Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Mensual  Director: Iván Restrepo
Edición: Laura Angulo   2 de junio de 2014
Número Especial

Portada

Presentación

Qué es el gas natural
de pizarra, gas de
esquistos o gas shale

Raúl Manisse

La invitación de
México al mundo

Lo que le espera a un país con el fracking: el caso de España

¿Es rentable la técnica
del fracking?

Los peligros del fracking
para la salud

María Valerio

La Alianza Mexicana
contra el Fracking

La opinión de Greenpeace

Mientras entregan a las trasnacionales otro tesoro enterrado, en Los Ángeles…

En México, expertos,
académicos, legisladores y
activistas contra el fracking

No quieren el fracking en
España ni en Europa

De última hora: luz verde al fracking en Inglaterra


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No quieren el fracking en España ni en Europa

Más de 20 partidos españoles abogan ahora por la prohibición de la técnica de fractura hidráulica o fracking en la explotación de hidrocarburos, por considerar que afecta el medio ambiente y la salud humana.

Representantes de esas organizaciones políticas firmaron un compromiso de luchar conjuntamente para paralizar cualquier proyecto de investigación o explotación de hidrocarburos no convencionales autorizados en el Estado español.

La oposición a esa práctica está plasmada en un documento firmado por Izquierda Unida, Partido Socialista Obrero Español, Podemos, Partido Comunista de España, Ciudadanos, Esquerra Republicana de Cataluña, Amaiur, Compromis, Bloque Nacionalista Galego, Geroa Bai, e Iniciativa por Cataluña Verde.

También Esquerra Unida Alternativa, Chunta Aragonesista, EQUO, Confederación de los Verdes, Roa Verds, Berdeak, Os Verdes, Los Verdes-Giramadrid, Los Verdes del País Valenciano, Partido Animalista, Partido X, Nueva Canarias y Coalición Canaria.

Las citadas agrupaciones políticas promueven prohibir el fracking y técnicas similares futuras, pues consideran que cualquier intento de regulación no sería suficiente para evitar los daños.

El gobierno encabezado por el conservador Mariano Rajoy modificó hace varios meses la ley de hidrocarburos para dar un marco legal a la técnica y tener un mayor control sobre los permisos, que hasta ahora dependían mayormente de los gobiernos regionales. De esa manera, el gobierno conservador quiere dejar sin base legal la oposición que en diversas comunidades despierta la citada forma de explotación.

Cabe destacar que numerosas agrupaciones sociales integradas en la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y más de 40 colectivos sociales presentaron una Declaración de la Sociedad Civil contra el fracking.

Oposición en Valencia

La Plataforma Anti-fracking Comarques de Castelló y organizaciones ambientales y sindicales acudieron a Las Cortes valencianas para exigir que no se ponga en riesgo la salud de las personas y del medio ambiente, y pedir a los distintos grupos políticos que apoyen la proposición de ley en la que se plantea la prohibición de las técnicas de fracking en el territorio de la comunidad.

Representantes de distintos municipios afectados, unidos en la Plataforma Anti-fracking Comarques de Castelló, junto con representantes de la Asociación por el Medio Ambiente y Contra el Cambio Climático, Ecologistes en Acció, Arca-Ibérica, SEO/BirdLife, Greenpeace, Acció Ecologista-Agró, Unió de Llauradors i Ramaders, WWF Valencia e Intersindical Valenciana, acudieron a las Cortes Valencianas para exigir a los grupos parlamentarios que voten a favor de la proposición de ley que mañana miércoles se debate en las Cortes, y que plantea la prohibición de las técnicas de fracturación hidráulica, por considerarlas altamente impactantes sobre el medio ambiente y la salud humana, que harán perder miles de puestos de trabajo asociados a sectores primarios y al turismo, y por el grave riesgo de contaminación del acuífero del Maestrazgo.

Un grupo de diputados recibió a las organizaciones a las puertas de las Cortes. Les entregaron el libro Agrietando el Futuro, editado recientemente por Ecologistes en Acció, y un informe sobre los impactos negativos del fracking sobre la naturaleza y la sociedad en Castellón.

Las distintas organizaciones han recogido en pocos meses miles de firmas y han presentado más de mil 700 alegaciones contra los permisos solicitados en Castellón. Además, más de 20 municipios de la zona se han declarado en contra y libres de fracking en su territorio; existe cada vez mayor oposición ciudadana debido a los graves efectos negativos que comporta. Ni siquiera el empleo que generaría sería de calidad ni estable, pues este tipo de explotaciones se agotan a los pocos años, y sin embargo la contaminación y la destrucción del paisaje quedarían allí durante generaciones.

Andrés Cumba, portavoz de la Plataforma Antifracking Comarques de Castelló, ha manifestado que considera una grave irresponsabilidad permitir que se apliquen estas técnicas en nuestro territorio, y que esto únicamente reportará beneficios a las empresas extranjeras poniendo en riesgo la salud de las personas y la riqueza de la región.

