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Cerca de 350 especies, como tiburones y medusas, ya están al alcance de los capitalinos

Ríos de gente desembocaron en el mundo marino de Acuario Inbursa

El recinto subterráneo de 3 mil 500 metros cuadrados es uno de los espacios privados de fauna acuática más grandes de AL

Próximamente se incorporarán pingüinos

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En la imagen, uno de los 5 mil inquilinos que habitan el acuario que se ubica frente al Museo SoumayaFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de junio de 2014, p. a12

La ciudad de México tiene unos 5 mil nuevos inquilinos. Son tan exclusivos que han sido hospedados en un recinto ubicado en un espacio subterráneo de cuatro niveles.

Entre los distinguidos están algunos miembros del Ballet Subacuático de las Medusas de Australia, que con sus eclécticas formas y sutiles movimientos, son dignos de presentarse en el mejor foro del mundo. Ellas tienen como catering (servicio de alimentación colectiva) la basa de la pirámide alimenticia del mar, el placton, al cual devoran tres veces al día.

También están los Michael Phelps del océano: los tiburones, que se deslizan veloces por un gran estanque –de 1.6 millones de litros de agua de mar, traídos de Veracruz, según Alejandro Nasta, responsable de la obra arquitectónica del lugar–, que comparten con otros cientos de ejemplares de diversas especies como caballitos de mar, tortugas, pirañas, cocodrilos, barracudas, así como rayas, que parecen volar en cámara lenta.

Hablamos del Acuario Inbursa, centro de entretenimiento circundante a la fauna marina, y uno de los recintos acuáticos privados más grandes de Latinoamérica, que en un área de 3 mil 500 metros cuadrados ofrece, desde el martes, un breve acercamiento al mundo subacuático.

Viaje sin inmersión

Desde primera hora, ríos de gente desembocaron en la entrada de este minúsculo universo de agua, para apreciar a las alrededor de 350 especies que en peceras y estanques muestran sólo un fragmento de la fauna del mar más conocida.

El viaje, sin inmersión, se inicia cuatro pisos abajo: al fondo está el mencionado súper estanque, en el que fluyen esos torpedos cartilaginosos, así como peces de fondo de mar.

Escaleras eléctricas arriba se ubican las peceras de las medusas, que destacan en el recinto por su performance, apoyado por un despliegue de luces y una banda sonora que contribuye a volatilizar la imaginación. En meses próximos se espera la llegada de pingüinos.

Hasta ahora no había un acuario en la ciudad como este, que causa excitación entre los visitantes, aunque el recinto esté en proceso de terminado final, puesto que aún no se han colocado las clasificaciones, pero la emoción no mermó. Algunos visitantes sólo recomendaron poner información en las peceras de lo que se está viendo, porque, pues, uno no sabe y el chiste es conocer a las especies.

Tiene una sección que sigue el concepto de educación más entretenimiento, en la que se ofrece tocar y alimentar diferentes especies como estrellas de mar y rayas.

Acuario Inbursa, inagurado la semana pasa por el empresario Carlos Slim y por el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, cuenta con un equipo con cisternas y filtros por las que diariamente se reutilizan los millones de litros de agua. Los creadores destacan que está inspirado en la necesidad de concientizar sobre el grave deterioro que existe en los ecosistemas marinos.

El Acuario Inbursa abrió sus puertas al público el pasado 11 de junio. La entrada tiene un costo de 129 pesos y 110 para los adultos mayores; niños menores de tres años entran gratis.

El acceso se encuentra frente al Museo Soumaya, en Miguel de Cervantes Saavedra 386. Abre de 10 de la mañana a 18 horas, de lunes a viernes, y los fines de semana, de 10 a 19 horas.