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Informe de país

China, más lenta pero segura
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Grúas y camiones movilizan contenedores con productos diversos en el puerto de Qingdao, en la provincia china de ShandongFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Martes 17 de junio de 2014, p. 23

En el primer trimestre de 2014, 30 de las 31 provincias de China registraban menor crecimiento con respecto al anterior. El descenso de la inversión tendrá mayor impacto en unas economías que en otras. Las provincias occidentales y las regiones con economías dominadas por sectores industriales de capacidad sobrecargada, como el acero, registraron las más agudas moderaciones en expansión. Es probable que la tendencia continúe a medida que las prioridades políticas continúen su viraje hacia construir un modelo de crecimiento más sostenible.

Alejar la economía del crecimiento impulsado por la inversión está a la cabeza de la reforma económica emprendida por el gobierno. El acceso al crédito se ha restringido respecto de recientes niveles históricos, y el gobierno ha dado a entender que el descenso del ritmo económico no originará un gran paquete de estímulos como el emitido en 2008. El crecimiento real del PIB nacional se redujo a 7.4 por ciento anualizado en el primer trimestre de 2014 respecto del 7.7 del cuarto trimestre de 2013. Sólo la provincia central de Anhui mantuvo su tasa de crecimiento en el periodo.

La divergencia en el desempeño de las provincias resultó severa. Las provincias occidentales fueron las más afectadas, pues la inversión encabezada por el gobierno representa una porción importante de sus economías.

Las mayores perdedoras

La provincia sudoriental de Yunán tuvo un gran desempeño en 2013, pero en el primer trimestre de 2014 su tasa de crecimiento cayó 4.4 puntos porcentuales. La tasa de inversión en los sectores de industria y bienes raíces se redujo. La oficina de estadísticas locales reportó que el desempeño de las industrias de metales no ferrosos, química y acerera fue particularmente débil, al decaer la demanda interna. Ningxia, Gansú y Guangxi sufrieron reducciones comparables.

El crecimiento en Hebei, Heilongjiang y Shanxi cayó 3 puntos porcentuales en el mismo periodo, a 4-5.5 por ciento. El producto industrial en esas regiones ha caído en forma dramática, pues el descenso en la demanda interna y un programa de cierres de plantas contaminantes, así como la sobrecapacidad industrial, han tenido un impacto desproporcionado en ellas. El acero representa casi un tercio de la producción industrial de valor agregado en Hebei, provincia que ha cerrado plantas acereras desde que se lanzó un programa para reducir la contaminación del aire en la capital nacional, Pekín, a finales de 2013.

Shanxi, donde la minería de carbón es un pilar industrial, ha sido golpeada duramente por la reducción de la demanda y los precios en picada de ese combustible. Heilongjiang, con un gran sector energético, sufre problemas similares. La economía de Daqing, importante ciudad productora de petróleo en esa provincia, creció apenas 2.5 por ciento anual en el primer trimestre. Cuatro de las principales ciudades productoras de carbón tuvieron contracciones de más de 10 por ciento en su economía.

A flote

Las regiones central y oriental mostraron mayor resistencia. En la mayoría de esas provincias, el debilitamiento entre octubre-diciembre de 2013 y el primer trimestre de este año fue de menos de un punto porcentual. La moderación en la inversión encabezada por el Estado tuvo un impacto más benigno en esas regiones, cuya economía es más diversificada; una proporción mayor de la inversión en las provincias orientales es impulsada por el sector privado y se orienta a los servicios. Las provincias centrales vieron fortalecidos sus sectores industriales, pues la infraestructura para el transporte de bienes mejoró con rapidez. Al tener bases de consumo más fuertes, con mayores núcleos de hogares relativamente prósperos, sus trayectorias de desarrollo parecen alinearse más de cerca con las de economías más desarrolladas. Las políticas del gobierno actual parecen favorecer reformas que impulsan el consumo, las cuales beneficiarán a las regiones oriental y central, al elevar la confianza de los inversionistas.

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Una realidad más lenta

Comparado con la cifra nacional, el crecimiento real ponderado del PIB de las provincias tuvo un descenso de 1.3 puntos porcentuales entre el cuarto trimestre de 2013 y el primero de 2014, de 9.3 a 8 por ciento. Así, la distancia entre la tasa nacional y la provincial agregada se redujo en forma significativa. Hasta hace poco, las metas no cumplidas referentes al PIB reducían las perspectivas de avance personal, en un sistema en el que el crecimiento era el principal indicador para evaluar el desempeño de funcionarios locales. Esto ha estimulado la distorsión y exageración de los datos de crecimiento económico en los gobiernos locales.

Ahora que el gobierno central ha dado indicios de conformidad con la reducción de tasas de crecimiento económico, los incentivos para los funcionarios locales podrían cambiar poco a poco. Entre el creciente descontento público con el empeoramiento de la contaminación y los costos cada vez mayores de la sobrecapacidad industrial, parecen desplegarse esfuerzos por reducir la importancia de las metas de crecimiento del PIB en la evaluación de cuadros. Ahora se estimula a los funcionarios locales a enfocarse en la calidad del crecimiento, más que en la cifra en sí.

En diciembre de 2013 el Departamento de Organización, que supervisa las designaciones de cuadros y las evaluaciones de desempeño, emitió nuevos lineamientos para evaluar los logros del personal. El PIB y su crecimiento ya no serán el indicador primordial; ahora se requiere una estructura de evaluación de base más amplia, que cubra desarrollo social, protección ambiental y, en particular, la capacidad de administrar el endeudamiento local. En zonas agrícolas y de protección ecológica, el PIB y los indicadores industriales se retirarán por completo de las normas de evaluación.

Varios lugares han comenzado a experimentar con nuevos sistemas de evaluación. En Shenyang, capital de la provincia de Liaoning, se ha asignado mayor peso al mejoramiento del bienestar social. Se han añadido nuevos indicadores, como la seguridad de alimentos y fármacos, y la innovación en reformas y protección ambiental se recompensará a partir de este año. Es probable que estas nuevas prioridades se apliquen con entusiasmo; los funcionarios locales se han mostrado proclives a hacer que las cosas ocurran si reciben recompensa por ello. Reformas más audaces podrían tener ventajas para la expansión sostenible, ahora que un crecimiento más lento es aceptado como prerrequisito para lograrla.

Economist Intelligence Unit

Traducción de textos: Jorge Anaya

En asociación con Infoestratégica