Cabe agregar que, a petición de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, del Parlamento Europeo, se realizó el estudio Impacto del petróleo y gas de pizarra sobre el medio ambiente y la salud humana, elaborado entre otros por el instituto Wuppertal para el Clima el Medioambiente y la Energía. Presentado en junio de 2011, en el se plantean numerosas dudas sobre esta técnica y la necesidad de dar a conocer todas las sustancias químicas utilizadas, algo que no ocurre en la actualidad. El Tyndall Center (Universidades de Manchester, Exeter) también elaboró un informe en el que se detallan las afecciones al medio ambiente y los acuíferos.

Entre las conclusiones de este informe destaca que no existe ninguna directiva europea en materia de minas y tampoco se ha realizado ningún análisis detallado, exhaustivo y accesible públicamente del marco regulador de la extracción del gas de pizarra y del petróleo de rocas duras.

El panorama del fracking en Europa

Alemania, Países Bajos, Reino Unidos, España, Rumanía, Lituania, Dinamarca, Suecia y Hungría son los estados miembros en los que ya se han practicado extracciones de gas o interesados en hacerlo, según el último estudio presentado por la Comisión Europea. Solo en Francia y Bulgaria está prohibida totalmente la fracturación hidráulica. En algunos países como Suiza, Alemania, República Checa, Rumanía y España están considerando prohibirlo en ciertas zonas o se han adoptado moratorias.

Son los países de la Unión Europea los que tienen la potestad de decidir si en sus territorios está permitido el fracking. En noviembre del año pasado, el Parlamento Europeo rechazó con 391 votos frente a 262 y 37 abstenciones la enmienda en la que se instaba a los estados miembros a no autorizar nuevas operaciones de este tipo en la Unión Europea.

“La Unión Europea no tiene la potestad de prohibir el fracking”, asegura Antoine Simon de Friends of the Earth Europe. “El año pasado, la Comisión Europea empezó a ordenar estudios y análisis para conocer el impacto en el medio ambiente y en la economía”, asegura, “desde entonces y tras la publicación de nuevos estudios, el Ejecutivo comunitario vio necesario crear un marco legislativo sobre esta práctica”. Análisis, encuestas, talleres y reuniones se están llevando a cabo en Bruselas para empezar a redactar una serie de recomendaciones que los estados miembro decidirán si ponen en práctica o no.

Esta laguna normativa es una carencia en la responsabilidad de las empresas

Simon señala que esta falta de legislación supone ciertos inconvenientes. En primer lugar, al ser una nueva práctica no está medido cuál es el tipo de contaminación exacta que puede provocar, no se puede denunciar altos niveles de contaminación provocados por las extracciones puesto que no hay una regulación que señale cuáles son los niveles, ni los accidentes, ni los responsables. “Si hay algún caso de contaminación en Europa, no existe una legislación que la mida, puesto que no se incluye la extracción de gas esquisto en la revisión de impacto ambiental de la Unión Europea”, señala este experto de Friends of the Earth Europe.

“Al realizarse inyecciones hidráulicas, a veces se deja el 75 por ciento del contenido dentro de la tierra. No se sabe qué pasa con ese fluido, puede que migre o que la tierra lo expulse décadas después”, critica Simon. “Hay que decidir quién tiene que responsabilizarse de las posibles consecuencias a largo plazo”. Añade: “Todos los impactos potenciales en caso de contaminación, de accidente o de envenenamiento de la tierra, agua o aire, necesitan ser medidos y conocidos, no es un tema que se pueda decidir a largo plazo”, subraya Simon.

La falta de legislación europea supone una ventaja para las empresas que están desarrollando esta actividad en Europa, puesto que no se enfrentan a ninguna pena en caso de accidente o contaminación. “Esperamos que, a finales del año, la Comisión anuncie su decisión con una legislación o una lista de buenas prácticas, creemos que como mínimo darán unas recomendaciones a los estados miembros”, señala este experto.

ONG europeas insisten y piden la prohibición del fracking

La Comisión realizó una revisión del marco medioambiental centradas en este tipo de operaciones con la que pretendía identificar “las posibles incertidumbres respecto a la extracción de gas esquisto, identificar los riesgos no cubiertos por la legislación de la Unión Europea y sacar conclusiones sobre el riesgo para el medio ambiente y la salud humana”, según señala el informe del Ejecutivo europeo.

A pesar de estos trabajos, algunas organizaciones plantean un movimiento más radical de las instituciones europeas por las graves consecuencias que supone este tipo de práctica de extracción de gas. “La Unión Europea debe también realizar un análisis en profundidad para que su legislación ambiental vigente regule adecuadamente la industria del gas esquisto y de sus actividades”, señalan desde Food & Water Europe, organización que pide la prohibición en toda Europa.

“Los miembros del Parlamento Europeo deben poner el interés público por delante de los inversores”, declara Pia Eberhardt, de Corporate Europe Observatory.

Desde el Parlamento Europeo demandan un “régimen regulador fuerte” para todas las actividades de gas esquisto, entre las que se encuentra la fracturación hidráulica. Los eurodiputados han demandado “procesos amigables con el medio ambiente y las mejores técnicas disponibles con los estándares de seguridad más altos”. Sin embargo, reconocen que son necesarias “grandes inversiones” para construir la infraestructura necesaria y obligan a que esté “totalmente cubierta por la industria”.