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México SA

Y ahora con ustedes…

Cinco recortes al hilo

La maleta del ministro

Y

ahora con ustedes… “el ministro del año: cinco trimestres en la Secretaría de Hacienda y cinco recortes consecutivos al pronóstico oficial de crecimiento económico, lo que para él significa que México va por el camino correcto y que en adelante las perspectivas son mejores. Entonces, queda claro que llegó la hora de que Luis Videgaray haga la maleta y se dedique a otra cosa.

De manera oficial, el Inegi confirmó lo dicho por el (aún) secretario de Hacienda: en el primer trimestre de 2014 la economía mexicana apenas susurró con un crecimiento de apenas 0.26 por ciento, es decir, casi la mitad de lo registrado en igual periodo de 2013 (léase México va por el camino correcto, y 1.8 por ciento si se anualiza el resultado (o lo que es lo mismo, en adelante las perspectivas son mejores).

Por lo anterior, si a ese ritmo, con esos resultados y con ese feeling pretende armar su candidatura para 2018, entonces Luis Videgaray está frito, lo que sería lo de menos por tratarse de un proyecto personal, pero que sin duda es lo de más porque la factura la pagan millones de mexicanos. Y en el clásico no me ayudes compadre, ni tardo ni perezoso el dirigente nacional priísta, César Camacho Quiroz, salió en defensa del ministro del año, porque éste “ha demostrado ser un eficaz y un profesional de las finanzas públicas (…) que están en las mejores manos” (¡qué bueno que no están en las peores!)

En el primer trimestre del gobierno peñanietista la economía creció 0.45 por ciento; en el segundo cayó 0.75 por ciento; en el tercero avanzó 0.84 por ciento y en el cuarto 0.18 por ciento. A lo largo de 2013, cuatro fueron los recortes aplicados al pronóstico oficial de crecimiento. En el primer trimestre de 2014 el incremento fue de 0.28 por ciento, y de nueva cuenta se recortó el citado pronóstico. ¿Alguien con un milímetro de decencia puede presumir eficacia?

Tras varias semanas de negar rotundamente la realidad, ayer Luis Videgaray estaba muy ocupado para dar la cara y anunciar su quinto recorte de la temporada. Concedió el privilegio al subsecretario Fernando Aportela (otro pupilo de Pedro Aspe instalado en el gobierno, como el propio ministro del año), quien notificó que el primer tijeretazo del presente año fue de 1.2 puntos porcentuales, pues el pronóstico se redujo de 3.9 a 2.7 por ciento (un recorte de 30 por ciento). Desde luego, según él, nadie es responsable del raquitismo económico mexicano, salvo, claro está, el bajo desempeño a nivel internacional y al clima en Estados Unidos. Y se acabó: preparaos para el siguiente recorte, el sexto al hilo.

Así es, y como bien lo advierte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDE), el mensaje es claro: el desempeño de la economía no solo es algo coyuntural, es un nuevo llamado de atención para quienes han diseñado la política económica durante los últimos 30 años, en donde el resultado es un crecimiento que en promedio apenas supera el 2.5 por ciento anual. El resultado del primer trimestre de 2014 confirma el desafío extraordinario de intentar romper la inercia de un modelo que no está diseñado para generar progreso productivo y bienestar social.

México, subraya el IDE, “ha vuelto a caer en su bache recurrente; nuevamente vive un periodo de ‘Estancamiento Estabilizador’. Lamentablemente el ciclo económico derivado de la información publicada por el Inegi permite aseverar que durante el primer trimestre de 2014 el desempeño del aparato productivo fue modesto (por decirlo amablemente), lo cual lo ubica por debajo de sus capacidades potenciales”.

La debilidad del ciclo económico incide negativamente en el mercado laboral, propicia inestabilidad económica y social. El desempleo y la precarización del trabajo tienen una fuerte incidencia sobre la convivencia social. El empleo representa la manera en que las personas obtienen el sustento familiar para su alimentación, vestido, educación, salud y transporte, por citar algunos elementos significativos. En conjunto dichas variables sintetizan las necesidades vitales que los trabajadores y sus familias deben atender por medio de un empleo. Un buen empleo, con un salario remunerador, es fuente de estabilidad familiar y social; su ausencia representa un desafío para ello y alienta la ruptura.

Con el ciclo estimado del PIB y la información de la Encuesta de Ocupación y Empleo del Inegi, se observa que la desocupación no cede y que el empleo generado es de menor calidad al de hace un año. Si bien la tasa de desocupación fue similar a la de trimestres previos las remuneraciones no lo son. La baja dinámica de los ciclos explica por qué existió un retroceso en la ocupación laboral de aquellas personas que perciben más de tres salarios mínimos (una disminución de 750 mil respecto a lo que se registró durante el primer trimestre del 2013): menor crecimiento implica un bajo valor agregado, lo cual merma las posibilidades de contratación para personas calificadas y con mayor nivel educativo; provoca una caída en las remuneraciones que se pagan a las nuevas contrataciones.

Por el contrario, aumento el número de personas que ganan menos de 3 salarios mínimos (1.2 millones adicionales). La cuestión es que este grupo de personas tienen, en el mejor de los casos, un poder adquisitivo similar a quien ganaba un salario mínimo durante la primera parte de la década de los ochenta. Ello resume la precarización laboral vinculada con un ciclo económico que se encuentra en una fase negativa. Además, la precariedad laboral exacerba la pobreza. Así, el circulo vicioso delineado por el bajo crecimiento, la precarización del mercado laboral, la pobreza y el debilitamiento del mercado interno, conducen a un callejón del que México no ha encontrada la salida.

Por si fuera poco, el aumento en los impuestos no ayudó, como tampoco el constante incremento en los precios de combustibles y electricidad. El problema es que los mayores ingresos del gobierno permitieron un aumento en el gasto público, sin que incidiera en el crecimiento del producto interno bruto.

En fin, el deterioro económico se profundizará mientras el gobierno se aferre a la tesis de que el problema es coyuntural, cuando a todas luces se trata de severa una falla estructural.

Las rebanadas del pastel

En síntesis, el ministro tiene que hacer la maleta.

Twitter: @cafevega