Sociedad y Justicia
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Sierra de la Laguna, la Balandra e Isla Epíritu Santo enfrentarían impactos

Áreas naturales de Baja California Sur de alta biodiversidad, en riesgo

Serían afectadas por la construcción de desaladoras, centros turísticos y la mina Los Cardones

Existen decenas de megaproyectos abandonados desde 2008 en la península y Sonora

 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de junio de 2014, p. 33

La construcción de al menos tres desaladoras de agua marina y nuevos centros turísticos, además del proyecto de la mina Los Cardones ponen en riesgo áreas naturales protegidas con alta biodiversidad en Baja California Sur. Las áreas protegidas reserva de la biosfera Sierra de la Laguna, la Balandra e Isla Espíritu Santo enfrentarían impactos con estas obras, sostienen expertos.

Alrededor de la ciudad de La Paz están planeadas obras turísticas como Marina Azul, con alrededor de 22 mil cuartos; el desarrollo Maravia, con dos campos de golf, dos marinas y 2 mil 65 lotes residenciales, y Azul de Cortés también con campos de golf y mil 880 lotes habitacionales y hotel. En Los Cabos está El Anhelo, que contempla una marina. Sumado a esto, hay tres plantas desaladoras proyectadas, una por el gobierno estatal, explica Rafael Riosmena, investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.

Marina Azul se planea erigir en un corredor biológico donde hay peces de importancia ecológica y económica, además de que hay macroalgas y mangles protegidos por la ley ambiental, sostiene. Este proyecto implicaría un asentamiento urbano de 400 mil habitantes, lo que podría traer consecuencias a las reservas Balandra e Isla Espíritu Santo.

Estas obras presionarán las áreas naturales por el aumento de usuarios y actividades, el patrimonio natural e histórico no puede ser otorgado a quienes no tengan un compromiso verdadero y que respeten las leyes naturales, señala el investigador.

Los impactos de los desarrollos turísticos en el medio ambiente inciden en la demanda de agua potable, en una región con escasa precipitación pluvial, donde la única fuente natural de aprovisionamiento de agua dulce son los acuíferos, cuya recarga anual es baja. Los inversionistas proponen la instalación de desaladoras de agua de mar, para satisfacer su demanda, pero esta tecnología genera un litro de salmuera por cada litro de agua dulce que produce, y ese desecho tiene que disponerse en tierra o en mar, con lo que contamina y mata toda clase de organismos, indica Sergio Morales Polo, de la organización Antares, asentada en Loreto, donde hay centros turísticos abandonados.

Algunos megaproyectos son mera invención para defraudar o para lavar dinero, refiere. Inician con gran despliegue publicitario y poco después se desinflan. Dejan un elefante blanco que, por lo general, rescata el gobierno con dinero de los contribuyentes.

Además, el jueves pasado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales emitió el resolutivo sobre la mina Los Cardones, la cual, en caso de autorizarse, incidirá sobre el agua y el área protegida Sierra de la Laguna. Respecto de este plan, Exequiel Ezcurra, del Instituto para México y Estados Unidos de la Universidad de California, explicó que la empresa plantea que para conservar los acuíferos de la reserva de la biosfera Sierra de la Laguna desalará agua del mar en la costa y la elevará al sitio de la mina, a 400 o 500 metros sobre el nivel medio del mar, pero se omite el impacto ambiental.

Hay decenas de proyectos inmobiliarios y turísticos abandonados en la península de Baja California, que no sólo causaron daños en localidades pesqueras y a compradores de casas que fueron defraudados, sino también al medio ambiente, dice. Desde la carretera de Tijuana a Ensenada, en Baja California, La Paz, en Baja California Sur, y Puerto Peñasco, en Sonora, hay desarrollos inmobiliarios en obra negra, debido a que fueron abandonados en 2008 con la crisis de ese sector en Estados Unidos.