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De nuestras Jornadas

Izquierda en apuros

D

urante su visita a Guerrero, la semana pasada, Andrés Manuel López Obrador hizo un deslinde y un destape. Narró que el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, a quien había señalado como probable candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura, le había confiado que deseaba terminar su periodo al frente del ayuntamiento, y por tanto no sería candidato. Entonces, dijo López Obrador, sólo quedaba un aspirante: el secretario de Salud estatal, Lázaro Mazón Alonso.

Al día siguiente, la dirigencia estatal y la representación nacional de Movimiento Ciudadano (MC) salieron a decir que Walton sí competiría, y lo haría por este partido, salvo que López Obrador reconsiderara su apoyo a Lázaro Mazón, el secretario de Salud que se opone a la despenalización del aborto en Guerrero.

Con ello quedaron tres candidaturas visibles: el senador Armando Ríos Piter por el Partido de la Revolución Democrática, Walton por MC y Lázaro Mazón por Morena.

Es un escenario poco halagüeño para la izquierda guerrerense, que las pasadas elecciones –las dos más recientes de gobernador– ha ganado casi todas con su triple alianza PRD-MC-PT. La vez que estos partidos postularon candidatos por su lado fue en Acapulco, en 2008, y perdieron ante un PRI que iba en un lejano tercer lugar y del que nadie podría suponer que ganaría con su aspirante Manuel Añorve Baños.

Por eso, hoy los priístas se frotan las manos pensando en una gubernatura a su alcance, pues asumen que ninguno de los tres candidatos fuertes tendría muchas posibilidades de ganar si van separados. Ya era un problema que fueran dos; lo será más si son tres.

Aunque no tiene mucho peso local, el Partido del Trabajo jugará un papel especial, según a cuál de los tres partidos de izquierda se sume. Y si no lo hace con ninguno, el escenario para los priístas sería mejor.

En el PRI, en cambio, hay varios precandidatos, pero un solo partido, circunstancia que, en la actual coyuntura, no es nada desdeñable.