San Pedro, el único hasta ahora libre de hidroeléctricas en la Sierra Madre Occidental. Odilón de Jesús López, habitante del municipio Ruiz, sostiene que el gobierno federal promueve como una oferta buena para los pueblos, para su desarrollo económico y el empleo, pero no daba más información.

La falta de información, la inducción de divisiones en las comunidades y las consultas amañadas (cuando las hay) son el inicio de todo megaproyecto en México. Luego viene la resistencia de los pueblos, que tiene como respuesta la criminalización a todo aquél que se opone. Nayarit no es la excepción.

La región afectada es casa de los pueblos o’dam, náhuatl, náyeri y wixárika. Juntos han entregado miles de firmas rechazando la hidroeléctrica, pero hasta el momento no han sido escuchados. Son 14 los sitios sagrados y centros ceremoniales de comunidades náayarite y wixaritari que serán afectados, entre ellos el de la Muxatena, la Piedra Gorda (Tetejremi), Los Jihüites (Tzipuajremi) y Las Casas (Chi’cajremi).

Tampoco importa al gobierno de Nayarit y a la CFE la afectación al bosque manglar de la reserva de la biosfera Marismas Nacionales, humedal reconocido por la Convención Ramsar, con una superficie de 200 mil hectáreas, ni mucho la inundación de San Blasito, en el municipio de Acaponeta, uno de los que será cubierto por agua.

Las Cruces tendrá una cortina de 176 metros de altura que tapará el flujo del río San Pedro con roca y concreto, en inmediaciones del territorio de San Pedro Ixcatán y San Juan Corapan. Tan sólo el embalse inundará una superficie de 4 mil 547 hectáreas.

El estudio de impacto ambiental exigido a la CFE no cumple con los requerimientos exigidos, como siempre sucede en estos casos. Se amplió el plazo para que entreguen más información y se prevé que en septiembre se tendrá la decisión final. Los pueblos, y no la Semarnat, tienen la última palabra.

www.desinformemonos.org